Domingo 18.7.2021
/Última actualización 23:12
Ser regatista en Rufino no es algo muy común. No hay grandes lagunas ni lagos cerca. El río Paraná tampoco está demasiado a mano. Sin embargo, la vela es el deporte elegido por Francisco Guaragna, nacido en esta ciudad del sur provincial. La madre de Francisco es rufinense y su padre de Junín, en la provincia de Buenos Aires, a 170 kilómetros al sureste por la ruta nacional 7. De él y de su abuelo heredó la pasión por el yachting al practicarlo en el Náutico local dentro de la laguna de Gómez. Un espejo de agua pegado a la localidad bonaerense.
Pancho clasificó en la clase Laser Standard en el mundial de 2019 a los Juegos Olímpicos de Tokio, que se postergaron un año. “Daban cinco plazas y había 42 países que disputaban esas cinco. Ese fue como el gran hito en mi carrera”, le comentó Guaragna a El Litoral. El domingo 25 a las 0 debutará en aguas japonesas con la primera carrera de su categoría.
- En un video de 30 segundos en Twitter sintetizaste tu llegada a Japón. ¿Hubo muchos controles?
- Fue atípico. Llegué a las 6 de la tarde al aeropuerto y me fui a las 12 y media de la noche. Fue algo muy “heavy”. Fui mostrando en el video el paso a paso del proceso para entrar a Japón. Cuando hicimos la prueba de PCR, nos certificaron la credencial olímpica, controlaron todos los pasaportes, cuando ya estaba todo el proceso hecho, nos guardaron en una sala como dos horas y media porque la organización estaba con problemas horarios para llevarnos desde el aeropuerto hasta las villas olímpicas respetando la burbuja.
- Ustedes están en otro lugar alejado a Tokio, ¿verdad?
- Nosotros estamos en Enoshima que es a dos horas de Tokio, donde está la sede olímpica de vela. Estamos todas las disciplinas de todos los países en un mismo lugar que es este hotel que fue asignado como villa olímpica. Por una cuestión de cupos, no pudimos traer al preparador físico del equipo olímpico. Los kinesiólogos tampoco pudieron venir. Llega un kinesiólogo recién el día de la inauguración. Se tuvo que reducir mucho el tema de los cupos por el covid.
- ¿Cómo son las restricciones por el coronavirus?
- Hay un control estricto. En los comedores, en los gimnasios, hay mucha seguridad, hay muchos voluntarios que están controlando que se respete todo. Se rompe la burbuja y se arruina el evento. Hay mucho foco puesto ahí, en los controles diarios de PCR y completar las aplicaciones donde registramos el estado de salud todos los días porque si no se hace, a uno lo sancionan y lo ponen en cuarentena 14 días.
- ¿Vos tenés que hacer un test de PCR a diario y completar diariamente una aplicación como la app Cuidar?
- Sí. Es un test de saliva. Tenemos que llenar un tubo y presentarlo todos los días a la mañana en conjunto con esta aplicación que es como la Cuidar en Argentina, donde se pone el estado de salud.
- ¿Y qué pasa si das positivo?
- Hay una aplicación por si das positivo. La aplicación registra tu GPS y registra las otras personas con las que tuviste contacto y automáticamente aísla a esas personas. Por eso también no es solo agarrar el virus. Uno se puede quedar sin juegos porque otra persona dio positivo y uno justo estuvo cerca.
- ¿El objetivo máximo es llegar a la última regata donde se definen las medallas?
- Sí, poder hacer una final olímpica es el objetivo. Sabemos que es muy difícil, pero obviamente también era difícil en 2019 clasificar al país y lo logré. Esperemos lograrlo.
- ¿Qué porcentaje del bote y qué porcentaje del navegante gana una carrera?
- Cada vez los barcos son más parecidos. Está dependiendo un 98 por ciento del deportista. Eso es lo que hace más entretenida la competencia. Si hay competencias de barcos, no se cuantifica cuán bueno es el atleta.
- ¿El lugar en el mar te favorece o no?
- Ahí el mar es muy similar a Mar del Plata. Estuvimos entrenando durante esta última temporada en Mar del Plata sabiendo que las condiciones era parecidas. Estos días de prueba estamos muy contentos por las sensaciones que obtuvimos, la comodidad en el agua.
- ¿Qué tenés planeado hacer después de los juegos?
- Terminan estos juegos y a menos de cuatro semanas tengo el campeonato mundial en Barcelona y el trofeo Princesa Sofía en Palma una semana después. No me voy a poder tomar vacaciones. La temporada sigue y París 2024 está a la vuelta de la esquina. Ya para París quedan tres años. Para agarrar la plaza mucho menos.
- Jugabas al básquet. ¿Hoy seguís mirando?
- Estoy muy prendido al básquet. Tengo muchos amigos que me dio el básquet que hoy siguen en actividad. Estuvo hablando con un amigo que es Lautaro Berra que estuvo citado en Las Vegas con la selección argentina. No lo voy a poder ver en Tokio, pero que haya estado en los 15 mejores basquetbolistas de Argentina, como amigo, me llena de orgullo. He jugado con él y lo conozco de chico. Yo jugué en Jorge Newbery en Rufino hasta los 15 y con Lauti Berra, que es de Firmat, jugamos juntos y en contra en la liga de la provincia y después en la selección provincial.