El partido que Newell's le ganó 1 a 0 a Deportivo Riestra por la Copa Argentina terminó en escándalo: después del pitazo final de Ariel Penel los jugadores de ambos equipos pasaron rápidamente de un cruce verbal y forcejeos, a las piñas. En al menos dos sectores del campo de juego se armó una gresca que parecía no tener fin y con muchos involucrados.
Eran menos los que intentaban separar o calmar las aguas, porque esas intervenciones terminaban con más "boxeadores" en escena. El desconcierto era total y, en el medio, había un pibe de 14 años. Sí, Mateo Apolonio, que había ingresado a cinco del final para jugar 12 minutos, aunque no llegó a tocar la pelota.
En medio de la incertidumbre: los árbitros miraban consternados y algunos efectivos de seguridad atinaron a separar a los que peleaban. Pero sin que terminara la pelea, los hinchas de Newell's derribaron un alambrado y no entraron porque la Policía entrerriana lo impidió con un cordón policial.
Aunque la "tangana" pareció esfumarse, hubo focos mano a mano y amenazas puntuales, con el índice señalando un sector apartado para arreglar las cosas "mano a mano".
Tribunal de Disciplina
La cuestión seguirá en Buenos Aires, pero en el ámbito del Tribunal de Disciplina, que esperará el informe del árbitro con los detalles que se desprendan de una insólita pelea que tendrá, seguramente, sanciones al por mayor, aunque solo serían de aplicación en el mismo torneo (la Copa Argentina).