El tenista Juan Martín Del Potro, quien se recupera de su tercera operación de rodilla, aseguró este viernes que le está "costando mucho" volver a jugar pero que no baja los brazos porque tiene la ilusión de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, reprogramados por la pandemia para julio de 2021.
"Voy a ser sincero. La verdad es que me está costando mucho volver. Se me está haciendo muy difícil pero no me voy a rendir. Mi sueño es poder estar en los Juegos Olímpicos. Amo el tenis y me niego a terminar fuera de la cancha", declaró el tandilense en una charla con ESPN.
"Es una realidad que me gustaría tapar pero es lo que me pasa. Todavía me mantengo de pie por las ganas de jugar que tengo", admitió.
Del Potro, medalla de plata en los Juegos de Río de Janeiro 2016, cuando volvió a las canchas después de varias operaciones de muñeca, expresó que "vivir eso fue algo único. Yo cambié la manera de pegarle a la pelota por mis problemas de muñeca pero no puedo modificar la forma de correr por la rodilla, es lo que más me está costando. Pero lo voy a seguir intentando para estar en Tokio. Por eso sigo insistiendo".
"Que se hayan postergado los Juegos Olímpicos para mitad del año que viene por esta maldita pandemia hace que no quiera bajar los brazos. La ilusión de representar a la Argentina una vez más, por eso la sigo peleando", insistió Delpo, cuya primera medalla olímpica (de bronce) fue en los Juegos de Londres 2012.
El ganador del US Open 2009, exnúmero 3 del ranking mundial de la ATP y campeón con el equipo argentino de la Copa Davis en 2016 recordó con mucho amor a Diego Armando Maradona, quien siempre estuvo cerca del tenis nacional y en especial en aquella final histórica de la Davis en Zagreb, Croacia, donde Argentina consiguió su primera y única 'Ensaladera de Plata'.
"Hace cuatro años en la final de la Davis lo vivimos muy de cerca a Maradona. Me acuerdo que me llamó a mí para poder venir. Teníamos que estar tranquilos y con Diego a veces se hacía difícil. Transmitía una energía y una fuerza que no se recibía de otra persona", contó Del Potro, de 32 años.
De todas formas, consideró importante la presencia del Diez en ese momento para conquistar la Davis. "Se comportó con mucho respeto, sabiendo el lugar que ocupaba y fue muy importante para que nosotros podamos ganar la copa. Cada noche, por mi cuenta sin que nadie se entere, me iba a visitarlo a su habitación y hablábamos diez minutos. Eso lo hacía en privado para no desarmar la estructura del equipo. Me hacía muy feliz y me daba mucha fuerza", confió.