¿Pueden una madre cuidar de su bebé y, en paralelo, competir en el alto rendimiento deportivo? La organización de los Juegos Olímpicos, en línea con la evolución de la sociedad, entiende que sí. Y París 2024 da cada vez más muestras de esto.
En los Juegos Olímpicos que se disputan en la capital francesa, por primera vez la Villa Olímpica tiene guardería y salas de lactancia. Dos mujeres compitieron embarazadas. "Las mujeres en contextos de embarazo y crianza de hijos pequeños también pueden, cuando el sistema acompaña, ser participantes activas del deporte y también del mundo laboral", reflexiona la psicóloga Agustina Capurro.
¿Pueden una madre cuidar de su bebé y, en paralelo, competir en el alto rendimiento deportivo? La organización de los Juegos Olímpicos, en línea con la evolución de la sociedad, entiende que sí. Y París 2024 da cada vez más muestras de esto.
Por un lado, los Juegos Olímpicos que se desarrollan en la capital francesa son los primeros de la historia que cuentan en la Villa Olímpica, el complejo habitacional donde se alojan los y las deportistas, con salas de guardería y de lactancia.
"Sabía lo difícil que era competir al más alto nivel después de tener a mi hija y algunas cuestiones prácticas eran realmente difíciles. Por eso, cuando me uní a la Comisión de Atletas del COI, quería ser esa voz para las madres deportistas”, contó a Olympics.com Allyson Felix. La atlea estadounidense, ganadora de 11 medallas olímpicas, compitió en sus últimos Juegos, Tokio 2020, junto con su hija.
Ella fue una de las principales impulsoras de espacios que facilitan a las madres cuidar a sus hijos sin descuidar sus compromisos deportivos. “Creo que realmente le dice a las mujeres que pueden elegir la maternidad y también estar en la cima de su juego y no tener que perder el ritmo", añadió.
En esa línea, en la previa de París 2024, Astrid Guyart, secretaria general del Comité Olímpico y Deportivo Nacional de Francia, dijo al periódico francés Le Monde: “La sociedad está cambiando y esto satisface las necesidades de nuestros atletas”.
“Por primera vez el 50 % de quienes compiten son mujeres. Por ende, se sabía que la maternidad iba a ser una cuestión. Así, la organización dio lugar a solicitudes que no son nuevas, pero que ahora se pusieron en práctica”, analiza en diálogo con RED/ACCIÓN Agustina Capurro, psicóloga con orientación perinatal y reproductiva.
“Los Juegos Olímpicos siempre traen un montón de información sobre emergentes sociales, tal como ocurrió con el tema de salud mental en Tokio”, reflexiona Capurro. Y señala que en los actuales Juegos Olímpicos “lo interesante es que cuando el sistema acompaña las mujeres madres no tienen que elegir, sino compatibilizar. En este caso, no tienen que optar por competir deportivamente o quedarse con sus hijos”.
“Liberar esas tensiones es muy saludable para hijos, para madres y para toda la sociedad. Es protector de la salud integral, de la emocional y vincular”, añade Capurro. Y agrega que es muy positivo “cuando los sistemas están mirando la necesidad de acompañar estos trayectos denuestras vivencias humanas.
Hay varias deportistas destacadas en París 2024 que son madres. Por ejemplo, la tenista japonesa Naomi Osaka (ex número 1 del mundo y con una hija de un año) o la judoca francesa Clarisse Agbegnenou, seis veces campeona mundial y con una hija de poco más de dos años.
Pero además de quienes ya deben cuidar a sus bebés pequeños fuera del vientre, los actuales Juegos Olímpicos pasaron a la historia porque compitió una mujer embarazada, y de siete meses. Se trata de la esgrimista egipcia Nada Hafez. "La montaña rusa del embarazo es dura de por sí, pero tener que luchar para mantener el equilibrio entre la vida y el deporte fue una tarea agotadora, pero valió la pena", reveló tras caer en su combate de octavos de final.
No fue la única participante embarazada: también compitió la azerbaiyana Yaylagul Ramazonova en la categoría individual de tiro con arco femenino.
“Todo esto deja un mensaje: las mujeres en contextos de embarazo y crianza de hijos pequeños también pueden, cuando el sistema acompaña, ser participantes activas, en este caso en una situación deportiva, pero podríamos pensarlo también en el mundo laboral”, concluye Capurro.
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.