La tensión por el último descenso que está en disputa en la Copa de la Liga Profesional de Fútbol Argentino genera algunas situaciones de desborde en los protagonistas. Tal fue el caso este último sábado de Sebastián "el gallego" Méndez, el entrenador de Vélez, quien se vio desbordado por sus emociones tras el empate 1-1 del conjunto de Liniers con Argentinos Juniors en la tarde de este sábado.
La apremiante situación de Vélez es lo que hizo que los nervios le ganaran al "gallego" Méndez. Ante ese estado anímico decidió interrumpir la conferencia del prensa y algunos medios partidarios aseguran que sufrió una crisis de nervios en el vestuario. Según los trascendidos, estaba muy molesto con la tarea del árbitro del encuentro, Pablo Echavarría, al punto que habría provocado daños en las instalaciones del vestuario visitante en el estadio de La Paternal.
Es que el Fortín ganó uno de los últimos cinco partidos, pero si lograba una victoria en La Paternal se alejaba de los equipos de Santa Fe que se encuentran luchando por no descender (le sacaba seis puntos a Colón y cinco a Unión, antes de que jueguen) y podía jugar con mucho más margen en la última fecha en Liniers, justamente ante el sabalero. Ahora, ese encuentro en el José Amalfitani tomará una trascendencia distinta, mientras que Argentinos permanece con posibilidades de clasificarse a la Copa Sudamericana 2024.
Mirá tambiénAsí quedaron las tablas de posiciones y descenso tras el empate de VélezEl gol inicial de Claudio Aquino se opacó por la igualdad de Luciano Gondou, pero el arbitraje fue el protagonista de la tarde en La Paternal con dos decisiones controvertidas de Pablo Echavarría contra el Fortín, que pelea por evitar el descenso a la Primera Nacional.
El VAR, a cargo de Nazareno Arasa, convalidó distintas determinaciones del juez principal de manera errónea y privó a la visita de tener dos penales a su favor: uno sucedió con el resultado 1-0; el otro en el tercer minuto adicionado del segundo tiempo con el 1-1.
El pitazo final del juez principal derivó en una masiva protesta y el entrenador Sebastián Méndez intentó trasladar tranquilidad a sus jugadores para evitar una posible expulsión de cara al último partido ante Colón
Sin embargo, el "gallego" Méndez no pudo ocultar su amargura ante los medios de comunicación al momento de dar la habitual conferencia de prensa tras el desarrollo del partido. "No tengo más ganas de hablar, perdónenme, que tengan buenas tardes, nos vemos”, dijo el entrenador, abandonando la sala antes de tiempo, traicionado por la bronca acumulada.
Mirá tambiénColón-Unión: un descenso y dos pasiones en este domingo de locosMéndez solo contestó dos preguntas antes de retirarse, donde esbozó un breve análisis de lo ocurrido con el referí: “No hablé nada con el árbitro. Fui a sacar a mis jugadores porque tenemos que jugar un partido más todavía. Hicimos un muy buen primer tiempo. Nos pusimos en ventaja merecidamente, tuvimos opciones de irnos al descanso con más: tuvimos una pelota en el palo. En el segundo tiempo, nos costó un poco más por todo lo que nos estamos jugando y... No hay más análisis. Lo demás lo tendrían que decir ustedes, yo no”.
“Cada uno sacará sus conclusiones, muchachos. No tengo más ganas de hablar, perdónenme, que tengan buenas tardes, nos vemos”, finalizó la conferencia de prensa de manera intempestiva.
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