De la alegría por un gol tempranero, a la amargura por un cierre de juego paupérrimo. Con Rodolfo De Paoli no se puede hablar de esquemas. No se sabe que quiere el equipo en la cancha. Cambia figuritas permanentemente y el equipo es un caos.
El rojinegro cayó como local 3 a 1 y mira de lejos el Reducido por un ascenso a Primera. El equipo jugó mal defensivamente y esos errores lo llevaron a la derrota. La gente reprobó al equipo. El partido correspondió a la fecha 34 de la Zona A. El sábado, desdelas 15.35, visitará a Temperley.
De la alegría por un gol tempranero, a la amargura por un cierre de juego paupérrimo. Con Rodolfo De Paoli no se puede hablar de esquemas. No se sabe que quiere el equipo en la cancha. Cambia figuritas permanentemente y el equipo es un caos.
Se mantiene por momentos por cuestiones técnicas, ciertos intentos ofensivos. Pero cuando el rival despierta, a otra cosa. San Martín entró dormido y aprovechó Patronato.
Luego el juego se emparejó y finalmente, desde el gol del empate, todo fue de los tucumanos. Corren algunos, marcan otros, pero todo dentro de un juego sincronizado. A Patronato le quedan 4 partidos para terminar este suplicio amén de alguna chance por entrar al Reducido. Es un triunfo que en este año raro (jugó Libertadores, Sudamericana, pero deambula sin pena ni gloria por la Primera Nacional) el equipo se quede en la categoría. Luego, post elección, deberá replantearse muchas cosas.
Patronato empezó el partido con el pie derecho. Desde el arranque se hizo de la pelota, ganó Domingo en el medio y abrió bien el juego Soliz por izquierda. Justamente el ex Boca rompió la última línea y envió un centro buscapié que encontró correctamente ubicado a Nacho Russo. Un pase a la red se diría. Y a los cinco minutos, el necesitado Patronato, conseguía la ventaja parcial.
Los tucumanos sintieron ese tanto que repercutió en la ausencia de juego, quedando al borde del segundo gol en contra (Cobos estrelló un disparo en el travesaño). Era el momento rojinegro. Pero el partido se desvirtuó pasados varios minutos y con el desarrollo parejo.
Primero un penal a favor de Patronato que Ceballos no vio y acto seguido una agresión mutua entre Nahuel Brunet y Diego Levato que dejó a defensor y delantero fuera de cancha. Previamente Damián Arce dejó la cancha por lesión ingresando Tomás Cáceres en el local.
El Santo local todo bien hasta el minuto 47 (tres de descuento). Salida lenta en defensa, recuperación letal y pase filtrado entre los centrales para Mateo Acosta quien definió potente, al ras del piso y cruzado. Hasta allí un partido bien jugado por los entrerrianos. Pero un error lo llevó al vestuario con un empate tras ir ganando casi toda la etapa.
Patronato puede realizar un interesante partido de mitad de cancha hacia adelante, pero sus problemas defensivos (¿línea de 3, de 4, 5?) son tan inquietantes como efectivos para el rival. Un equipo quedado, sin actitud y una defensa que no le hace honor a ese nombre. Dos llegadas, dos goles. Dos pelotas perdidas en la salida defensiva, dos goles. Así es imposible. Y los cambios ayudaron al visitante. Brian Andrada se hizo un picnic por el lateral izquierdo del ataque y la línea defensiva se rompió definitivamente.
El defensor Banegas se disfrazó de delantero y marcó un gol que empezaba a cerrar la historia. Los hinchas cantaron en contra de los jugadores. Así se iba el domingo. Con el viento que se hizo fuerte, ante un Patronato que, al contrario, se hizo débil.
A Patronato le quedan jugar 4 partidos de la segunda rueda. Dos serán de visitante y dos de local. El próximo sábado visitará a Temperley desde las 15.35. Luego será local de San Telmo. Su última salida será ante Almagro para luego recibir a Agropecuario de Carlos Casares.
SÍNTESIS
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