Martes 18.6.2024
/Última actualización 11:52
Con la llegada de los Juegos Olímpicos de 2024, Francia se prepara para recibir a más de 10 millones de atletas, espectadores, funcionarios y turistas en su capital. Sin embargo, la emoción por el evento deportivo más grande del mundo se ve empañada por una preocupación creciente: el riesgo de un brote de dengue en París.
Este temor no es infundado; en septiembre de 2023, varias personas contrajeron dengue en la ciudad, marcando el brote más al norte jamás registrado y destacando que ninguna de las personas había viajado recientemente. Esto reveló una nueva realidad: el dengue puede ahora transmitirse localmente en el norte de Europa.
La amenaza del dengue en París
El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos del género Aedes, ha mostrado un aumento alarmante a nivel mundial en los últimos años. En 2016, se reportaron 5,2 millones de casos de dengue en todo el mundo. A mediados de 2024, esta cifra ya ha alcanzado los 7,6 millones de casos. Este incremento es preocupante para Francia, especialmente con la proximidad de los Juegos Olímpicos, un evento que atraerá visitantes de más de 200 países, muchos de los cuales ya están lidiando con brotes de dengue este año.
El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos del género AedesEl gobierno francés es consciente del riesgo y ha implementado medidas de control en cientos de lugares en París para detectar la presencia de mosquitos portadores del dengue. Sin embargo, la capacidad del mosquito Aedes para adaptarse al entorno urbano plantea un desafío considerable. Este mosquito necesita sólo una pequeña cantidad de agua en un recipiente pequeño para poner sus huevos y se alimenta preferentemente de humanos al amanecer y al anochecer. Sus huevos pueden soportar condiciones secas durante meses y eclosionan cuando se mojan nuevamente, lo que facilita su propagación.
El concepto de superpropagadores y su relevancia en el dengue
En epidemiología, el concepto de superpropagador no es nuevo. Se refiere a una pequeña fracción de la población que es responsable de la mayoría de los casos de una enfermedad. Un ejemplo histórico famoso es Mary Mallon, conocida como "María tifoidea", una portadora asintomática de fiebre tifoidea que pudo haber infectado a más de 100 personas. Durante la pandemia de COVID-19, un estudio publicado en la revista Nature sugirió que alrededor del 15% de las personas fueron responsables del 85% de los casos en la provincia de Hunan, China.
En el caso del dengue, un estudio realizado en Perú indicó que el 8% de los espacios ocupados por humanos son responsables de más de la mitad de los casos. A diferencia de muchas enfermedades, el dengue no se transmite directamente de persona a persona, sino a través de la picadura de un mosquito infectado. Esto significa que para que los Juegos Olímpicos de París se conviertan en un evento de gran difusión del dengue, deben coincidir varios factores: suficientes mosquitos Aedes, suficientes personas susceptibles e infectadas, suficiente tiempo y suficientes picaduras de mosquitos.
El 8% de los espacios ocupados por humanos son responsables de más de la mitad de los casos.Un mosquito perfectamente adaptado
El mosquito Aedes está perfectamente adaptado al entorno urbano de París. Además de su habilidad para reproducirse en pequeños recipientes de agua, también puede transmitir el virus del dengue verticalmente, es decir, de madre a huevo. Esto podría reducir significativamente el número de picaduras necesarias para iniciar una epidemia. Durante los Juegos Olímpicos, un solo atleta o espectador infectado podría ser picado por un mosquito, el cual, después de un período de incubación, podría picar a otras personas y desencadenar una cadena de infecciones en aproximadamente una semana.
Cada mosquito hembra puede poner hasta 200 huevos a la vez, y la mayoría de los casos de dengue son asintomáticos. Esto significa que muchas personas infectadas antes o durante los Juegos Olímpicos podrían no saber que son portadoras del virus, lo que les permitiría llevar el virus a casa y potencialmente iniciar epidemias en sus países de origen sin siquiera darse cuenta.
Lecciones del pasado y desafíos
El Carnaval de Río de Janeiro de este año fue un precedente preocupante. Un brote de dengue pocos días antes del evento llevó a la declaración de una emergencia de salud pública, aunque el evento no fue cancelado. En París, la situación es aún más delicada debido a la escala global de los Juegos Olímpicos. La presencia de millones de personas de todo el mundo, algunas de las cuales podrían estar infectadas con dengue, crea un entorno propicio para la propagación de la enfermedad.
El evento en sí se convierte en un factor de riesgo, ya que facilita la interacción entre personas infectadas y mosquitos Aedes.El riesgo no se limita solo a los asistentes a los Juegos Olímpicos. Cualquiera que viva, trabaje, visite, compita, sea voluntario o incluso simplemente pase por París durante el período olímpico estará expuesto a este riesgo. El evento en sí se convierte en un factor de riesgo, ya que facilita la interacción entre personas infectadas y mosquitos Aedes.
Preparativos y medidas preventivas
Francia está tomando medidas preventivas para mitigar este riesgo. Además del control regular de los lugares donde pueden criarse los mosquitos, se están implementando campañas de concienciación para educar a la población y a los visitantes sobre cómo protegerse de las picaduras de mosquitos. Se recomienda el uso de repelentes de insectos, ropa de manga larga y mosquiteros, especialmente durante las horas pico de actividad del mosquito Aedes.
Las autoridades también están considerando la implementación de medidas de monitoreo más estrictas durante los Juegos Olímpicos. Esto podría incluir la vigilancia activa de los síntomas del dengue entre los participantes y asistentes, así como la desinfección de áreas de alto riesgo.