Es muy generoso el profesor Gerardo Salorio, un hombre que si quiere puede colgarse medallas de campeón hasta taparse todo su pecho y que siempre está atento a contar historias muy jugosas, como esta de hace 17 años y que tiene que ver con la llegada de Messi a la selección juvenil y el por qué terminó jugando para Argentina y no para España, que ya lo tenía fichado. "Me acuerdo que vimos los videos que nos habían mandado de Lionel, junto con Tocalli, y entonces lo hablamos con Julio Grondona. En aquél plantel, estaba Almerares, un chico que había salido de River y que después anduvo por México. Y andaba muy bien ese pibe. Había un seguimiento constante de los jugadores porque luego de la crisis del 2001, muchos se fueron al exterior, algo que en nuestro país va a pasar cuando salgamos de la pandemia. Se estaba armando un grupo que luego, en el 2005, fue campeón mundial con Ferraro. Entonces, hubo un cocinero que 'habló de más' y alertó no sólo de la existencia de Lionel, sino de que ya había sido convocado para la selección juvenil española. Teníamos que traerlo y hacerlo jugar un partido. Por eso hablamos con Julio. Y enseguida armó ese 'famoso' partido en cancha de Argentinos Juniors contra Paraguay. Era un día como hoy, de mucho frio y hasta creo que caía una llovizna. Me acuerdo que la entrada era un beneficio para el Garraham. Había muy poca gente en la cancha, porque primero jugamos en Paraguay y después hicimos la revancha a los pocos días en Argentina. Esa movida que hicimos con la Afa fue una verdadera hazaña, porque había que jugar ese partido y hacer planilla Fifa, obviamente para incluirlo a Messi y que no pueda jugar para otra selección que no sea la nuestra. Así era el reglamento en ese entonces y así lo ordenó Grondona. En el primer tiempo, ya ganábamos 3 o 4 a 0, no me acuerdo bien. '¡Calentá, pibe! ¿No querés jugar?', le dije a Leo. Y entró. Hizo dos o tres jugadas tremendas y en una de ellas agarró la pelota en mitad de cancha y dejó cinco o seis jugadores en el camino y marcó el gol. A los pocos días fuimos a jugar a Uruguay y le ganamos 4 a 1. No es habitual que se dé esa clase de resultados ante un seleccionado uruguayo. Nadie lo conocía a Leo y me acuerdo que en una jugada, el marcador de punta uruguayo quería salir con pelota dominada y Lionel picó a una velocidad tremenda y le robó la pelota... Era silencioso, tímido. Con Grondona se querían muchísimo los dos. Hoy lo veo muy bien, canta el himno, grita, se 'enoja' en el buen sentido... Lo veo capitán", dice Salorio en un monólogo que ni siquiera vale la pena cortar para alguna aclaración, porque es apasionante. Y el exabrupto vale: "Estoy feliz de haber sido el que rompió las pelotas para que Leo venga a jugar con nosotros. Si hubiese jugado para España, capaz que ganaba dos o tres mundiales. Eso es lo único que lamento, que no haya podido ganar algo en la selección mayor, hasta ahora. Pero él eligió jugar para Argentina y eso lo engrandece más todavía... El necesitaba acá al Iniesta que tuvo allá... Y te cuento algo más: cuando lo llamé al padre, a Jorge, para decirle que el hijo de 16 o 17 años debía venir a la Argentina a jugar para la selección, ¿sabés qué me contestó?... 'Estaba esperando su llamado".