Luis Suárez abandonó el terreno de juego pasados los diez minutos de partido frente al Porto. El delantero uruguayo se lesionó solo, mientras el balón estaba en juego, sin ningún golpe de por medio. Rápidamente, el uruguayo notó su lesión y avisó al banquillo para que tuviese un sustituto.
Simeone se dio la vuelta y avisó a Matheus Cunha para que ocupase su posición y entrase en detrimento de Suárez. El delantero brasileño venía de marcar al Mallorca, por lo que está en su mejor momento desde que fichó por el Atlético de Madrid.
Aún se desconoce el alcance de su lesión, pero el clásico es en cinco días y es seria duda para enfrentarse al Real Madrid, puesto que parece que es un tema muscular. El uruguayo se marchó entre lágrimas, las cuales no cesaron cuando llegó al banco, por lo que tuvo que echarse las manos a la cara para taparse.