Pancho Costanzo y algo que llevó guardado por 25 años...
Pancho Costanzo: "Dudo que Monzón murió en un simple accidente"
Conoció a Monzón cuando ni siquiera era campeón argentino e iba a comer pastas caseras que cocinaba su madre. En el fondo, sospecha que "a Monzón lo mataron". Tiene su historia como dirigente de Colón y en el automovilismo. "Reutemann era un 'pilotazo", dice. Las vivencias de un hombre que a los casi 80 años tiene muchísimo para contar.
Guillermo Di Salvatore Francisco Costanzo. Nació en Italia, conoció los rigores de la guerra siendo niño, se vino a la Argentina, se hizo hincha de Colón, a los 16 años se graduó como el mejor en la carrera de mecánico, se hizo amigo de Monzón cuando recién arrancaba y tiene dudas sobre cómo fue su muerte.
Habla pausado pero firme. Francisco Costanzo es de esos hombres a los que el alias "Pancho" supera al nombre. Italiano, llegó a la Argentina cuando tenía 8 años. Confiesa tener algunos vagos recuerdos, gran parte de ellos vinculados a sus padres y a la guerra. Ya a los 16 años, habiendo egresado con el mejor promedio, empezó a trabajar de mecánico. Se hizo fanático de Colón, de los fierros, del automovilismo y profesó una profunda amistad con Carlos Monzón. Del que inevitablemente empieza hablando y se le nota en los ojos su gran aprecio y emoción.
-¿Cómo lo conoce a Monzón, Pancho?
-Ante todo te digo que yo no fui amigo del campeón, no me hice amigo de Carlos después del 7 de noviembre de 1970... A Carlos lo conocía de antes. El iba a mi casa a comer las pastas caseras que hacía mi madre... Ni siquiera era campeón argentino cuando lo conocí, en ese momento yo vivía en Mendoza y Lamadrid, en diagonal al Hospital de Niños... ¿Te querés reir?, un día, un señor con una camioneta se mete en la vereda de mi casa, choca y voltea el tapial... Vos sabés que Carlos se las rebuscaba como albañil y a su casa, en barrio Acería, la levantó él. Entonces, le dijo a mi madre: "Doña Pepina, no se haga problemas, vendré con unos amigos y le arreglaré el tapial"... Y vinieron... Mi madre les hacía tortas fritas con mate a la tarde y pastas caseras al mediodía... ¡Demoraron un mes para hacer el tapial! (risas).
-Y usted ya le arreglaba el auto, supongo...
-Carlos tenía un Ford Taunus chiquito, de los ingleses, que importaba Alberto J. Armando. Luego, cuando yo tenía el taller de Fersan, en el '65, se compra un Gordini verde. Yo era muy amigo de Ester, una chica que era la encargada de Contabilidad... ¿Sabés lo que hacía?, le pedía que escondiera los documentos cuando él no podía pagar. Es que a veces tenía peleas y a veces no... Pero cuando Carlos hacía una pelea, venía y pagaba.
-Así que ni campeón argentino era por ese entonces cuando usted lo conoció...
-¡Ni eso!... Mirá, Jorge Fernández estaba postulado para pelear con Griffith por el título y comete el error de pelear por el título argentino con un "negrito" de Santa Fe. Pensó que se iba a hacer un picnic con Carlos. Y lo pelea... Hay una foto de El Gráfico donde Fernández cae volando horizontal... ¡Todos dijeron que fue un golpe de suerte! Y viene la revancha, donde unificaban el título argentino que era de Carlos y el sudamericano de él. Entonces, me dice: "Mirá Pancho, no le voy a ganar por nocaut de vuelta, lo voy a destrozar"... Y así fue, nunca más pudo pelear, él me lo anticipó.
-¿Le tenía fe contra Benvenuti?
-Antes de esa pelea, Carlos todavía tenía el Gordini... Con eso te explico cuál era su situación económica... Sabiendo del hambre de gloria y el deseo de sacar a su familia del lugar donde estaba, le tenía una fe ciega... A las peleas de Carlos, yo las veía tranquilo, sabía que Carlos ganaba... Era un ser especial, no me quiero erigir en un defensor a ultranza, pero no me avergüenza decir que Carlos fue un gran amigo que me dio la vida.
-¿Qué anécdotas tiene con él?
-Un montón... ¡Imagináte!... Mirá, en la pelea con Briscoe, él lo estaba matando. Y Briscoe saca una piña y lo emboca, Carlos lo abraza y mira el reloj de la calle Madero, donde estaba yo. Te puedo asegurar que estaba perfectamente... Hubo un señor que era primo hermano de Stroessner, el presidente de Paraguay, que vino a Santa Fe y yo le reparé el coche. Nos hicimos amigos y me pide ser padrino de Carolina, mi hija. Agustín Matiauda se llama. Un día estábamos en casa, con él, Carlos, Cacho Roteta y Brusa y me dice si lo podía llevar a Paraguay porque el presidente lo quería homenajear. ¡Lo llevé y lo llenaron de distinciones!... Otra vez, siendo yo dirigente de Colón, viajamos a jugar con River, paramos en el hotel Savoy y llegan los dirigentes de River a recibirnos. Entonces uno de ellos me pide que hable con Carlos para que lo lleve a almorzar con Aragón Cabrera. El estaba entrenando para la pelea con Briscoe o Griffith, no me acuerdo bien... Me voy a la mañana siguiente al Luna y me dice que sí... Mirá, había una mesa larga que tenía de todo para comer. ¿Sabés lo que hizo Carlos?, nos dijo: "Si no molesto, quiero un bife bien cocido, un tomate partido al medio y un jugo de naranja exprimido, puede ser?"... Tres meses antes de cada pelea, era impresionante el dominio que tenía de su mente.
-¿Qué recuerda del día de su muerte?, ¿cómo la vivió en ese momento?
-... Dicen que cuando tenía unas cuántas copas de más, perdía los estribos, pero de ahí a las barbaridades que se le asignan... Se ha fantaseado mucho con Carlos y con ese tema del alcohol... Para mí, la muerte de Carlos nunca quedó en claro...
-¡Epa...! ¿Por qué?, ¿qué supone?
-Mirá, Carlos era un buen piloto... El, con los Mercedes, venía en tres horas y media desde Buenos Aires, eso habla de una gran capacidad conductiva... El sábado anterior al accidente había estado en mi taller con el Renault 19 gris del accidente. Ese día me dijo: "Pancho, estoy cansado de esta porquería pero tengo los dos Mercedes fondeados y no los puedo usar". Eso era por los abogados de la familia Muñiz, que los bancaba Bernardo Neustadt a cambio de la primicia... Conociéndolo a Carlos, te puedo asegurar que no tuvo tiempo material para tomar y emborracharse.
-Está bien, supongamos que estaba lo suficientemente lúcido, ¿por qué no le queda claro?
-... Yo me paré en el lugar del accidente... Es una recta infinita que se pierde en el horizonte... Se dijo que habían parado a cambiar combustible, que habían tomado una cerveza y que habían cargado todo el gasto a la organización que se encargaba de la custodia de Carlos, ¿verdad?... Carlos tenía salidas asistidas, no andaba solo... Pero a Carlos lo levanta un veterinario, ni siquiera un médico... Yo ví el auto de Carlos... Esto que voy a decir es la primera vez que lo digo y lo hago en homenaje al amigo, porque es lo que siento: lo de Carlos no fue un accidente... A esa hora de la tarde no podía estar borracho... Carlos era una esponja, no se emborrachaba con seis cervezas ni con una botella de whisky... El manejaba bien... Si vos me decís que fue a la salida de una curva, pero en una recta...
-A ver, Pancho. Usted dice que lo de Monzón no fue un accidente. ¿A Monzón lo mataron?
-... Sí... Nunca lo dije, nunca lo comenté... Puede aparecer algún trasnochado que quiera fabricar pruebas y hacerme alguna cuestión legal, por eso nunca hablé de esto... Pero es lo que sospecho... Yo no me puedo convencer de ninguna manera de que Carlos haya muerto en ese lugar y producto de un simple accidente...
Archivo El Litoral Carlos estrecha la mano del doctor Antonio Pizzi, el papá de Juanchi, que alguna vez fue candidato en Colón. Lo acompaña su amigo Pancho, como siempre.
Carlos estrecha la mano del doctor Antonio Pizzi, el papá de Juanchi, que alguna vez fue candidato en Colón. Lo acompaña su amigo Pancho, como siempre.Foto: Archivo El Litoral
-Cambio de tema, ¿usted preparó autos de carrera?
-No sólo eso... Fui copiloto y un día decidí no correr más... En el '64, con un auto que yo preparé, íbamos primeros en el Gran Premio Internacional de turismo y tumbamos... Llego a mi casa de noche, trato de no hacer ruido y me voy a mi pieza, me acuesto y me tapo... Por ahí siento que vienen mis finados padre y madre, llorando... Me dan vuelta para ver si estaba entero o lastimado en algún lado... Ahí dije que no valía la pena, por un gusto que quería darme, de hacerlos sufrir... Pero seguí preparando autos de carrera de la Fórmula Uno Nacional... Preparé el Berta con motor Torino que manejaba Luis Di Palma, que estuvo a un segundo del record de la Fórmula Uno Internacional en el circuito de Buenos Aires...
-¿Se sigue viendo con Oreste Berta?
-Hace mucho que no lo veo, nos teníamos mutuo respeto. Un día estábamos tomando un café y yo veía que afuera había gente muy importante esperándolo. Entonces le digo si quería atenderlos, que yo me iba... Me dice: "¿Vos estás incómodo conmigo?... Dejálos, que esperen...Es el hombre más inteligente del automovilismo argentino.
-¿Qué opina de Reutemann?
-Un gran piloto... Le faltó el sentido de la oportunidad, se fue cuando no se tenía que ir y fue a lugares en los momentos en que no debió haber ido... El se va de Ferrari el año anterior al que Scheckter sale campeón con el auto que él mismo había desarrollado... Fijáte que antes las cubiertas eran de lomo cuadrado y llegaron las radiales Michelin que él desarrolló... Eso habla de una fineza como piloto...
-Es una pena que Reutemann, siendo lo que fue, no haya sido campeón del mundo, ¿no le parece?
-A mí me cargan por el Lole... Por esa fama de ser segundo... Pero Lole fue un piloto excepcional que lo único que le faltó fue ser campeón... Mirá, una vez, en Spa Francorchamps, de último llegó a estar primero... Tyrrell, el dueño del equipo, dijo que nunca vio nada igual. Y no la gana a la carrera porque faltando poco sale de pista, lo empujan si que él lo pida y por esa ayuda externa lo descalifican... Un pilotazo...
-¿Y esa carrera final en el '81?
-... El tenía que renovar contrato con Williams y Williams quería renovarlo enseguida, pero Lole quería esperar a ser campeón... Ya hubo problemas con el famoso cartel en Jacarepaguá, cuando le pedían que lo dejara pasar a Jones... Lole quería firmarlo como campeón y Williams pensaba que le iba a pedir un disparate... El contrincante era Piquet y Williams le "entrega" el campeonato a Bernie Ecclestone... Lole hizo la pole el sábado y faltando diez minutos para la carrera, el domingo, ¡el auto estaba levantado y con la caja desarmada!... ¿Qué otra cosa podés pensar?
-Que le toquetearon el auto, que lo "jodieron"...
-Es un ambiente tan sucio... Ojo que a nivel local es igual... ¿Querés que te cuente algo?, fue el 21 de julio de 1985... Resulta que en noviembre del '84 se hace una carrera de Datsun y Nissan, a nosotros nos ignoraron y nos dejaron de lado... Entonces, yo me pongo a trabajar para traer el TC 2000 al Parque Sur al año siguiente. La Municipalidad no quería, El Quillá y Náutico Sur metieron recurso de amparo, los vecinos también, tuve que pelear contra viento y marea... En esa época, los 20 kioscos dentro del circuito eran para 20 cooperadoras escolares, toda la ciudad se beneficiaba, no como ahora que hasta los panchos traen de afuera... Yo era el director de la carrera. Viene el comisario deportivo y me dice: "Pancho, vamos a hablar con el director del equipo del campeón", que era Rubén Daray. Nos presentamos en boxes y el comisario le dice que el motor estaba denunciado y que si clasificaba en los primeros lugares, tenía la orden de lacrarlo y mandarlo a Buenos Aires. Yo tenía los ojos abiertos. "No se haga problema, como ya Rubén es campeón, se lo pusimos al Chino Canedo", le dice el director del equipo... ¡Hacía cinco años que no corría pero faltando siete vueltas, iba primero y Traverso segundo!. Entonces, Traverso le hace un fino por Primero de Mayo y le arranca el espejo y queda primero. Si clasificaba antes del tercero iba a revisión, faltando dos vueltas se quedó "sin nafta" en la salida de boxes... Entonces, vino un chico del equipo y lo puso en marcha y lo aceleró... Si vos lo acelerás, sentís el ruido cuando hay falta de combustible, pero este era un sonido redondo... ¡Ni te cuento la patada en el traste que el director le puso al pibe!... Metieron el auto adentro y lo escondieron... Daray salió campeón con un motor 2300 de cilindrada. Sigue pasando, acá somos unos truchos...
-¿Y por qué se quedó callado el Lole después de esa carrera en la que estaba para ser campeón?
-Por su personalidad... Sabés lo que me dijo Fangio: "Hermanito, yo hago la pole y me quedo a dormir en el auto y con un fusil al lado. Y al que se me arrima, le tiro"... Hubo muchos pilotos muy buenos que no fueron campeones, como Jackie Ickx, Ronnie Peterson que tuvo el accidente... Esa fue la época más difícil porque ahí estaba el mejor nivel de conducción... Fangio corría contra Ascari, era el único que le hacía fuerza... En la época del Lole eran 20 potenciales ganadores.
-¿Y cuando se le suelta la toma aerodinámica y se queda sin nafta en Buenos Aires?
-Eso fue un error de los mecánicos... Mirá, en la Fórmula Uno nacional los autos parecían regaderas de aceite, el mío lo vinieron a filmar porque la polea del cigüeñal estaba oxidada, no perdía una gota... Los fierros, cuando se arman con amor, no traicionan... En el 74, cuando el Lole recién ingresa a Brabham, la escudería de Ecclestone, me dice que los mecánicos eran nuevos y no conocían mucho. Y me pide que los ayude. Habíamos ido al hotel en un auto que manejaba el Lole, al lado iba Larriera y atrás estábamos Ecclestone, Mimicha y yo... Cuando me vio trabajar, Ecclestone empezó a los gritos a echarme. ¡Yo lo mandé al carajo, si no me entendía!. Pero los gritos míos lo ubican al Lole, me pregunta qué pasa y me dice que no le dé bolilla... "Lole, me voy, lo único que falta es ponerle el acelerador, el perno y la chaveta, nada más que eso", le digo... Se olvidaron de ponerle la chaveta. Faltando unas vueltas para ganar se le soltó el acelerador... Y la toma se soltó porque la pusieron mal y se queda sin nafta... Pero esa carrera la pudo ganar.
-¿Si no se le soltaba la toma?, ¡seguro!...
-No, no... Fangio, con toda la experiencia, sabiendo que era crónica de una muerte anunciada y que no iba a terminar la carrera, tendría que haber aprovechado... Había un reglamento que decía que corrida el 75 por ciento, se daba por terminada y se otorgaba el puntaje completo... Fangio sabía lo que le iba a pasar, ¿por qué no abrió una puerta de la horquilla y que la gente invada la pista y dar por terminada la carrera?... Una vez, en Interlagos, venía ganando Fittipaldi... Como en una parte de la pista llovía y Regazzoni lo venía alcanzando, ¿sabés lo que hicieron?, le bajaron la bandera a Fittipaldi... La picardía criolla es la que usan los demás para embromarnos a nosotros...