Un momento muy esperado para el básquet argentino se produjo este sábado por la noche en Buenos Aires. El reencuentro de la Generación Dorada, el equipo que ganó la medalla de Oro en Atenas 2004 y otros tantos logros a nivel país.
Ginóbili, Scola, Nocioni, Delfino, Oberto y todo el equipo que conquistó el Oro en Atenas 2004 tuvieron su partido reencuentro.
Un momento muy esperado para el básquet argentino se produjo este sábado por la noche en Buenos Aires. El reencuentro de la Generación Dorada, el equipo que ganó la medalla de Oro en Atenas 2004 y otros tantos logros a nivel país.
Plantel completo. Juan Ignacio Sánchez, Emanuel Ginóbili, Alejandro Montecchia, Fabricio Oberto, Walter Herrmann, Gabriel Fernández, Hugo Sconochini, Luis Scola, Leonardo Gutiérrez, Andrés Nocioni, Carlos Delfino y Rubén Wolkowyski. Dirigidos por Rubén Magnano y su cuerpo técnico.
Los fanáticos no dejaron nada librado a la azar. Agotaron entradas y unas tres horas antes ya hacían fila en las afueras del estadio Mary Terán de Weiss.
Hubo emociones para todos los gustos. Dentro y fuera del campo de juego, las sentimientos de añoranza para el mejor equipo de básquet argentino de todos los tiempos se hicieron sentir.
Además de los dorados, había otras glorias del deporte nacional en las tribunas y sectores VIP. Se prendieron a dar pases con Marcos Milinkovic, Germán Chiaraviglio y Paula Pareto. Los fueron a ver Juan Martín Del Potro, Santiago Lange, Cecilia Carranza, Federico Molinari, ex compañeros como Leandro Palladino y Juan Gutiérrez, y sus ex técnicos Guillermo Vecchio, Julio Lamas y Sergio Hernández.
También hubo saludos en video de Gabriela Sabatini, Ricardo Darín, Luciana Aymar, Diego Torres, Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y Gregg Popovich, el legendario entrenador multicampeón de la NBA con San Antonio Spurs, que le pidió a Manu unas fotos. “No me quiero imaginar las risas en el reencuentro con vino”, bromeó Pop.
La noche culminó con el esperable partido entre los jugadores y algunos amigos invitados.
“Esto no se puede creer. Es increíble que hayan venido a vernos. No pasa en todos lados. Gracias totales, de corazón”, habló Manu microfono en mano.
“El vehículo siempre es el equipo. Gracias a nuestras familias y a ustedes por esta gratitud y este abrazo”, sentenció Magnano.