Newell 's derrotó este viernes por la tarde a Tigre de visitante por 2 a 0 y ya está en zona de clasificación a cuartos de final de la Copa de la Liga, luego de un partido correspondiente a la novena fecha del certamen.
Fue por 2 a 0 en Victoria. Los tantos de los rosarinos los marcaron el lateral Angelo Martino y el delantero uruguayo Guillermo May, a los 38 y 40 minutos de la segunda etapa.
Newell 's derrotó este viernes por la tarde a Tigre de visitante por 2 a 0 y ya está en zona de clasificación a cuartos de final de la Copa de la Liga, luego de un partido correspondiente a la novena fecha del certamen.
Los tantos de los rosarinos los marcaron el lateral Angelo Martino y el delantero uruguayo Guillermo May, a los 38 y 40 minutos de la segunda etapa.
Por su lado, el equipo de Victoria continúa cada vez más complicado con la zona de descenso, reúne 40 puntos en la tabla anual, solamente por encima de Colón de Santa Fe, que ostenta provisoriamente 39, además del casi descendido Arsenal.
El conjunto que dirige el DT Lucas Pusineri, además, lleva seis partidos sin ganar, con tres derrotas y tres igualdades. Además, Tigre arrastra una racha de 595 minutos sin marcar un gol. La última conquista fue obra de Abel Luciatti, en la victoria 1-0 sobre Boca, en la Bombonera, por la tercera jornada.
En un partido chato, los rosarinos se impusieron por buscar siempre el arco rival y por los errores cometidos por los futbolistas locales, que se encuentran atravesando un fuerte bajón futbolístico y anímico.
Después del primer tanto de la 'Lepra', el público local hizo escuchar sus críticas al técnico y a algunos jugadores, por la incómoda posición en la tabla.
Para el comienzo, ambos técnicos dispusieron cambios en sus equipos, Tigre, por ejemplo, dispuso el regreso al arco de Gonzalo Marinelli, mandó a Sebastián Prediger como zaguero central, mientras que Ezequiel Forclaz hizo la banda por derecha y la dupla López-Reniero se situó en el ataque.
Por su parte, el DT Gabriel Heinze paró una línea de tres con Iván Glavinovich, Gustavo Velázquez y Guillermo Ortíz, ya que Angelo Martino se colocó como carrilero. Tres volantes para luchar, pero también para llegar al área rival y Cristian Ferreira como fantasista. Mientras que arriba Jorge Recalde y Brian Aguirre se pararon para preocupar al arco local.
Luego de los primeros cinco minutos, los dos mostraron buenas intenciones y se alternaron en el dominio. No hubo chances muy claras, aunque en la más importante, Marinelli evitó la caída de su arco.
Sobre el final de la primera etapa, el encuentro cayó en cierto tedio, ya que ambos equipos fallaban en los últimos pasos.
En el segundo tiempo, la falta de agresividad de los rosarinos colmó la siempre escasa paciencia de Heinze, que colocó al goleador uruguayo Guillermo May, proveniente de Danubio, por Recalde. Unos minutos después, Pusineri tomó una postura similar, al sacar a Reniero y colocar al extremo Juan Cruz Esquivel, ex Patronato y Platense.
La 'Lepra' mostró mejor juego asociado con las subidas de Martino y de Armando Méndez para alimentar a Aguirre y a May. Para ganar aire en el medio, el DT local dispuso la entrada de Víctor Aguilera por Prediger y eso pareció molestar a la hinchada local, que reclamó por la presencia de su capitán y jugador más experimentado.
El cotejo se trabó en el medio, hubo muchas faltas y pocas amarillas, además de pelotazos para los delanteros. Heinze decidió que el “bochazo” fuera su forma de llegada, mientras que el público del 'Matador' veía como Paradela, Renzo López y Alexis Castro no lograban generar acciones de riesgo y no podían habilitar a un compañero para situarlo cerca del arco rival.
Hasta que a los 37 minutos, Aguilera quiso reventar una pelota y lo hizo mal, los rosarinos la recuperaron en el medio, la pelota derivó en el uruguayo Méndez, que hizo lo que le marca el manual a un lateral, metió un desborde filoso y tiro el centro al segundo palo, por donde apareció Martino para marcar de cabeza el primer tanto.
Unos minutos después y ante las quejas y el enojo de la parcialidad local, Tigre volvió a equivocarse. Esta vez, Marinelli quiso salir jugando y terminó cediendo ante la presión de May, quien le robó y encaró solo hacia el arco para definir con mucha tranquilidad.
A partir de este tanto, el estadio se convirtió en una caldera, crecieron los cuestionamientos contra Pusineri y algunos jugadores, ante la falta de un estilo de juego y la alarmante carencia de gol, tras las partidas de Mateo Retegui y Facundo Colidio.
El paso del tiempo hasta el pitazo final se volvió en un tránsito insufrible tanto para Tigre, que se fue envuelto en insultos por una caída libre que parece no tener fin
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