(Enviado Especial a Doha, Qatar)
Es la historia de un rafaelino que llegó a Doha y se quedará hasta la final. Cuenta cómo se subió y se bajó de los aviones y que pasará las fiestas en Madrid.
(Enviado Especial a Doha, Qatar)
Su bandera tiene la caricatura de Otamendi, Messi y Di María, la “vieja guardia” de esta selección de Scaloni que llena de ilusión a todo el pueblo argentino y mucho más a los que se lanzaron a la aventura de llegar a Doha para verlo.
Lucas Galaverna es un rafaelino que no va a pasar la Navidad con su familia. “Llegué el día del partido con Polonia y me quedo hasta el final. El vuelo que hice fue Ezeiza a Santiago, de allí a Madrid, luego Holanda y de ahí a Doha. Pero la vuelta es peor: Doha-Holanda-Madrid-Lisboa con 18 horas de tránsito-San Pablo con 12 horas de espera-Buenos Aires. Llego a Rafaela después de las fiestas, porque las paso en Madrid”, cuenta, mientras reconoce que de Rafaela “extraño mucho la comida. Yo estoy viviendo en un complejo que está a 40 kilómetros del centro y por eso terminamos comiendo mucha comida rápida”.
Sobre la selección, dice que “antes no éramos los peores, ni somos tampoco los mejores ahora. Hay que ir tranquilo, con humildad y paso a paso”, señala este rafaelino aventurero, mientras responde con un “no” contundente a la pregunta de si Doha le resultó un país caro. “Lo que más cuesta es conseguir las entradas en reventa, porque los precios que piden son medio disparatados. Pero no es un Mundial de otro planeta en cuanto a los precios”.
Respecto de la reventa, en otros partidos se llegó a pagar entre 600 y 700 dólares por una entrada cuyo valor original estaba en el orden de los 80 dólares. A medida que se acerca la hora del partido el precio disminuye, pero también se corre el riesgo de quedarse sin tickets. En este último partido se consiguieron entradas por 300 dólares. Ocurre que, por ejemplo, deben haber habido daneses que adquirieron entrada para octavos a la expectativa de quedar segunda de Francia y meterse en esta instancia con Argentina. Ellos, por ejemplo, debieron revender sus tickets.