"El problema de la Argentina es que estamos creciendo mucho" y, por ende, cuando el país crece "faltan dólares". ¿Acaso para que haya dólares el país debe dejar de crecer?
Alberto Fernández dijo que "crecer mucho" es un problema. Las cifras en parte lo avalan, pero en perspectiva presentan un problema: hay deterioro intermensual.
"El problema de la Argentina es que estamos creciendo mucho" y, por ende, cuando el país crece "faltan dólares". ¿Acaso para que haya dólares el país debe dejar de crecer?
La pregunta del economista Enrique Szewach parece ironía pero es literalidad. Las medidas con las que el Banco Central busca acumular reservas suponen frenar la importación, lo que a su vez impacta en las perspectivas de la actividad económica.
Bien leído, el último informe del Indec sobre Estimador de la Actividad Económica, si bien reconoce una suba interanual a marzo del 4,8% (es el último dato oficial disponible), también apunta una baja de 0,7% respecto a febrero en la medición desestacionalizada.
Más acá en el tiempo, otro indicador de mucha confianza entre los actores de la economía nacional es el que ofrece Orlando Ferreres. Según informó esta semana, la actividad económica registró en mayo un avance de 7,2% en la comparación interanual, lo que podría avalar -en parte- la apreciación presidencial.
Pero también apuntó que el dato "refleja más el estado de la economía del año pasado que la actual". Es que el acumulado para los primeros cinco meses del año señala una expansión de 5,1%.
"Pero la medición desestacionalizada mostró -siempre en mayo- una contracción de 1,2% respecto al mes precedente", lo que ratifica indicadores que vienen marcando que la actividad se detiene aún con índices de inflación altos. El riesgo estanflacionario ya ha superado la línea del rumor.
Respecto de la comparación interanual, el informe de Ferreres explica que "en efecto, hace un año el rebrote de contagios del Covid generó una contracción económica, aunque mucho menor a la de 2020. Así, la baja base de comparación afectó particularmente al comercio, a algunos rubros manufactureros y a la ganadería, esta última perjudicada por la suspensión temporal de exportación de cortes vacunos que se decidió en aquel entonces".
Añade que "la actualidad de la marcha económica la refleja mejor la medición desestacionalizada, que arrojó para el quinto mes del año una contracción de 1,2% respecto de abril".
Vienen "mayores deterioros"
Dice el informe de Ferreres que "hacia adelante esperamos que la situación macroeconómica sufra mayores deterioros. Al gobierno se le cerró el acceso al mercado de financiamiento en pesos y la calma cambiaria llegó a su fin.
"En este contexto -señala- las posibilidades de desacelerar la marcha inflacionaria son casi nulas y el cumplimiento de las metas acor-
dadas con el FMI quedará cada vez más lejos. El frente externo también presenta desafíos, con las principales potencias subiendo las tasas para controlar la inflación y dispuestas a pagar el precio de una menor actividad económica, llevando a los activos a refugiarse en mercados de menor riesgo".
Cabe recordar que de los 32 mil millones de dólares que la Argentina importó en 5 meses este año, sólo 3.600 millones son bienes de consumo, e incluso entre ellos hay rubros como medicamentos no sustituibles y equipos de transporte no industriales más vehículos de pasajeros, todos afectados a servicios económicos.
El resto son máquinas, bienes intermedios e insumos, cuya demora en ingresar al país supone baja en la actividad de la economía. Eso e importación de combustibles -4.641 millones, 205% más que en los 5 primeros meses de 2021- constituyen el "festival de importaciones" que denunciara Cristina Fernández.
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