Por Ricardo Porta
Pipo Gorosito arregló el zafarrancho pero el uruguayo Munúa sigue “viendo otro partido”.
Por Ricardo Porta
Mientras Pipo Gorosito, en tres partidos, arregló el zafarrancho que encontró, su colega sigue caminando en la oscuridad sin encontrarle la vuelta a su equipo. Pongamos tan sólo como referencias los partidos jugados ante los rosarinos: Munúa arrancó sin un nueve o referencia de área. Sacó a Cañete y Machuca y terminó jugando con dos “nueve”. Pipo, por su parte, dijo después del partido frente a Gimnasia: “No me gustan los equipos que no corran... que no transmitan algo”. Frente a Ñuls, metió una desconocida presión y no llegó a su primera victoria porque se le negó el gol.
“Tenemos que insistir y seguir trabajando en la definición”, el latiguillo en las conferencias de Gustavo Munúa. Hace más de un año. Gorosito le da confianza a sus jugadores. Subió a primera y lo respaldó a Stéfano Moreira. Munúa, en cambio, jamás sostuvo a jugadores de reconocidas capacidades. Los pone, los saca o los cambia de funciones.
Pipo se dio cuenta de que había que recuperar físicamente a toda la plantilla y ordenó un plan que se está cumpliendo a rajatabla. Pero diciéndole a la dirigencia que los resultados no se dan de un día para el otro. Hay que ser pacientes y esperar. En ese renglón (el físico), el DT oriental no tuvo problemas, pero no lo aprovecha. Podemos continuar con otros ejemplos. Pero he dado los que creo, son los más notorios.
En Rosario y después del “puntito” que logró el Tate (un puntazo dijo Munúa en conferencia), hubo mucha bronca contra el responsable táctico-estratégico rojiblanco, que sigue aferrado a su cargo bancado únicamente por Luis Spahn. Por el lado de Colón el público reconoció el cambio de imagen de un partido a otro del equipo.
Para mí, hoy, es esa la pequeña gran diferencia entre una plantilla y la otra. Claro está que Colón tiene en el Conejo Benítez y Wanchope más posibilidades de gol que su tradicional adversario. Gorosito ha demostrado buscar variantes y arreglarse con lo que tenía. En cambio, Munúa “sigue viendo otro partido”.