No fue la temporada más “tranquila” para CRAI, por llamarla de alguna manera. Las lesiones de muchos jugadores, fueron un factor clave para el rendimiento a lo largo de 2022.
El Capitán del equipo “Gitano”, ya piensa en lo que será la próxima temporada, luego de un complicado 2022, donde las lesiones en el Plantel Superior fueron determinantes.
No fue la temporada más “tranquila” para CRAI, por llamarla de alguna manera. Las lesiones de muchos jugadores, fueron un factor clave para el rendimiento a lo largo de 2022.
Uno de los que no estuvo exento a las dolencias, fue el Capitán “Gitano”, Alejandro Molinas quien decidió, pese a ser un especialista en seven, dar por finalizado el año para recuperarse bien y estar a punto para el que viene. Molinas arrastró una lesión en una de sus rodillas desde un amistoso en febrero.
“Con cualquiera de CRAI que hables te va a decir los mismo: fue un año difícil para todos. Siempre hay lesiones, pero dio la casualidad que fueron muchas y graves, con operaciones, recuperaciones largas. Fue una sumatoria que empezó a pasarnos factura. Y, además, hubo muchos chicos que dejaron y encima no acompañaron los resultados. Es decir, fue un cúmulo de cosas que nos costaron, pero de a poco estamos empezando a salir adelante y mejorar para el año que viene”, comenzó diciendo el medio scrum en diálogo con “La Guinda” (FM Láser 92.5, miércoles de 20 a 21.30).
Respecto al hecho de aquellos que dejaron, Molinas dijo: “No me quiero agarrar de la pandemia y decir que nos pegó mal, porque fue algo que nos afectó a todos. Pero sí, nos afectó. Terminamos un 2019 jugando la final del Torneo del Interior B, perdiendo en la última jugada. Fue una gran temporada esa para el club. Y dos años después, tenemos una realidad totalmente diferente, la cual peleamos y es muy dura. Pero apostamos a que en 2023 todos los que dejaron este año que vuelvan”.
Al haber muchos lesionados y jugadores que dejaron por distintos motivos, no quedó otra en el Plantel Superior de CRAI que “subir” de manera anticipada a chicos de la M19. “Son parte del Plantel Superior. Y el año que viene, cuando en teoriía debería subir, seguirán estando, donde sea que les toque. Queremos ser un plantel amplio. Y ahí arrancar, ver para donde vamos y dónde juega cada uno”.
“Fue mi primer año como líder del grupo. Me apoyé mucho en los más grandes como Canu (José Canuto), Jorgito Qüesta que cuando dejó de estar fue cuando más me aconsejó. Además, jugar con él fue de las mejores cosas que tuve. Hablé mucho con Gogui (Salvador Damiani) que fue muchos años capitán, y es el mayor referente que tengo en el club, alguien que sabe llegarte, te ayuda mucho. Este año no jugó mucho, pero desde donde estuvo, me ayudó. Lógico que no terminó siendo el año que soñé. Cuando arrancó y sabía que iba a ser el capitán tenía una emoción terrible. Hay que estar en las buenas y en las malas. Este año fue de un gran aprendizaje para estar más fuerte que nunca los años que vienen. Fue muy difícil, pero me pude apoyar en mis compañeros, nunca estuve solo. Todas las semanas era solucionar un problema. El grupo estuvo bastante fuerte también”.
Dentro de un contexto adverso, Molinas rescató que “lo positivo fue que a mitad de torneo pudimos tener idea de lo que estábamos jugando, pese a tener un plantel tan chico, con un promedio de 22/23 años. No se nos dieron los resultados, pero les jugamos de igual a igual a todos los equipos. Eso es una realidad. Todos los fines de semana eran casi siempre igual, como que nos faltaba un poquito. Pero está claro que hoy estamos un paso más abajo, nos falta experiencia, y también desde lo físico y el juego. Esto, respecto a los otros equipos, porque no es casualidad que pierdas todos los partidos por la mínima o en lo último. Claramente algo nos está faltando”.
Haciendo un “mea culpa”, el conductor “Gitano” dijo: “Para mi nos faltó tener más en claro tomas de decisiones en los últimos 15/20 minutos. Los conductores somos responsables quizás de eso, de no tener una idea clara de qué hacer, o estar acostumbrado a un juego viejo del CRAI de meterle con el pack de forward. Y capaz que es un año que no tenemos los mismos forwards que antes, en el cual estábamos acostumbrados a llegar y marcar con ellos. Hoy tal vez no estamos para jugar ese tipo de rugby y sí tal vez algo más dinámico y abierto, porque tenemos jugadores más livianos. Y de eso tal vez nos dimos cuenta un poco tarde”.
“Una de las cosas positivas para rescatar de este año es que el grupo estuvo muy fuerte. Porque podríamos haber salido para cualquier lado y todos juntos nos dimos cuenta la realidad en la que estábamos. Y seguimos peleándola, tratando de seguir adelante, y creo que esto nos servirá para poder madurar, crecer y darnos cuenta de la realidad. Algo que hablamos permanentemente. Esto debe servirnos de aprendizaje”, concluyó confiado Alejandro Molinas.