Luego de lo que fue su incursión por el ATP 500 de Viena, en Austria, donde cayó en los cuartos de final frente al estadounidense surgido de la qualy Francis Tiafoe por 6-4 y 7-6 (8-6 en el tie break), Diego Schwartzman debutó en el Masters 1000 de París en una verdadera batalla frente al australiano John Millman.
El Peque nunca estuvo cómodo ante el oceánico. La escena más llamativa fue cuando el porteño destrozó su raqueta en una descarga impulsiva que además generó una insólita dolencia, dado que se le clavaron varias astillas en su mano izquierda. Una reacción que debió interrumpir el complejo duelo, dado que el singlista argentino debió ser atendido por el personal médico para continuar con su compromiso.
Con la mente más fría, Schwartzman se recompuso a los puntos largos que le propuso su rival y se quedó con la victoria en 2 horas y 58 minutos de juego, con parciales de 7-6, 5-7 y 6-2 para avanzar a la segunda ronda del certamen francés, donde se medirá con el vencedor de la serie que animarán Frances Tiafoe y Marcos Giron.