Por Tomás Rodríguez
River venía de ser campeón del Nacional de 1971, el año de la famosa “palomita” de Poy y River ya acumulaba una importante sequía sin títulos, que se inició en 1957 y acabó en 1975. El técnico de Rosario Central era Angel Labruna y el de River, un brasileño de gran renombre: Didí.
Por Tomás Rodríguez
El campeón del torneo Nacional 1971, Rosario Central, por tener su estadio inhabilitado por la AFA, dispuso jugar su primer encuentro por el Metropolitano del año siguiente de local, en el estadio “Brigadier López”, ante uno de los grandes del fútbol argentino, River Plate, con un refuncionalizado equipo dirigido por el famoso adiestrador brasileño Waldir Pereira ‘Didí‘, que había clasificado a Perú en el campeonato mundial de 1970 en México, habiendo humillado a nuestro país que vivió los juegos por televisión.
La Academia del fútbol rosarino, un año después de haber perdido una final polémica y dramática ante Boca Juniors, se dio su primer gusto grande del profesionalismo al adjudicarse el Campeonato Nacional de 1971. Los “canallas” habían ganado con autoridad la zona “B”, una jornada antes de su finalización, tras aventajar a equipos de la talla de San Lorenzo de Almagro y Boca Juniors.
Mítica “palomita”
De esta forma, Central debió enfrentar en semifinales a su eterno rival, Newell’s Old Boys, escolta de Independiente en el sector “A”. El 19 de diciembre de 1971, el estadio Monumental de River Plate fue testigo de un partido histórico entre los clásicos conjuntos rosarinos.
Aldo Pedro Poy, con un gol de cabeza, tras una “mítica palomita”, le dio a los auriazules el pasaje a la final. Tres días después, en el Parque de la Independencia, los “canallas” sufrieron una tempranera conquista del “Chiquito” Héctor Scotta (152 dianas en la Argentina, incluyendo 9 en Unión, luego triunfó en España, en el Sevilla) en el partido decisivo, pero reaccionaron rápidamente y con goles del “Chango” Roberto Artemio Gramajo y del “Pato” Carlos Alberto Colman (surgió en la cantera de Colón), consiguieron un triunfo festejado hasta el delirio.
También hicieron su aporte para el primer éxito nacional, entre otros, Daniel Pedro “Perro” Killer, Miguel Angel Bustos, Hugo Ernesto Zavagno, Aldo Virgilio Villagra, Rubén Norberto Rodríguez y Daniel Vicente Aricó.
Para obtener esa conquista, los auriazules ganaron nueve de los 14 partidos (San Martín de Tucumán, Central Córdoba de Santiago del Estero, Estudiantes de La Plata, Huracán de Bahía Blanca, Guaraní Antonio Franco de Misiones, Racing Club, Vélez Sarsfield, Boca Juniors y Atlanta), con tres empates (Colón, Gimnasia y Esgrima de Mendoza y Newell’s Old Boys) y solamente dos traspiés (San Lorenzo de Almagro y Chacarita Juniors).
Metro del 72
El torneo había comenzado el 27 de febrero, con una nueva edición del clásico rosarino, disputado en cancha de Newell°s Old Boys, muy accidentado. Venció el local con un tanto logrado por Mario Rubén Mendoza (30 anotaciones en nuestro país, jugaba en pareja con Mario Nicasio Zanabria desde las inferiores en Unión, luego con Independiente fue campeón de América e Intercontinental y jugó en el Real Madrid, al regresar actuó en San Lorenzo). Colón, por su parte, le había ganado a Lanús en Santa Fe, 2 a 0.
El Tribunal de Disciplina clausuró el estadio de Arroyito y sus dirigentes trasladaron su localía hasta el reducto sabalero, donde sus hinchas celebraron una victoria contundente que recién se pudo concretar en la segunda etapa, celebrándose con pañuelos y banderas que flameaban en todo el sector oficial y de plateas.
Las picardías de Labruna
Labruna —un técnico audaz y “pícaro” planificó con inteligencia el partido, teniendo en cuenta sus amplios conocimientos sobre el funcionamiento de su oponente. El uruguayo González y el “Coco” Pascuttini anularon a “Pinino” Más y al “Pescador” Morete; Aimar y Landucci firmes, seguros y atentos en la recuperación de la pelota; entonces, el “Pato” Colman se erigió en el conductor del buen fútbol y las réplicas punzantes, aprovechando la velocidad de Bóveda para sus centros rasantes y para la cabeza del artillero, aprovechando la capacidad goleadora de Poy, idolatrado por la parcialidad centralista después del “gol del siglo” ante su clásico rival de todos los tiempos que le posibilitó ser finalista del torneo anterior.
Exhibición de campeón
Barisio (el portero récord de Ferro subcampeón en 1981 con 1.075 minutos con la valla invicta) había sido figura descollante en la primera parte con sus atajadas de notable mérito. Sin embargo, a partir del primer tanto del local, conseguido por Poy a los 52’, fue amplia la superioridad del ganador, recibiendo los aplausos del soberano por la exhibición futbolística.
La inmadurez de los jóvenes volantes riverplatenses, superados en la zona de gestación y no comprendían el mensaje y la filosofía de Waldir Pereira “Didí” (48 años), bicampeón del mundo con Brasil, ni el “jogo bonito” ni la “folha seca”, en un River que hacía más de 15 años que no conocía el sabor dulce de un título. Este adiestrador había clasificado a Perú al campeonato Mundial de México ’70, eliminando por primera y única vez a la Argentina de tan magno acontecimiento.
Cuando los volantes millonarios adquirieron experiencia (el “Negro” J. J. Lopez, “Mostaza” Merlo y el “Beto” Alonso, dirigidos por el “Feo” Labruna, el hombre más ganador en la historia riverplatense) aportaron su calidad para ganar seis campeonatos hasta 1980 para el equipo de la banda.
SINTESIS
Central 4
River 0
Rosario Central: Norberto Américo Menutti; Jorge José González, Aurelio José Pascuttini, Alberto José Fanessi y Mario Estanislao Killer; Angel Antonio Landucci, Carlos Daniel Aimar y Carlos Alberto Colman; Ramón César Bóveda, Aldo Pedro Poy y Juan Carlos Heredia (h). DT: Angel Amadeo Labruna.
River Plate: Carlos José Barisio; Jorge Vázquez, Jorge Eduardo Dominichi, César Augusto Laraignée; Juan José López, Reinaldo Carlos Merlo y Norberto Osvaldo Alonso; Joaquín Pedro Martínez, Carlos Manuel Morete y Oscar Mas. DT: Waldir Pereira “Didí”.
Goles: en el segundo tiempo, 52’ y 80’ Poy, 70’ Landucci y 80’ Bóveda, todos para R. Central.
Cambios: 60’ Néstor Lionel Scotta por Morete (RP) y 80’ Silvio Carlos Fogel por J. C. Heredia (RC).
Cancha: Colón.
Arbitro: Alberto Ducatelli.
Público: 25 mil personas.