Martes 16.6.2020
/Última actualización 22:05
El primer tiempo de Barcelona ante Leganés no fue bueno, más allá de que terminó con una ventaja de 1-0 parcial por el gol marcado por Ansu Fati. Porque la visita desarrolló un buen planteo defensivo, marcando bien a los hombres que hacen la diferencia en el equipo de Setién. Entre ellos, Lionel Messi, desde ya.
Incómodo, el 10 argentino arrancó por la derecha y luego se fue tirando más al medio al no poder entrar en el circuito de juego de su equipo. Se lo notó fastidioso por momentos al no lograr desnivelar.
Y aunque en general fue bien controlado por sus rivales, en una ocasión lo hicieron de una manera poco ortodoxa. Unai Bustinza, capitán del conjunto de Javier Aguirre, tuvo que recurrir a un tackle para pararlo.
Sí: por un momento, el 3 de Leganés cambió de deporte. Jugó al rugby al sujetar a Messi con sus dos brazos y mandarlo al suelo, impidiendo que continuara con su carrera.
Al principio, Leo lo miró con cara de pocos amigos y, en señal de respeto, su rival le extendió la mano para levantarlo. Obviamente, se llevó la correspondiente amarilla. Y Leo terminó aceptando las disculpas,