Un 17 de mayo, pero hace 42 años, Carlos Alberto Reutemann obtuvo el que fue el último triunfo de un piloto argentino en la Fórmula 1.
Fue en el Gran Premio de Bélgica en Zolder en 1981, pilotando un Williams. La carrera estuvo marcada por huelgas y accidentes.
Un 17 de mayo, pero hace 42 años, Carlos Alberto Reutemann obtuvo el que fue el último triunfo de un piloto argentino en la Fórmula 1.
Fue en el Gran Premio de Bélgica en Zolder de 1981, donde "Lole" se impuso con el Albilad-Williams Racing Team tras obtener la pole position y marcar la vuelta rápida con 1'23.300.
Fue una carrera especial ya que todo el fin de semana estuvo marcado por la polémica: huelgas, reclamos por mayor seguridad, abandonos y choques accidentales a mecánicos, uno de ellos por parte del propio Reutemann
La segunda posición la consiguió el Ligier del francés Jacques Laffite, quien partió en novena colocación, y el podio lo completó el británico Nigel Mansell con Lotus. Fue su 12° triunfo.
Precisamente el campeonato mundial de pilotos de F1 1981 fue en el cual el santafesino logró el subcampeonato y que hasta el día de hoy mantiene la polémica.
En la misma temporada, ya en el TAG Williams Team, alcanzó el segundo puesto en Gran Bretaña y el tercero en Italia. En 1982, su último año, llegó a un segundo puesto en Sudáfrica.
Los argentinos que más cerca estuvieron de repetirlo fueron Esteban Tuero en San Marino 1998 con Fondmetal Minardi Team SpA y Gastón Mazzacane en Europa 2000 con Fondmetal Minardi, ambos 8°.
Esta edición del Gran Premio belga estuvo atravesada por manifestaciones de los pilotos, huelgas de ciertos equipos e incluso la muerte de un mecánico con Carlos Reutemann involucrado.
Durante los entrenamientos del día viernes, el santafesino atropelló de forma involuntaria al mecánico del equipo Osella Giovanni Amadeo, quien se había tropezado en los boxes mientras que el argentino salía hacia la pista. El italiano sufrió una doble fractura en el cráneo y murió a los tres días.
Este incidente potenció el reclamo latente de mayor seguridad en los autódromos por parte de los mecánicos y pilotos.
La huelga dura más de lo pensado y no todos están de acuerdo con la medida. La división entre ellos hace que los constructores ingleses Ecclestone, Williams y Chapman se pongan rápidamente de acuerdo y hacen partir sus autos en medio de la protesta. Los huelguistas no tienen opción: subirse a sus vehículos y partir.
Esta secuencia, en una competición y tiempos menos profesionalizados, provoca un nuevo accidente. Derek Ongaro, el lanzador oficial de la Fórmula 1, aceleró la largada y cuatro mecánicos se quedaron dentro del trazado.
Tres logran eludir los vehículos, pero un cuarto, que intentaba poner en marcha el auto de Ricardo Patrese, queda entre los rodados. Siegfried Stohr, compañero de equipo de Patrese, buscando ganar cuanto lugar pueda al llegar a la primera curva, embiste al Arrows de Patrese y atropella al mecánico David Luckett
Afortunadamente, sólo fueron fracturas en las piernas y su vida nunca corrió peligro.
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