"Terminó la Liga y los jugadores de Barcelona se fueron de vacaciones, al mismo tiempo los del Bayern se prepararon como guerreros", dice el "Torito".
"Terminó la Liga y los jugadores de Barcelona se fueron de vacaciones, al mismo tiempo los del Bayern se prepararon como guerreros", dice el "Torito".
El 6 de diciembre de 1970, Unión jugaba su último partido en Primera, ya con el descenso consumado y con un triunfo que no le agregaba nada: 1 a 0 a Argentinos Juniors con gol del querido y siempre muy bien recordado, "Patón" Rossi. El wing izquierdo de Unión, ese día, fue el "Torito" Zuviría. Garzón; Sanseverino, Artucio, Rossi y Casal; Héctor Scotta, Toyé y Fredes; Yabó, Genolet y Zuviría fueron los 11 que puso Humberto Dionisio Maschio en esa tarde nublada en Santa Fe. Ese fue el último partido del "Torito" con la camiseta de Unión y ni siquiera se imaginaba, a esa altura, lo que le iba a deparar el destino. Se fue a Argentinos Juniors, luego al Racing de Santander y terminó en el Barcelona, donde se convirtió, como muchos dicen, en el argentino más famoso antes que Messi y Maradona. "Me había ido de Argentinos Juniors a Racing de Santander y ahí jugué cuatro años. Estaba muy cómodo y la gente me quería muchísimo, por eso no pensaba en irme. Hasta que el presidente del club me dijo que me vendían al Barcelona. Llegué de un equipo pequeño a uno tan grande como el Barcelona. Sentía que había tocado el cielo con las manos", cuenta el "Torito", recordando esos 161 partidos y 33 goles con los que festejó cuatro títulos en Barcelona.
Hace siete años, tuve la posibilidad de comprobar lo que es Rafael Zuviría en ese club. Se abren las puertas y todos reverencian a aquél zurdo que jugaba arriba en Unión y que terminó de marcador lateral. Todos lo conocen, todos lo saludan y él camina los pasillos y las explanadas del club como una de esas reliquias a las que se les hace honor eterno por lo que fueron para la institución. Y el "Torito" es uno de ellos. Su palabra es válida por donde se lo mire y habló en La Primera de Sol.
-¿Cuánto vale ese golazo que en Barcelona lo tienen como uno de los mejores de la historia?
-Por lo visto, mucho. Faltaban cuatro minutos y era la semifinal de la Recopa, levanté la cabeza y ví que había dos o tres compañeros míos fuera de juego, así que arranqué. Dejé en el camino a dos o tres, a puro amague y me fui al gol. Fue contra el Anderlecht.
-¿Qué se dice por allá de la situación con Messi?
-Ufff... ¡Acá hay un revuelo bárbaro!... Pero se equivoca Leo. Acá lo quiere muchísimo la gente y no creo que algún club pueda pagar lo que él gana. Antes del 10 de junio, que era la fecha original que debía dar para anunciarle al Barcelona su salida, no dijo nada, pero ahora lo dice porque se fue Suárez... Yo lo quiero mucho a Leo, siempre hablo con él, es un súper crack, no hubo otro como él, pero creo que lo hace de calentón...
-¿Te sorprende, por su forma de ser, que esté fastidiado con la dirigencia?
-El jugador siempre choca, de una forma o de otra, con la directiva, la gente estaba mentalizada que se iba a ir en algún momento, por la edad que tiene, pero no así. ¿Cuanto le queda?, uno o dos años como máximo. Ahora, ir a otro club y ensamblar, no creo que lo haga, le va a pasar lo mismo que le pasa en la selección.
-¿Y qué le pasa en la selección?
-El tiene que pensar que no es fácil ir de un equipo a otro y decir acá estoy yo, como ocurre en el Barcelona... Para mí es el mejor, pero le va a costar... ¡Qué se yo...! Si se va al PSG lo tiene a Mbappé y Neymar y se puede acoplar más rápido, pero no va a ser fácil.
-¿Venía complicada su relación con Bartomeu?
-¡El es dueño del Barcelona!... Cuando digo él, me refiero a Messi... Si Leo dice tres palabras, adiós el presidente...
-¿Vos pensabas que iba a terminar su carrera en el Barcelona?
-Yo creía que sí, que iba a terminar su carrera acá... Tiene su familia, tiene todo... Sus hijos, que van al colegio, en Inglaterra o Francia van a tener que hablar otro idioma, es otra forma de vida... Fue de calentón... Por Suárez... A lo mejor, si se va, ganamos... En Real Madrid pasó con Cristiano Ronaldo, pero no es fácil...
-¿Y los hinchas?
-Se escuchan toda clase de opiniones... Algunos dicen que no se va a ir... Es difícil tomar una decisión, con todo lo que la gente lo quiere...
-¿Cuál es el problema con Bartomeu?
-Mirá, acá el problema fue no haber ganado un título...Si el Barsa no gana un título, no sirve para nada. Ya llevan dos años sin ganar y cinco sin ganar la Champions, por ahí viene el problema. ¿Sabés qué se necesita?, un técnico como Rinus Michel... ¡Un soldado de guerra...! Alguien que domine al jugador y no que el jugador lo domine... Rijkaard y Guardiola pudieron hacerlo, se ganaron muchos títulos en un año... Estaban todos confiados en que se iba a seguir ganando y se vino todo abajo... Y este año se pierde la Liga... ¡Esta Liga se podría haber ganado con los ojos cerrados!
-¿Y si alguien viene y paga la cláusula de rescisión?
-Y bueno, el contrato dice que se debe quedar un año más y, el que lo quiere, que pague 700 millones... Con algún otro ingreso se puede llegar a los 1.000 millones y con eso se puede armar un buen equipo.
-¿Qué pensás de Koeman?, ¿puede encontrarle la vuelta a la situación?
-No he sido compañero de Koeman y como técnico, en el Valencia, no me ha gustado. No sé si es el técnico para Barcelona. Estar en la selección de Holanda es más fácil que estar en un equipo... ¡Los jugadores de Valencia no lo querían!
-¿Cuál sería el ideal?
-Guardiola... Klopp... Ese me gusta mucho, Klopp, el de Liverpool... Y también el que tiene el PSG... Hay dos o tres técnicos buenos, que se hacen respetar... Setien es amigo mío, pero calladito, no le grita a los jugadores, el entrenamiento fue rondito, rondito... Y así no, querido... ¡Hay que trabajar...! El Barsa tiene que saber que los equipos chicos se meten atrás y Leo solo no puede, le salen de a tres o cuatro y no puede él solo...
-En el partido con el Bayern, al margen de lo futbolístico, se notó una abismal diferencia física...
-¿Sabés qué pasa?, que se terminó la Liga y se fueron de vacaciones... Y el Bayern se preparó como un guerrero... Hay que tomar oxígeno, correr... Nunca lo ví al Barsa comiéndose ocho goles... Se fueron a Ibiza, de vacaciones, mientras que los otros se prepararon para la guerra.
-¿Y Valverde?
-¡Valverde tampoco!... Es un tecnico muy joven, lo pasan por encima. Con tal de estar en un club grande, se dejan dominar. Y eso no va, querido... No va...
"Unión-Colón es más fogoso que Barcelona-Real"
-¿Jugaste clásicos en Santa Fe?
-¡Sí claro...! El último fue uno en el que el Larguirucho Martínez se erró un gol abajo del arco, frente a la tribuna de las Bombas... Y en la jugada siguiente nos metió el gol Motura...
-¿Incomparable con un Real-Barcelona?
-Y... De jugar con 15 o 20 mil, pasás a jugar con 100.000, es un cambio total. Siempre digo que en el Camp Nou, la gente fumaba y el humo salí para arriba... Yo le decía a mis compañeros: 'Mirá, nos están cocinando como a los indios? (risas)... Gritaban, tenés que hacerte querer, porque si no te vuelven loco con los insultos...
-¿Y en Argentina?
-¡No...! ¡Nada que ver! En Argentina la gente es fogosa, alienta todo el partido... Acá no... Acá te aplauden, sí, gritan, pero allá en la Argentina vibran.
-¿Cómo fue tu salida de Unión?, ¿te vendieron?
-Cuando descendimos en el '70, me fui a Sportivo Belgrano de San Francisco y cuando volví al año siguiente me dieron el pase libre... Estuve dos temporadas en Argentinos Juniors, luego cuatro en el Santander y de ahí me compró el Barcelona, donde estuve otros cuatro años y me quedé a vivir.
-Y una vez contaste que con Maradona no jugaste...
-De compañero no, pero una vez vino Argentinos Juniors a jugar al Camp Nou... Lo marqué yo... Al otro día, un diario de acá, de Barcelona, puso: "Vinimos a ver a Maradona y lo terminamos viendo a Zuviría"... ¡Pavada de elogio!