Juan Ignacio Rodríguez
Delfina es sin dudas una de las sensaciones de los Juegos Olímpicos de la Juventud que se celebran por estos días en Buenos Aires. Luego de haber obtenido la medalla de plata en los 800 metros libres, este viernes corre la final de los 400. El paranaense Hugo Peralta, su fisioterapeuta, contó a El Litoral detalles de la preparación hasta llegar a la competencia de la joven nadadora.
Juan Ignacio Rodríguez
jrodriguez@ellitoral.com
Para la gran mayoría de los deportistas, ser parte de un Juego Olímpico es “tocar el cielo con las manos”. Hay algunos privilegiados incluso, que tienen la posibilidad (por edad y lógicamente también por sus rendimientos), de poder competir en más de uno. Para aquellos que trabajan alrededor de los deportistas, sucede exactamente lo mismo.
Nacido en Paraná el 4 de octubre de 1985, y radicado en Santa Fe desde 2010, el Licenciado Hugo Peralta es el fisioterapeuta de Delfina Pignatiello, una de las referentes en la actualidad de la natación argentina, y con un gran futuro a nivel internacional.
Peralta, se encuentra por estas horas en la Villa Olímpica de Buenos Aires, en el marco de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Un ambiente ya conocido por él, porque tuvo el privilegio de ser parte, en 2014, del equipo de Rugby Seven que compitió en los Juegos de Nanjing, China.
En primera persona
Para Hugo Peralta, las sensaciones de ser parte de un Juego Olímpico “es realmente increíble. Son cuestiones difícil de explicar que se te despiertan cuando uno se siente realizado al luchar por algo. Todos los días trabajo para tratar de llegar a lo más alto posible de mi profesión, siempre con discreción y mucha humildad. Estar nuevamente en una competencia de estas características, se disfruta de la misma manera que hace cuatro años en China. Es una satisfacción enorme. Con mucha gente atrás apoyando y ayudando en cada paso que doy. Desde lo profesional, estar a la vanguardia con los mejores deportistas juveniles del mundo, y sobre todo estar a cargo de la selección nacional de natación, es un plus y una responsabilidad absoluta. Me gusta interesarme en lo que hacen los colegas de otros países, así como compartir las experiencias propias”.
“No quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer profundamente a mi señora, Florencia, que es mi sostén y se pone el equipo familiar, que conforman mis hijos Lola y Tomás, al hombro. Los tres pilares fundamentales en mi vida. A Juan Vesella, la segunda espalda que tengo en mi profesión. A toda mi familia y amigos que siempre están pendiente de lo que uno hace y tiran buenas vibras. Ojalá que todo el camino recorrido desde 2012 en el alto nivel (primero con el rugby), pueda ser representativo para los colegas. Nuestra profesión está en lo más alto y hay que seguir sumando y prosperando”.
Previa en México
Peralta detalló la puesta a punto para llegar de la mejor manera a los JJ. OO: “Hicimos con Delfina un entrenamiento en la altura. El lugar elegido fue San Luis de Potosí, en México, más precisamente en el centro de Entrenamiento ‘La Loma’. Un lugar conocido para los argentinos, porque muchos deportistas de elite lo eligen para este tipo de preparaciones. Está a 1300 metros, una altura media. En una gira previa, estuvimos en Arizona, a 2800 metros de altura, algo mucho más exigente. Lo que hizo en ‘La Loma’ el ‘Gallego’ (Juan Carlos Martín, el entrenador de Pignatiello) fue además usarlo como un aislamiento para que Delfina pueda llevar a cabo de una mejor manera su entrenamiento”.
“El resultado de la experiencia en México fue realmente positivo. Fundamentalmente se encontró tranquilidad y pudimos utilizar la altura de manera óptima. Tras ello, participó del Open (en Gimnasia de 4 de enero de Santa Fe) para hacer la marca del Campeonato Mundial de pileta corta que se disputará en Gansu, China y para el cual estaremos viajando del 1° al 15 de diciembre. Antes de esto, y después de los Juegos, participaremos del Sudamericano donde va un equipo de nadadores más amplio. Estas dos competencias, ya en categoría mayores”, detalló Hugo.
Buenos Aires 2018
El momento de comenzar a vivir los Juegos por dentro llegó. Y con él, una noticia ingrata para Delfina que Peralta comentó: “Entrando a la Villa Olímpica, Delfi se entera que su abuela muere. Su abuela era como una segunda madre para ella, le enseñó mucho. Sin dudas fue un golpe anímico muy importante, que pese a todo lo manejó bastante bien. Pero se manifestó en la premiación del miércoles, con esa mezcla de sensaciones que tuvo: alegría por la medalla, el apoyo del público y la amargura por la pérdida familiar”.
En lo estríctamente deportivo, Peralta dio que “el día de la carrera, en el momento de la activación (entrada en calor) su corazón estaba a mil por hora. No podía contener la emoción y la sensación de todo lo que estaba generando en su entorno. Venía somatizando mucho. Incluso hizo un aislamiento de las redes sociales y medios de comunicación para poder concentrarse”.
“La carrera fue a las seis de la tarde, y desde las 12 del mediodía había gente haciendo cola para verla. Fue muy emocionante el recibimiento que le hizo la gente, a todos los que trabajamos con ella se nos puso la piel de gallina”, confesó el fisioterapeuta, quien agregó que “se bloqueó en ese momento, no lo contuvo. Salió del cubo de partida y el estadio se vino encima, algo que le terminó pesando y le costó manejarlo”.