Siete días con pádel de altísimo nivel en Roland Garros llegaron a su cierre tras el último punto del Greenweez París Premier Pádel Major, el primer campeonato de esta magnitud en un escenario que es un templo del deporte mundial, hogar de leyendas del tenis sobre polvo de ladrillo.
El certamen terminó siendo para Juan Lebrón y Alejandro Galán, la dupla española que en los papeles partía como favorita a terminar consagrándose como campeones en la Philippe Chatrier, la renovada y maravillosa cancha central de RG, que albergó en total a más de 25 mil personas desde las primeras rondas clasificatorias hasta el juego de este domingo.
Allí, bajo el mismo techo donde festejó Rafa Nadal hace un mes y medio, ahora ya no sobre la arcilla naranja sino sobre una carpeta azul y rodeados de blíndex, Lebrón y Galán hicieron vibrar a una multitud, en especial al buen número de espectadores españoles que se acercaron para alentar a los líderes del ránking mundial.
Del otro lado, los argentinos Juan Tello y Federico Chingotto "estuvieron a tope", como se les escuchó decir a los colegas españoles en la zona de prensa. Dieron pelea con una entrega digna del aplauso, pero deberán conformarse con haber llegado por primera vez a la final de un Major, y a seguir trabajando para aprovechar la próxima oportunidad que tengan para dar un paso más en su ascendente carrera.
Tras un primer set que les tocó correr de atrás, los argentinos igualaron el match y lucharon hasta el último punto.
Tras un primer set que les tocó correr de atrás, los argentinos igualaron el match y lucharon hasta el último punto.
Tras ocho temporadas juntos, lo que los caracteriza como la pareja más duradera del circuito, el de Cruz del Eje y el de Olavarría tuvieron un gran torneo, sensación que quedó clara el día sábado cuando vencieron en semis a Di Nenno y Navarro, que venían de ser campeones en Doha y subcampeones en Italia, los dos Majors que antecedieron a este de París.
Pero contra Lebrón y Galán la cosa no pintaba sencilla. "Son la mejor combinación que existe", había advertido hace unos meses, en el diario Olé, el entrenador argentino Mariano Anmat, el cerebro detrás de esta dupla que combina una buena edad (tienen 27 y 26 años, respectivamente), potencia, talento, orden táctico y una química que en esta disciplina se hace fundamental para coronar el éxito.
El único punto flaco de los españoles es su temperamento, aunque el trabajo de todo el equipo que los rodea, incluidos psicólogos deportivos, parece estar dando sus frutos porque vienen imponiendo su jerarquía por encima de las adversidades del propio juego o de la atmósfera de los partidos.
La mejor muestra la dieron el sábado, en las semis, cuando barrieron de la cancha a Stupaczuk y Lima en apenas 40 minutos de partido, cediendo apenas un game. Y en la final... la final fue un capítulo aparte y distinto a todos.
Un verdadero partidazo
La superioridad de Lebrón y Galán quedó marcada desde el principio, ganando el game inicial en cero. Lograron igualar a los argentinos, con un gran Chingotto. Pero los españoles insistieron con su ataque voraz y una resistencia prodigiosa cada vez que tocó devolver. Así se fueron llevando game a game a pesar de algunos toques de gran calidad de Tello.
Con el marcador abajo 1-4 y Tello al servicio, el intento de los argentinos por bajarle el ritmo al partido quedó manifiesto. Y dio resultado.
Sin embargo, de ese 2-4 parcial al 3-6 que terminó liquidando el primer set pasó un suspiro. Y la sensación de que Lebrón y Galán no estaban teniendo ese "mal día" necesario para poder derrotarlos. Fueron 27 minutos según la estadística, y apenas un quiebre de distancia. Pero el dato clave fue la cantidad de puntos ganados: 28 de los españoles contra apenas 18 de los argentinos.
Mirá tambiénTres argentinos jugarán la final del Master Pádel de Buenos AiresEl segundo set sirvió de muestra para rendirle respeto al carácter y la tenacidad de los argentinos. En lugar de quebrarse mentalmente y sucumbir ante el dominio del rival, salieron a pelear como si estuvieran empatados en cero. Fue así que se pusieron 1-0 arriba, 2-1, 3-2, 4-3 y 5-4 después, levantando la temperatura de una Philippe Chatrier deseosa de ver más y más pádel.
Pero lo que a Tello y Chingotto les costaba sangre, sudor y lágrimas, léase puntazos dignos de hacerse virales; Lebrón y Galán lo obtenían con una naturalidad asombrosa, por ejemplo pegando desde el fondo y sacando la pelota con ángulos y potencias increíbles.
No se entregaron los argentinos y a esa actitud le sumaron la efectividad necesaria en este tipo de definiciones. Tuvieron un punto de set y no dudaron: fue 6-4 tras 40 minutos de palo y palo, llevando la final a un tercer parcial.
El tercer set comenzó con la misma intensidad que el segundo, otro punto a favor de los argentinos, que no se confirmaron con pelear sino que fueron por el partido. Tello mantuvo su saque y el último punto llegó tras sacar la pelota afuera, y a los argentinos por primera vez arriba en el tanteador.
Un partido de pádel, como pasa con el tenis, está lleno de detalles. Y el séptimo game estuvo lleno de puntos que pudieron quedar para un lado o para el otro, como un passing cruzado de Galán que derivó en la ventaja para los españoles y el quiebre tras otro punto imposible.
Con el 3-4, hubo sensación de partido encaminado para los españoles, intratables con el saque. Fue así que se llegó al 4-5 con el saque de Ale Galán, que no tardó en liquidar el match. Los españoles, cómo Rafa, fueron dueños de Roland Garros