El Litoral
En un terreno nada fácil en la competencia deportiva no sólo a nivel de juego sino por la falta de torneos, difusión y recursos, las tenistas argentinas tienen ganado su buen "lugarcito" en el ranking de las mejores del planeta. Al menos dos de ellas son santafesinas.
El Litoral
En un terreno nada fácil en la competencia deportiva no sólo a nivel de juego sino por la falta de torneos, difusión y recursos, las tenistas argentinas tienen ganado su buen "lugarcito" en el ranking de las mejores del planeta. Al menos dos de ellas son santafesinas.
Catalina Pella (25 años), la tenista bahiense que en febrero participó de la Fed Cup, junto al equipo albiceleste en el Grupo I de América, es hoy la jugadora argentina más destacada en el ranking mundial.
Pella, hermana del también jugador de tenis Guido Pella, se encuentra en el puesto 297 del ranking WTA. La lista contempla a más de 1200 jugadoras alrededor del planeta.
La siguiente destacada es nada más ni nada menos que una santafesina oriunda de Rosario. Se llama Nadia Podoroska (21 años) y ocupa el puesto 403, pero en el 2017, la rosarina logró posicionarse como la tenista femenina argentina mejor ubicada en el ranking mundial, alcanzando en mayo la posición número 158.
La tercer tenista con mejor posición en la lista es Stephanie Petit (21 años). También jugó la Fed Cup este año y se encuentra en el puesto número 571. A comienzos de abril, "Tefy" ocupó el lugar 531.
Cabe destacar que además de Podoroska, hay otra santafesina entre las mejores tenistas argentinas y se trata de Paula Ormaechea (25 años), oriunda de Sunchales.
Ormaechea, que a principios de abril se casó con el jugador de voleibol santafesino, Luciano De Cecco, ocupa la posición número 647.
Si bien a simple vista las posiciones podrían parecer muy bajas, la realidad es que en el tenis, la desventaja entre hombres y mujeres es muy notoria. La cantidad de torneos, inversión, difusión y recursos es inferior.
Podemos decir que para la joven Podoroska, haber alcanzado el puesto 158 del ranking el año pasado significa muchísimo para el tenis argentino. Y si las ganas se mantienen, podríamos ver emerger muy buenos resultados en los próximos años.