La primera vez de esto fue en 2007. ¿Dónde? En Francia. Y las historias, por más se escriben página por página, a veces se vuelven a repetir.
Trabajaron el partido, tal como se hace en estas instancias. Los argentinos fueron de menor a mayor y vencieron a Gales 29 a 17.
La primera vez de esto fue en 2007. ¿Dónde? En Francia. Y las historias, por más se escriben página por página, a veces se vuelven a repetir.
16 años después, Los Pumas otra vez se metieron entre los cuatro mejores equipos del mundo. Y no fue casualidad.
ARGENTINA, sí, así, en mayúsculas, hizo todo para ganar. Trabajó el partido como debía hacerse. Con inteligencia, pero también, con unos HUEVOS (sí, también en mayúscula) impresionantes.
Los Pumas se impusieron 29 a 17, y acá, te contamos la historia.
El partido empezó a todo ritmo. Ambos equipos arrancaron con muchas ganas de jugar. Algo que ponía el ambiente mucho más lindo aún.
Argentina fue quien tuvo la primera posibilidad de sumar por intermedio del pie derecho de Emiliano Boffelli, pero no tuvo puntería.
En la primera decena de minutos del partido, más allá del estudio habitual entre rivales, Los Pumas tenían más la pelota, pero no eran concretos. No definían qué hacer.
Algo que sí tenía en claro Gales. Tres veces hizo lo mismo en terreno rival. Apertura del medio scrum, pelota al 10, redoble de éste, gente que sobraba y la marca que en la tercera oportunidad que ocurrió lo mismo, “hizo agua”. Try de Biggar debajo de los palos.
En ese momento, en el del try, algo que vemos poco: se lesionó el árbitro. El sudafricano Jaco Peyper sufrió un tirón (a simple vista) en una de sus piernas que le impidió seguir dirigiendo. En su reemplazo, el asistente número 1: el inglés Karl Diickson.
El experimentado “10” inglés manejaba los tiempos del partido. Y además, estaba certero a los postes. Por esa vía, el partido se puso, cerca de la primera media hora, 10 a 0 para los británicos.
Los Pumas otra vez, como en varias oportunidades durante este mundial, estaban desorientados dentro de la cancha. El uso del pie, por ejemplo, fue muy malo cada vez que se implementó. Con pelotas cortas o dejadas adentro de la cancha en zonas que no generaban nada.
Con tiempo cumplido (de corrido) pero con un par de minutos aún por jugar, llegó el descuento de Argentina merced a un penal de Boffelli ejecutado debajo de los palos.
Y quedó tiempo para algo más. Contra luego de capturar una pelota de aire por parte de Juan Cruz Mallía que evita varias marcas. En el medio, una ventaja a favor de Los Pumas. Dickson pita, pero Josh Adams no escucha, “se pasa de rosca”, y le mete un hombrazo a Cubelli.
Todos imaginamos lo mismo: amarilla para el galés y tres puntos seguros. Solo pasó lo segundo, ninguno entendía nada.
Final de la primera etapa con un 10 a 6 en favor de Gales, pero con una reacción de Los Pumas sobre el epílogo, que hacía que todos nos ilusionemos para que los que venían, no sean los últimos 40 minutos de Argentina en el mundial.
Y el envión, en el arranque se mantuvo. Salida a favor de Los Pumas y se atacó en campo rival hasta otra vez generar una infracción que fue “facturada” por el rosarino Emiliano Boffelli.
Y el ex Duendes de a poco empezaba a convertirse, una vez más en una pieza clave del equipo. Un “penalazo” atrás de mitad de cancha le daba, por primera vez, la victoria parcial a los argentinos, para delirio de toda la gente presente.
En el momento que Los Pumas “eran más”, ocurrieron dos cosas que aún en el complemento no habían pasado: 1) Gales pasó por primera vez la mitad de cancha a los 18 minutos; 2) Try de Tomos Williams, aprovechando que no había “poste” al lado de la formación.
Otra vez, con medio tiempo por jugar todavía, Argentina corría de atrás en el tanteador.
A diez minutos del final. Momento clave. Penal para Los Pumas. Pelota al line, a “buscar el partido”. Seguidilla galesa de tres infracciones seguidas. En el medio, los ingresos de Creevy y Sclavi, para darle aire a los “gordos”. Argentina siempre optó por lo mismo: line y maul. Siempre fueron seguras las pelotas y el maul avanzaba. Pero también la defensa galesa hacía su trabajo. Pero, como dice el dicho, la “tercera es la vencida. Y luego de insistir varias veces, el “Toror” Sclavi terminó apoyando su try.
Los Pumas: 1- Thomas Gallo (Sclavi), 2- Julián Montoya (C) (Creevy), 3- Francisco Gómez Kodela (Bello), 4- Guido Petti (Alemanno), 5- Tomás Lavanini, 6- Juan Martín González, 7- Marcos Kremer, 8- Facundo Isa (Bruni), 9- Tomás Cubelli (Bazán Vélez), 10- Santiago Carreras (Sánchez), 11- Mateo Carreras, 12- Santiago Chocobares (Moroni), 13- Lucio Cinti, 14- Emiliano Boffelli, 15- Juan Cruz Mallía.
Gales: 1- Gareth Thomas (Domachowski), 2- Ryan Elias (Lake), 3- Tomas Francis (Lewis), 4- Will Rowlands, 5- Adam Beard, 6- Jac Morgan (c), 7- Tommy Reffell (Tshiunza), 8- Aaron Wainwright, 9- Gareth Davies (T. Williams), 10- Dan Biggar (Costelow), 11- Josh Adams, 12- Nick Tompkins, 13- George North, 14- Louis Rees-Zammit, 15- Liam Williams (Dyer).
Tantos para Los Pumas: tries de Sclavi y Sánchez, ambos convertidos por Boffelli; cuatro penales de Boffelli y uno de Sánchez.
Tantos para Gales: tries de Biggar y Tomos Williams; dos conversiones de Biggar; penal de Biggar