Sábado 9.7.2022
/Última actualización 19:30
En un partido cambiante y emotivo hasta el final, Unión sumó tres puntos de oro ante Banfield por la 7ma. fecha del torneo de la Liga Profesional. El “Tatengue” se impuso por 3 a 2 ante un rival al que volverá a enfrentar el próximo martes por los 16avos. de final de la Copa Argentina.
Fue un encuentro de ida y vuelta en el que el equipo rojiblanco cambió palo por palo y se llevó todo. Lo pudo haber goleado si hubiera acertado en dos o tres momentos clave del encuentro, como también se lo pudieron haber empatado, precisamente, por dejar vivo a su rival.
Un poco por el desgaste que significó el partido del martes pasado ante Nacional y otro tanto pensando en el del martes que vendrá, Gustavo Munúa se inclinó por una formación alternativa. Alentado también por el dato no menor de que los últimos dos encuentros en el torneo local los había disputado con el equipo “muleto” y sumado los seis puntos en juego: ante Boca en la Bombonera y frente a los suplentes de Lanús en el 15 de Abril.
Por contrapartida, Claudio Vivas no se guardó nada y puso lo mejor que tenía a mano. Priorizó la posibilidad de mantenerse en los puestos de vanguardia antes de enfocarse en el próximo partido en el que inmediatamente volverá a enfrentar al Tatengue.
Desde el punto de vista físico, la rotación le hizo bien a Unión. Porque empezó más metido que su inconexo e impreciso rival y se mostró con la intensidad que le gusta a su DT. Para colmo se puso en ganancia de movida, con una volea de Bryan Castrillón tras un centro que envió desde la izquierda Cañete.
La ventaja tempranera no llamó la atención. Antes del gol del colombiano -su primero con la camiseta rojiblanca- Unión ya había dado muestras de ambición y peligrosidad, presionando la salida de un Banfield errático y dubitativo.
El “Taladro” tardó en reaccionar y acomodarse ante la asfixia de Unión, que le tapó la salida a Domingo, recuperó rápido la pelota y siguió atacando por el sector izquierdo, donde el cafetero encontraba vía libre para jugar. Por ese lugar generó un tiro de esquina a los 15 minutos que Agüero estuvo a punto de transformar en el 2-0 con un cabezazo que salió cerca del segundo palo.
Del casi gol tatengue, el partido pasó sin escalas al empate hasta ahí inmerecido. En la primera jugada asociada de Banfield, Galoppo combinó con Urzi y habilitó a Ramiro Enrique que entró muy solo a la espalda de los centrales y batió a Moyano con un derechazo alto.
La igualdad en el resultado equilibró el trámite, aunque el equipo de Munúa siguió inquietando por el costado izquierdo. Allí se volcó con preferencia Cañete para juntarse con Castrillón y con Esquivel, que se sumó al ataque con criterio y peligrosidad.
Por ahí construyó Unión, a los 27 minutos, la jugada que lo volvió a adelantar en el marcador. Cañete tocó en corto para la trepada del lateral y éste mandó un centro a la cabeza de “Pajarito” Juárez, que la empujó al gol.
De inmediato Munúa buscó acomodar el medio rojiblanco, porque en un trámite de ida y vuelta, Banfield con el correr de los minutos fue encontrando espacios para tocar por abajo y encontró casi siempre libre a Galoppo. Lo sacó a Bucca y mandó a la cancha a Portillo para que se reparta el círculo central con Nardoni.
En el tramo final de la primera parte, Unión se replegó y dejó crecer el juego de Banfield, que buscó inquietar por la zona derecha de la defensa tatengue. El local estuvo cerca de la igualdad con un tiro libre de Galoppo que Moyano mandó al córner con la ayuda del poste derecho y en una jugada similar al 1-1 parcial que obligó a una buena estirada de Polenta para despejar el peligro.
Así las cosas, el Tatengue se pudo haber ido al descanso con una ventaja mayor. No lo hizo porque Juárez desperdició de manera increíble lo que hubiera sido el 3 a 1, en tiempo de descuento, luego de que Castrillón desbordara por la izquierda y lo dejara de cara al arco desguarnecido.
A la vuelta de los vestuarios, Vivas mandó a la cancha al paraguayo Erik López en reemplazo de un Matías González que perdió casi siempre con Esquivel y no tuvo peso en el primer tiempo.
El dueño de casa comenzó mejor, con Galoppo haciéndose cargo de la pelota en la mitad del campo y Enrique moviéndose por todo el frente de ataque. Y, aunque Unión avisó con un disparo de media distancia de Cañete que se fue apenas por arriba del travesaño, el “Taladro” evidenció algunos desacoples defensivos en el rival, que tuvo serios problemas para frenar a Enrique.
A los 15 minutos Galoppo lo puso a correr al hijo del “Negro” y éste fusiló a Moyano desde adentro del área. Pero Unión respondió con la misma letalidad y Cañete -tras otro venenoso centro de Esquivel- marcó el 3 a 2 con un cabezazo que se metió de emboquillada sobre un “Beto” Bologna que no atinó a reaccionar.
Otra vez abajo en el marcador, el DT local buscó acumular gente en ataque y mandó a la cancha al centrodelantero Cruz. El hijo del “Jardinero” se presentó en el partido con una chance clarísima, a la salida de un tiro de esquina, que Moyano le tapó a puro reflejos en la puerta del área chica.
Munúa respondió con el ingreso de Calderón en la defensa y la presencia de Machuca para darle más oxígeno a un cansado mediocampo. Y más tarde agotó variantes con Peralta Bauer y Zenón.
El partido siguió de ida y vuelta hasta el final, con la mitad de la cancha como mero lugar de paso y jugadas clarísimas en las dos áreas. Zenón pudo haber liquidado cuando Peralta Bauer peleó una pelota en el área y tocó atrás para su llegada solitaria, pero el volante se la entregó a Bologna que se había patinado. Y en la respuesta lo perdió el local porque primero Moyano le tapó un remate a Coronel y el rebote le cayó a Maxi Cuadra, pero le ahogaron el grito del empate en la línea.
El epílogo llegó con Banfield atacando por todos lados y Unión resistiendo para defender una victoria tan importante en lo matemático como en lo anímico. En el primer rubro, porque los tres puntos le sirven para meterse en la parte alta de la tabla (llegó a los 13 puntos cuando los líderes iniciaron la fecha con 14) y, de paso, ubicarse en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana del próximo año.
Pero además, con la actuación ante el “Taladro”, el elenco rojiblanco dio muestras de estar vivo, de haber superado el golpe que le propinó Nacional y de que, como advirtió el propio Munúa tras la eliminación de la semana pasada, “no quiere parar”.