El seleccionado argentino de rugby tiene “un pie y más de la mitad del otro” afuera de la Copa del Mundo de Japón. Algo bastante difícil, pero si los de Ledesma le ganan con bonus a EE. UU, y Francia alcance a sumar sólo un punto entre los dos partidos que le quedan -Tonga e Inglaterra-, podrían meterse. El partido de esta mañana se desvirtuó tras la tempranera, pero justa, expulsión a Tomás Lavanini.
Luego de la habitual entrada en calor, argentinos e ingleses se retiraron al vestuario para, unos momentos después regresar y, tras la orden de Nigel Owen, dar por iniciado el partido. Al revés de lo que se hablaba en la previa, camiseta tradicional para Los Pumas y la alternativa roja con vivos azules para Inglaterra.
El Tokyo Stadium lució un lleno casi total. Fueron 48185 los espectadores que dijeron presente. Mayoría inglesa, algo que quedó en evidencia al momento de los himnos.
El partido
La primera jugada de peligro correspondió al equipo argentino. Pelota recuperada y Benjamín Urdapilleta con su zurda, habilitó a Matías Moroni. El wing corrió, pisó para adentro y también usó el kick al fondo. Si bien llegó el fullback Daly primero a la pelota, el back surgido rugbísticamente en CUBA, presionó de buena manera y obligó al inglés a apoyar en su propio ingoal. Scrum cinco, firme, Ortega Desdio intentó llegar, pero fue frenado por la defensa rival. Luego de varias fases, infracción a favor de Los Pumas que fue facturada por Benjamín Urdapilleta.
Pero la reacción inglesa llegó muy rápido. Salida posterior y comenzó la presión de los diorigidos por Eddi Jones.
Line a cinco metros, frena el primer avance el equipo celeste y blanco, Youngs saca la pelota y empieza a ir de una lado a otro. Hasta que la pelota llegó a la punta donde estaba Jonny May, que no perdonó.
A los 12 minutos, el capitán argentino se salvó de la amarilla, luego de un notorio tackle a destiempo. Hubo reacción del equipo inglés, por ende Nigel Owens, el mejor árbitro del mundo, prefirió poner “paños frpios” a la situacipon y no sacó tarjeta. Decisión que fue abucheada por el público de la “Rosa”.
Pero cinco minutos después, todo se complicaría aún más de lo previsto. Youngs le abre una pelota al capitán Owen Farrel quien, si bien trastabilla un poco, recibe un golpe muy fuerte con el hombro (no tackle) de Tomás Lavanini. La jugada siguió, pero al cortarse, hubo chequeo sugerido por el TMO. Y luego de ver la jugada varias veces, el árbitro le sacó roja al segunda línea que jugará tras el mundial en el Leicester inglés.
Comenzaba otro partido. Los Pumas jugarían con uno menos el resto del partido. Algo que sólo sucedió en la Copa del Mundo de 1991, cuando Pedro Sporleder (también segunda línea) y el samoano Mata'afa Keenan fueron expulsados por el escocés Jim Fleming por un intercambio de golpes de puño.
20 minutos pasaron en los cuales la posesión de la pelota fue más de Argentina. Pero equipos como el inglés, no perdonan cuando tiene una mínima posibilidad. A los 35, llegaron nuevamente a la “zona roja” de Los Pumas. En dicho lugar, primero fue insistir con los forwards a través de varios picks and go, pero los de Ledesma defendieron bien el juego corto. No obstante, cuando la pelota se abrió, Elliot Daly no tuvo más que correr para zambullirse en el ingoal celeste y blanco.
Sonó el gong que indicaba el final del primer tiempo, pero la pelota estaba en poder de Inglaterra. Y, si bien volvió a haber una buena defensa de Los Pumas, en la última, el medio scrum, Ben Young, amagó a darla y se filtro apara anotar el tercer try de su equipo.
Así concluyó la primera parte. Con un 15 a 3 en favor de los de Eddie Jones, que terminó siendo bastante benévolo, porque el capitán inglés, Owen Farrel, erró las tres conversiones y un penal.
El segundo tiempo mostró a Inglaterra con una variante: Lewis Ludlam en reemplazo del potente Billy Vunipola. Todo igual, en este aspecto, para el equipo argentino, que estaba con uno menos desde los 12 del inicio.
Y el trámite no sería muy alentador de entrada nomás. A los cinco minutos, y tras inisitir, desgastar, percutir y ganar metros, George Ford lograría el primer ensayo británico del complemento. Para colmo de males, Farrel ahora sí acertó y de esa manera el partido quedaba 22 a 3.
Un padecimiento. Así definimos junto a otros colegas, lo que podía pasar en lo que quedaba de partido. Y no estuvimos tan alejados de la realidad.
Casi a los nueve minuto se produjo algo anecdótico, pero histórico para Los Pumas: ingresó Agustpin Creevy en reemplazo de Julián Montoya. De esa manera, el ex jugador de San Luis se convirtió en el jugador argentino con más presencias en test vistiendo la camiseta de Los Pumas (88). Junto a él, también entraron Vivas, Medrano y Alemanno por Tetaz Chaparro, Figallo y Ortega Desio respectivamente.
Las variantes continuaron: Lezana y Delguy reemplazaron a Petti y Orlando (Moroni pasó de centro). Lo más preocupante de los cambios fue la salida de Tomás Cubelli (ingrespo Ezcurra). El 9 titular salió visíblemente muy dolorido en una de sus piernas.
A los 20 minutos, algo que no se entendió. La desición de Mario Ledesma de sacar a Benjamín Urdapilleta, el único 10 natural entre los 23 convocados (Sánchez quedó al margen). El reemplazante, Lucas Mensa, con 20 minutos en su haber jugando para Los Pumas. Y la posicipn de 10 que fue ocupada por el rosarino Jerónimo de la Fuente, tal como lo había anticipado en la semana el head coach.
A diez del final, llegó el try argentino. Luego de una jugada preparada a partir del line, varios cruces en el cual participaron Lezana, Mensa y por último Carreras, quien asisitió a Moroni que tuvo que “poner quinta”, para llegar al ingoal inglés.
Pero Inglaterra no quedaría de brazos cruzados, y luego de haber ingresado hacía unos minutos, Jack Nowell llegó al try.
No había tiempo para más. Los Pumas, y la gente, “sufrían” el partido. Y mucho más cuando a través de un impecable empuje en el maul, los de Eddie Jones sentenciaban el partido con un nuevo try.
Final de una historia que, de haberse concretado, hubiera sido épica, histórica. Pero se dio la lógica: gano Inglaterra y lo hizo bien.
Ahora, todos los sentidos puestos en Estados Unidos, un partido clave, que se debe ganar, para clasificar de manera directa al mundial de Francia 2023. En estos momentos, un premio consuelo.