El Litoral
Juan Martín del Potro afrontará este miércoles múltiples retos en su partido de cuartos de final de Wimbledon: derribar al número uno del mundo, Rafael Nadal, igualar su mejor resultado en el All England Lawn Tennis and Croquet Club y ascender al tercer lugar del ranking, la posición más alta de su carrera.
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Todo en uno. Es un partido que encierra aspectos motivacionales por los cuatros costados para el argentino. Superar a Nadal en la Centre Court no sólo significaría derribar a la mejor raqueta del momento dos años después, también hacerlo por primera vez en su carrera sobre hierba.
"Todo el mundo lo admira como competidor", manifestó el de Tandil sobre su próximo rival en Londres.
"Es un luchador. Siempre trata de estar positivo y pensar en la siguiente pelota. No importa si falla o no. Es muy, muy duro ver a un tipo al otro lado de la red que siempre es positivo todo el partido".
“Es un jugador increíble. Es el número uno. Ha batido récords en cada Grand Slam. Estoy orgulloso de estar en la misma época que él y Roger (Federer)”, reconoció.
Del Potro sabe bien de lo que habla. Su último encuentro antes de emprender su aventura en esta edición de Wimbledon fue precisamente ante el español. También en unas semifinales de Grand Slam. En concreto, en Roland Garros con victoria contundente para el once veces campeón en París por 6-4, 6-1 y 6-2. Lo mismo ocurrió en el Abierto de Estados Unidos en 2017, donde el mallorquín dio la vuelta al primer set para imponerse por 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2.
"En París tuve muchos break points en el primer set. Podría haberlo conseguido y no lo hice, también por mérito de él", explicó el argentino.
Para encontrar el último partido ganado por Del Potro en esta rivalidad que domina Nadal (10-5) hay que remontarse hasta los Juegos Olímpicos de Río 2016. Si el cara a cara se acota al césped, la sintonía se mantiene: siempre ganó el español. Tanto en Queen's 2007 como en la cuarta ronda de Wimbledon en 2011.
"En hierba, cada oportunidad es determinante para el desenlace del encuentro. Espero tener esas oportunidades y aprovecharlas", deseó el quinto cabeza de serie.
De ganar al balear, entre los retos más importantes que se presentan en el horizonte, se encuentra situarse a su estela por primera vez. Ganar al español significaría asegurarse la tercera posición del ranking el próximo lunes 16 de julio, o lo que es lo mismo, la posición más alta de su carrera. Sólo superado por Nadal y Federer.
En estos momentos, Del Potro está clasificado como número cuatro del mundo, una posición que pisó por primera vez el 11 de enero de 2010 y que aún hoy se mantiene como su techo.
Ahora Delpo, a sus 29 años, volvió a ser un jugador tan peligroso como antaño. Incluso ha evolucionado algunos de sus golpes, después de sus lesiones de muñeca. Para evitar hacerse más daño en esa zona cuando regresaba a la competición, desarrolló con el revés uno de los tiros que más peligrosos sobre césped: el slice.
"El slice es un golpe que en esta superficie ayuda bastante, pero con eso solo no me ayudará a hacer un buen partido", recordó el jugador de 1,98 metros. "Tengo que jugar mis mejores tiros, tratar de estar mejor con mi saque y todos esos golpes si están en un buen nivel me harán jugar bien y me darán confianza. Eso espero para este miércoles".
Del Potro es el único jugador, entre los ocho que buscarán un hueco en semifinales, que no tuvo un día de descanso. Ayer debió terminar ante el francés Gilles Simon un duelo maratoniano que no pudo concluir el lunes debido a la falta de luz. En total cuatro horas y 24 minutos, en un partido que se decidió por 7-6 (7-1), 7-6 (7-5), 5-7 y 7-6 (7-5).
"Me hubiera gustado tener un día libre y relajarme un poco", indicó. "Una oportunidad tan bonita de jugar contra Rafa hace dejar otras cosas de lado. Por más que esté descansado, muchas veces no vale".
Antes de cerrar, el argentino hizo una última advertencia: "Trataré de salir a dar lo mejor de mí en las condiciones que me encuentre".
Con información de dpa.