“La ventaja que tenemos aquí es que siempre jugamos partidos de mucho nivel, tenemos la Nations League por ejemplo. Cuando lleguemos a la Copa del Mundo, estaremos listos. Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar a la Copa del Mundo. En Sudamérica el fútbol no está tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando mirás las últimas Copas del Mundo siempre son los europeos los que ganan”, fue la frase ruidosa del talentoso crack Kylian Mbappé.
En ese momento, antes de Qatar 2022, los números metían miedo: la última alegría continental era Brasil, campeón del mundo en Corea-Japón 2002. Habían pasado 20 años y la tele nos mostraba festejando ser los mejores en los mundiales a Italia, España, Alemania y Francia. Nosotros, en Sudamérica, mirábamos con la ñata contra el vidrio. Apenas esa casi hazaña de la Selección Argentina en Brasil llegando a la final de la mano de Sabella.
Hoy, varios meses después, la frase de “Donatello” se le volvió en contra como un boomerang. La Selección Argentina ganó la Copa del Mundo de la FIFA en Qatar a…Francia justamente; la Sub 20 de Uruguay se quedó con el título ante Italia. Antes, de yapa, Argentina le ganó la Finalissima a Italia en Wembley.
Recuerdo, con Nery Alberto Pumpido recién asumido como Secretario General Adjunto de la Conmebol, la nota exclusiva de El Litoral con Alejandro Domínguez en su oficina de Paraguay de más de media hora en la tranquilidad de Luque.
“Ya ganamos el campeonato económico y financiero. La Conmebol estaba fundida; recuperamos muchos fondos de la corrupción. Ahora, necesitamos ganar en la cancha”, decía Alejandro Domínguez. Antes, el mismo Nery declaraba al diario de Santa Fe: “Tenemos que volver a ganar algo; no podemos estar 20 años viendo festejar a los europeos. Hay que trabajar para eso”.
De a poco, se “gestionó” ganar. ¿Cómo?. Estando al lado de las selecciones sudamericanas, con presencia física e incentivo económico. Alejandro Domínguez prometió diez millones de dólares si un sudamericano levantaba la Copa FIFA en Qatar.
Una anécdota: cuando Perú jugó la repesca del otro lado del mundo, Domínguez le pidió a Pumpido que viajara para estar al lado de Ricardo Gareca y sus jugadores. No se dio; pero la idea de ganar se gestionó.
Ahora, con Argentina campeón del mundo en mayores con Messi en Qatar y Uruguay campeón del mundo en Sub 20, las copas volvieron a Sudamérica.
El próximo gran desafío, sin dudas, es muy claro: el Mundial FIFA 2030, el de los 100 años. Conmebol va por todo y quiere que esa Copa, por historia, vuelva a Sudamérica un siglo después de cuando todo empezó con la pelotita.