Pese a la reacción argentina, clara victoria de los Springboks
Sudáfrica venció a Los Pumas por 36 a 20. Para los conducidos por Cheika fue determinante haber cometido 12 penales en el primer tiempo. En una semana, revancha y última fecha en Durban.
Matías Moroni elude la última marca antes de llegar a su try. En apoyo, Tomás Lavanini. Crédito: Prensa UAR / Gaspafotos.
El estadio “Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini" tuvo un marco distinto este sábado 17 de septiembre. Similar a aquel sábado 4 de junio de 2011 donde Los Pumas enfrentaron a los Barbarians Franceses, en lo que se convertiría, hasta esta jornada, en la única presentación del seleccionado argentino de rugby en la cancha del “Rojo”.
El contexto en este 2022 difería en varios aspectos, pero destacamos tres: 1) El estadio estaba terminado. En 2011, se encontraba en plena remodelación; 2) Enfrente, Los Pumas tuvieron a Sudáfrica, una de las potencias, y actuales campeones del mundo; 3) Uno que repitió: Agustín Creevy. Por aquel entonces, jugando sus primeros partidos con la camiseta argentina. En la actualidad cumpliendo su test número 95 para convertirse en el jugador que más veces vistió la celeste y blanca.
La quinta fecha del Rugby Championship tuvo el jueves un adelanto “de lujo”: la victoria 39 a 37 de Nueva Zelanda ante Australia dejó todos los frentes abiertos para qué, en la última jornada, se defina el campeonato. Más aún, tras la victoria de Sudáfrica 36 a 20 ante Los Pumas.
Un colmado estadio entonó las estofas del himno, el cual estuvo a cargo de Sandra Mihanovich. Después de eso, era el momento de jugar…
Primer tiempo
Un comienzo a puro ritmo con una gran salida de Santiago Carreras y el pie, uso del pie como denominador común de ambos equipos.
Los primeros minutos (casi diez) Los Pumas fueron dominadores de las acciones. Con prevalencia de la posesión de la pelota, y generando una infracción sudafricana en mitad de cancha. Montoya no dudó, y la confianza de Boffelli hizo el resto. “Penalazo” y 3 a 0.
La respuesta de los campeones del mundo no se hizo esperar. Jugada siguiente: control y potencia para avanzar. Resultado tras insistir; penal de Willemnse, y empate transitorio.
Argentina estaba sólida en el line con buenos lanzamientos y clara obtención. El scrum, en tanto, de un lado y del otro, era una incógnita. A los 20 minutos todavía no se había jugado ninguno. En realidad, hubo dos: uno terminó en free kick para Sudáfrica, el otro en penal para Los Pumas.
Justo en ese momento, a la mitad de la primera etapa, llegó el primer try para la visita. Para colmo de males, fue try penal, por infracción de Carreras quien, además, se fue amonestado.
Lo inmediatamente “positivo”, fue un penal cometido por De Jager en una posición factible que Emiliano Boffelli no desperdició.
En el rugby hay una máxima (tal vez más). Si haces puntos, hay que asegurar la salida siguiente. Algo que Los Pumas no hicieron. Nuevo penal en contra, varios intentos de line y maul, y la tercera vez, se abrió la pelota (ante una buena defensa del maul argentino) y finalmente el medio scrum, Hendrikse, amagó a abrir y se filtró por el “poste”.
A diez minutos del final, y ya con Los Pumas otra vez con quince, nueva infracción argentina que los Springboks no iban a desaprovechar. Otra vez al line. La obtención en el centro de la hilera y la conducción del maul por parte de Marx, tuvieron como destino el ingoal local, por tercera vez en el encuentro.
El 22 a 6 con el que terminaron los primeros cuarenta minutos, tuvo “gusto a poco”. Sudáfrica mereció más.
Pero lo más alarmante, más allá del resultado, fue la cantidad de penales cometidos por Los Pumas: 12. Demasiado para este nivel.
Llos conducidos por Michael Cheika debían arrancar “otro partido”. Con ese ímpetu arrancaron el complemento. Incluso, generando en el inicio mismo, la única y mejor acción combinada para los argentinos pero que no se pudo traducir en puntos.
La actitud era otra, pero solo con actitud no se pueden generar buenas acciones. Puede ser una plataforma sí, pero luego hay que moldear las jugadas. Los ingresos de Cubelli (desde el arranque mismo del segundo tiempo), Moroni y de los pilares (Gallo y Sclavi) buscaban dar el cambio de aire necesario para que Los Pumas intenten, en primera instancia, achicar diferencias.
El cambio de actitud, era notorio. Aunque algo desprolijo. No obstante, Argentina jugaba y jugaba en campo sudafricano. Pero siempre encontrándose con una muy dura defensa de la visita.
A 18 minutos del final, una “rareza” si se quiere. Penal para Los Pumas tras un muy buen empuje en el scrum, formación “sucia” en casi todo el partido, pero con cierto predominio de los Springboks.
A falta de un cuarto de hora, y como dato extra deportivo, se produjo el ingreso de Agustín Creevy, quien de esa manera se convirtió en el Puma con mayor presencia cumpliendo su partido número 95 con la camiseta argentina.
En ese momento, llegó el primer festejo para Los Pumas. Luego de otro sólido scrum, Cubelli toma la pelota y recibe un tackle alto de Smith. Resultado: try penal, y amarilla para el tercera línea de los de verde.
Hablábamos líneas atrás, de una de las máximas de este deporte: buena recepción luego de marcar puntos. Y jugada siguiente, las ganas y el cambio de actitud cobraron protagonismo. Cubelli que abre corto para Kremer que amaga la pared y le da el pase interno a Moroni que entró como una “tromba”. El destino final, estaba cantado: el ingoal visitante. Luego del ok del TMO, nuevo festejo argentino para poner el partido a dos puntos, con una docena de minutos por jugar.
Los Springboks no se iban a “regalar”, eso estaba clarísimo. Los campeones del mundo reaccionaron, avanzaron en el campo y De Allende, mezclado con los forwards, perforó la defensa argentina para anotar un nuevo try.
Con Argentina lanzado a buscar la “heroica”, Sudáfrica tuvo oficio para bajar el ritmo del encuentro. De esa manera, con control de pelota, y la ovalada a la punta, Marx anotó su segundo try. Conversión mediante de Steyn, el partido que se cerró con un claro 36 a 20 para la visita.
Triunfo inobjetable para los Springboks pese a la reacción de Los Pumas en el complemento. Más concretamente, en la segunda mitad. Traducción de esto último: es muy poco tiempo para competir ante una potencia como Sudáfrica. Y si a eso se suman 40 minutos donde se cometieron 12 penales, de hace imposible.
El festejo de los sudafricanos. Crédito: Reuters / Agustin Marcarian
Queda un partido. La última fecha del Rugby Championship el sábado 24 de septiembre, ante Sudáfrica, en Durban y desde las 12.05 hora argentina. El objetivo será tratar de terminar de la mejor manera una competencia que tuvo al seleccionado argentino, entre otras cosas, con buenas actuaciones sobre todo en las victorias ante Australia y Nueva Zelanda.
Síntesis
Los Pumas: Nahuel Tetaz Chaparro (Gallo), Julián Montoya (Capitán) (Creevy) y Eduardo Bello (Sclavi); Matías Alemanno (Petti) y Tomás Lavanini; Juan Martín González (Bruni), Marcos Kremer y Pablo Matera; Gonzalo Bertanou (Cubelli) y Santiago Carreras (Urdapilleta); Emiliano Boffelli, Jerónimo de la Fuente, Matías Orlando, Lucio Cinti (Moroni) y Juan Cruz Mallía.
Springboks: Steven Kitshoff (Nche), Malcolm Marx y Frans Malherbe (Nyakane); Eben Etzebeth y Lood de Jager (Smith); Siya Kolisi (Capitán) (Fourie), Franco Mostert y Jasper Wiese (Louw); Jaden Hendrikse (De Klerk) y Damian Willemnse (Steyn); Makazole Mapimpi, Damian de Allende, Jesse Kriel (Esterhuizen), Canan Moodie y Willie le Roux.
Tantos de Los Pumas: dos penales de Boffelli, un try penal y otro de Moroni convertido por Boffelli.
Tantos de los Springboks: un penal de Willemnse, un try penal, otro de Hendrikse convertido por Willemnse; dos tries de Marx y el último de De Allende, más dos conversiones de Steyn.