Redacción de El Litoral
Este domingo, a las 17 (hora de nuestro país), en la ciudad de Tánger -Marruecos-, Barcelona jugará ante Sevilla para determinar al campeón de la Supercopa de España. Messi será el capitán del equipo culé.
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Se lo vio sonriente descansando con su familia en Ibiza; animado en uno de los locales de moda de la isla española donde coincidió con el tenista Rafael Nadal y feliz jugando a la pelota con su perro Hulk, ya de regreso en Barcelona. Pero, ¿cómo afrontará Lionel Messi la nueva temporada tras su decepcionante Mundial? Es una de las grandes incógnitas del planeta fútbol en la previa para que el campeón de la Liga y la Copa españolas se estrene en la nueva campaña en la Supercopa local frente al Sevilla.
Un mes y medio después de que la todopoderosa Francia eliminara a la Selección Argentina en los octavos de final de la Copa del Mundo que debía coronarlo, el astro del Barcelona pisará de nuevo una cancha con todas las miradas apuntándolo. Millones de ojos en todo el mundo escudriñarán su estado de forma, sus interacciones en el Grand Stade de Tánger y sus gestos para, un año más, armar nuevas teorías sobre cómo será la decimoquinta temporada de Messi con el Barcelona.
El cinco veces Balón de Oro no ha dado ni una sola pista desde antes, incluso de que el pasado 30 de junio abandonara el Kazan Arena cabizbajo, sin abrir la boca, frustrado de nuevo en su sueño de levantar el único título que no consta en su palmarés.
Rusia 2018 tampoco fue su Mundial. Cuatro años después de caer en la dolorosa final de Brasil 2014, Messi ni siquiera pudo acercarse a una suerte de revancha. Su actuación fue casi tan decepcionante como la de su selección.
Desde entonces, un prolongado silencio ha sido la única respuesta del crack al fracaso de la albiceleste y a las críticas exacerbadas contra su figura. Por no decir, Messi, de 31 años, ni siquiera dijo si volverá a vestir la camiseta de su país. Ésa es la gran preocupación de los hinchas argentinos, que siempre lo han cuestionado mucho.
En cambio, la de los fans del Barcelona, que simplemente lo adoran, apunta en otra dirección: ¿tendrá Messi la suficiente motivación para seguir tirando del carro azulgrana? ¿Le quedarán fútbol y ganas? Nadie conoce la respuesta. Quizá ni siquiera él. De vacaciones, aún mientras parte de sus compañeros se preparaban para el nuevo curso en la gira por los Estados Unidos, la estrella argentina no ha ofrecido ni una sola pista sobre cómo encara una temporada en la que a los dirigidos por Ernesto Valverde se les exigirá, sobre todo, un mejor papel en la Liga de Campeones europea. La ansiada Champions es la asignatura pendiente del equipo catalán en general y de Messi en particular.
No es casualidad que el quinto y, de momento, último Balón de Oro del 10 se remonte a 2015, el año en el que Messi y los azulgrana alzaron su última “Orejuda”. Desde entonces, los catalanes han sido incapaces de pasar de los cuartos de final del gran torneo continental, el mismo que el Real Madrid conquistó, precisamente, en las tres últimas ediciones.
En ese tiempo y pese a su más que probada calidad, el argentino no resultó determinante en los duelos decisivos de la máxima competición europea. Lejos de eso y como también sucedió en el pasado Mundial, rindió por debajo de lo esperado en él.
Algunas voces sostienen que Messi ya ofreció lo mejor de sí mismo y que su reinado en el fútbol mundial, como el de su archirrival Cristiano Ronaldo, tiene los días contados. Sin complejo alguno pese a su también discreta Copa del Mundo, el astro luso ya anunció su intención de desautorizar a sus agoreros una campaña más, liderando ahora a la Juventus de Turín. La estrella argentina, siempre más introvertida, aún no dijo nada. Y tampoco parece probable que lo haga.
Con la camiseta del Barcelona, la de sus mayores éxitos, Messi apenas comparece ante los medios de comunicación. Lo que se sabe de él llega a través de terceros o de las redes sociales. Tampoco ahí se pronunció el astro desde el 26 de junio, cuando Argentina derrotó a Nigeria y se salvó de una escabrosa eliminación en la primera fase del Mundial de Rusia. La última publicación de Messi en Facebook e Instagram apareció tres días después, justo antes de la caída de la convulsa albiceleste ante la luego campeona Francia.
Sus fans y el Barcelona esperan que el domingo rompa su silencio ante el Sevilla con una actuación que les permita creer que el 10 regresará con ganas y fútbol para volver a reinar.