El YPF Buenos Aires Challenger, certamen oficial del circuito internacional de la ATP, que se juega desde el 29 de septiembre hasta el 6 de octubre en el Racket Club de Palermo, tuvo su jornada inaugural el lunes donde Federico Coria (93°), máximo favorito y subcampeón del torneo en 2023, debutó con una trabajada victoria frente al ecuatoriano Álvaro Guillén Meza (261°) en tres sets.
El rosarino, finalista en dos oportunidades del circuito ATP, se sobrepuso a un primer parcial irregular y logró la victoria por 5-7, 6-1 y 6-2. "El año arrancó excelente y las expectativas fueron muy altas, me costó manejarlo. Hoy la vi negra, fue un partido difícil porque Álvaro es un buen jugador. Le va a ir bien", elogió Coria a su rival en la primera ronda.
Además, el primer preclasificado agradeció el apoyo de su público, en especial los fanáticos que cosechó desde su aparición como youtuber: "El Mojarrismo es eso: no somos los más talentosos pero sí sobresalimos en luchar hasta el final. Me hace feliz afuera de la cancha".
En octavos de final, Coria tendrá enfrente a su compatriota Gonzalo Villanueva (411) que llega tras superar las tres instancias de clasificatorios.
Ausencias en el banco
A pesar del triunfo, Coria contó que para él “fue muy difícil mentalmente”. “No tuve a nadie en mi banco. Ni Charly (Berlocq) ni el Gringo (Schneiter) ni mi kinesiólogo estaban ahí y por eso le agradecí a un amigo que vino a acompañarme”, comentó Fede después de su victoria. El hecho no fue ni un reproche ni una demanda, simplemente, parte de una decisión que develó las ausencias de entrenadores en ambos bancos de los jugadores, y se encargó de esclarecerlo.
Coria continua en un buen momento deportivo. Crédito: Argentina Open
“Yo entreno con Alvarito (Guillén Meza, su rival de este lunes) y compartimos entrenadores. Como yo estoy más arriba en el ranking y juego torneos con mucho más dinero en premios, soy el que más aporta y me correspondía a mí tener a ellos en mi banco. Pero él tiene 21 años, recién empieza y no tiene esa posibilidad, entonces, sugerí que nuestros entrenadores no estuvieran con ninguno de los dos. Eso fue muy duro para mí, porque yo preciso de ellos cerca. Pero creo que era lo mejor”, así narró el Top 100 argentino, lo que había sido una sorpresa. Además, agregó de manera risueña: “Mientras nosotros nos matábamos en la cancha, ellos dos (Charly y el Gringo) se tomaban un cafecito en la terraza del torneo”.