El Litoral
La tenista estadounidense Serena Williams reveló que estuvo a punto de morir en septiembre de 2017 tras dar a luz a su primera hija.
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DPA
"Casi muero tras dar a luz a mi hija, Olympia. Todavía me considero una afortunada", señaló la ex número uno en una columna que escribió para la web de la cadena CNN.
Williams, de 36 años, fue madre por primera vez a principios de septiembre y aunque ya había admitido que el parto había sido complicado, no lo había explicado con tanto detalla.
"Mi hija nació por una cesárea que se me practicó de emergencia porque su ritmo cardíaco bajó drásticamente durante las contracciones", precisó la campeona de 23 Grand Slam.
Aunque el parto salió bien, la pesadilla de Williams empezó 24 horas después. "Fueron seis días de incertidumbre", indicó.
La estadounidense, que padece problemas de respiración, sufrió una embolia pulmonar. "Esto provocó una serie de complicaciones y tengo suerte de haber sobrevivido. Primero, la herida de mi césara se abrió por la tos intensa que tenía cuando sufrí la embolia. Los médicos encontraron entonces un gran hematoma en mi abdomen. Después volví al quirófano para evitar que los coágulos llegaran a mis pulmones. Cuando finalmente llegué a casa con mi familia, tuve que pasar las primeras seis semanas de maternidad en la cama".
"Si no fuera por sus cuidados profesionales, no estaría aquí ahora", añadió Williams, considerada como una de las mejores tenistas de todos los tiempos.
Casada con el empresario Alexis Ohanian, La estadounidense regresó al tenis hace diez días en un partido de la Copa Federación. Llevaba más de 12 meses sin competir.
Williams, embajadora de la ONG Unicef, aprovechó la oportunidad para pedir a la gente que se implique más en los problemas que tienen millones de mujeres para dar a luz a sus hijos.
"Según Unicef, cada año mueren 2,6 millones de recién nacidos. Más del 80 por ciento mueren por causas que se pueden prevenir", indicó la tenista en su columna.