Lunes 9.10.2023
/Última actualización 19:58
En Central hay sensaciones encontradas. Por un lado, el receso por las Eliminatorias Sudamericanas servirá para que los lesionados terminen de recuperarse, pero también llega en un momento inconveniente porque frena el envión que traen los dirigidos por Miguel Ángel Russo tras ganar el clásico y vencer a Huracán el viernes en el Gigante.
El duelo ante Vélez recién se llevará a cabo el próximo jueves 19, a las 21.45, nuevamente en Arroyito, y para ello faltan demasiados días como para mantener "altos" a los jugadores.
Uno de los objetivos que tenía el cuerpo técnico post algarabía clásica, era que sus dirigidos no se relajen y encaren el duelo ante el "Globo" de Parque Patricios con la misma convicción y seriedad que tomaron el partido ante el rival de siempre.
Russo trabajó mucho esta parte y le salió bien. Central se mostró sólido en todas sus líneas y sumó seis de seis para volver a meterse en la pelea por la clasificación a los cuartos de final de la Copa de Liga y, sobre todo, quedar cada vez más cerca de asegurarse un lugar en las copas internacionales del próximo año.
Con diez días por delante, seguramente el DT deberá utilizar otro tipo de recurso para sostener a los futbolistas metidos, aunque se sabe que cuando no hay competencia, es más difícil encarar la motivación.
El rival, Vélez, está atravesando un difícil momento con la posibilidad de descender después de 80 años en la máxima categoría y esto también puede tener un significado contradictorio para los auriazules. Las diferencias futbolísticas son tantas entre uno y otro equipo que esto puede generar algún tipo de relajación y ante un conjunto tan apremiado como los de Liniers esto sería un error garrafal por parte del "Canalla".
Pensando en el doble objetivo, está claro que si Central sigue sumando conseguirá primero el boleto internacional y peleará con grandes chances el título de la Copa de la Liga. Luego de enfrentar a Vélez, los de Arroyito viajarán a Alta Córdoba para medirse contra Instituto, otro de los conjuntos que mira la zona baja, recibirá a Argentinos Juniors, jugará en el estadio Claudio "Chiqui" Tapia contra Barracas Central, será local de River y finalizará su participación en el grupo ante Arsenal en Sarandí, en lo que seguramente será el último partido en Primera del equipo del Viaducto ya que su estadía en la máxima categoría pende de un hilo y es cuestión de horas para que descienda.
Los calendarios en el fútbol argentino son difíciles de explicar, pero a Central poco le importa y buscará aprovechar que, de los últimos ocho partidos, cinco los tiene en el inexpugnable Gigante de Arroyito y sus tres visitas son ante equipos, a priori, accesibles. Aunque, así como sus estadísticas como local son impecables, el Canalla baja mucho sus números y rendimiento una vez que viaja fuera de Rosario.
Russo, que siempre se caracterizó por ser medido, tanto en la victoria como en la derrota, prefiere ir partido a partido y en silencio, para sumar la mayor cantidad de puntos fuera de casa. Por lo bajo, sabe que está haciendo una gran temporada con un plantel que perdió jerarquía tras la salida de Alejo Véliz y Gino Infantino, pero fue encontrando en nombres que quizás no eran muy conocidos por los hinchas, pilares que sostienen este gran presente.
El uruguayo Facundo Mallo y el colombiano Jaminton Campaz son hoy por hoy dos aciertos del entrenador y de esta dirigencia que apostó por ellos y en base a buenas actuaciones se ganaron un lugar en el corazón de los hinchas que reconocen cada intervención.
Campaz fue figura ante Huracán a pesar de no estar ciento por ciento desde lo físico, por lo que este tiempo será aprovechado para que pueda hacer trabajos de menor intensidad y así explotar más tiempo sus cualidades.
Russo no quiere distracciones ni dar ventajas en la recta final. Quiere al plantel tan metido como estuvo ante Newell's y el Globo. Por eso espera que este tiempo de parate le juegue a favor y no en contra.