El golfista estadounidense Tiger Woods conducía a una velocidad de entre 135 y 140 kilómetros por hora, el doble del límite permitido en el tramo de la ruta en la que se accidentó el 23 de febrero pasado, según lo revelaron este jueves las autoridades del condado de Los Ángeles, en los Estados Unidos.
"Woods conducía entre 135 a 140 kilómetros por hora en el tramo de carretera cuesta abajo en las afueras de Los Ángeles, que tenía un límite de velocidad de 72 kilómetros por hora", dijo el alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, en una rueda de prensa.
La investigación del accidente reveló que la excesiva velocidad y la incapacidad de tomar la curva en la carretera fueron las causas del siniestro, que dejó a Woods "gravemente herido" tras sufrir fracturas en la tibia y el peroné de la pierna derecha, además de heridas en los huesos del pie y del tobillo, que lo tuvieron varios días internado en el hospital Harbour UCLA de Los Ángeles.
Estas lesiones podrían dejar fuera del circuito internacional profesional de golf a Woods, según los expertos, aunque el golfista no se ha pronunciado al respecto.
Las investigaciones apuntan a que Woods aceleró cuesta abajo, en lugar de reducir la velocidad en ese tramo de carretera, y que cruzó dos carriles en sentido contrario antes de chocar contra un árbol, lo que provocó que su vehículo diera varias vueltas.
El golfista, de 45 años, estaba en la zona para disputar el torneo anual de golf Genesis Invitational en el Riviera Country Club en Pacific Palisades, cerca de Santa Mónica, en Los Ángeles.
Woods es uno de los golfistas más exitosos de todos los tiempos, con un récord de 683 semanas en la posición número uno del mundo, más recientemente desde marzo de 2013 hasta mayo de 2014.
El deportista, nacido en Cypress (California), ganó el Masters de Augusta en cinco ocasiones; tres el Abierto de Estados Unidos; y otras tres el Abierto Británico, entre otros títulos.