Pese a que la Construcción se encuentra atravesando un buen momento por su nivel de actividad, los altos índices de inflación están empezando a afectar de forma negativa en un sector clave como es la obra pública.
Desde la Cámara Argentina de la Construcción delegación Rosario señalan que, si bien no hay un freno de los trabajos, sí se detecta una disminución “de hecho” en la obra pública. Los pagos que se están recibiendo llegan con un retraso que se ven superados por la inflación, lo cual no alcanzan a cubrir los trabajos realizados. Cómo impacta en el sector.
Pese a que la Construcción se encuentra atravesando un buen momento por su nivel de actividad, los altos índices de inflación están empezando a afectar de forma negativa en un sector clave como es la obra pública.
Si bien no hay freno de trabajos, sí se empieza a vislumbrar una merma “de hecho”, dado que los pagos cuando llegan no alcanzan a cubrir los trabajos realizados, lo cual genera complicaciones para continuar con los desarrollos antes la escalada de precios en los materiales, según contó a El Litoral Rubén Llenas, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción Rosario.
Lo paradójico es que la Construcción está en un momento inmejorable, aunque ahora detectó una leve caída. El rubro en el país aumentó 7,2% interanual en junio, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), aunque “se retrajo 1,8% respecto del mes previo anterior (mayo).
Sin embargo, el mismo Indec arrojó que hubo un aumento en el consumo de algunos materiales de la construcción en junio respecto a mayo, por ejemplo: 24,5% en hormigón elaborado; 22,3% en placas de yeso, 20,6% en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción), entre otros.
Mientras tanto se registraron bajas de 8,2%en ladrillos huecos, de 4% en asfalto y de 1,9% en mosaicos graníticos y calcáreos.
En base a lo que indica Llenas, “hay problemas que tienen que ver con cuestiones macroeconómicas” relacionadas a la inflación y al alza de precios de los materiales. Respecto a la inflación, que es lo que “más molesta” -como en cualquier otra actividad económica-, se agravó un poco más porque en la obra pública hay características especiales a tener en cuenta”.
Resulta que “se rige por unos sistemas de ajustes que implica que se vaya cobrando recién después de los cuatro meses de comenzado el trabajo, y es allí donde se detecta una pérdida en más de un 20%, producto de la alta inflación que se viene registrando. Es decir, el problema puntual está allí.”, indicó el titular de la Cámara.
La inflación de julio alcanzó un récord en las últimas décadas y fue de 7,4%, informó este jueves el Indec. De esta manera, la suba de precios en los primeros siete meses del año fue de 46,2% y, en los últimos doce meses, la cifra acumulada trepó a 71% por ciento.
Esta inflación está provocando una merma en la obra pública “de hecho”. Es que, de alguna manera, se van “ralentizando” un poco los trabajos teniendo en cuenta el nivel de inversión que tienen que hacer en la curva de trabajo las empresas, siguiendo los lineamientos establecidos que indican los contratos. “Esta situación no permite recuperar lo que ya se ha hecho por el sistema de ajustes”, aclaró.
En la obra pública se está sufriendo mucho más que en la obra privada, “porque en esta última, si bien hay inconvenientes como en cualquier rubro de la construcción, no se está atravesando la misma situación” con los pagos que en la obra pública.
Sin embargo, Llenas aclaró que tanto la Provincia como la Nación “no están teniendo trabas en la cadena de pagos”, en realidad “pagan en tiempo y forma”, por ahora, pero el proceso está determinado por normas y leyes que “no se ajustan a esta coyuntura”.
Es que estas normativas están pensadas para un nivel inflacionario mucho más bajo. “Yo diría que estas leyes soportan hasta un 30%, 35% de inflación anual, pero cuando nos alejamos como ahora que se superará el 50% interanual, las normas no son las adecuadas para desarrollar obras públicas”, describió.
La obra pública es una actividad anticíclica, porque cuando se atraviesa momentos turbulentos, no solo sostiene el empleo directo, sino también trabajo indirecto. Se estima que por cada empleo directo que se genera se producen entre tres y cuatro de forma indirecta. Es decir, la obra pública “no se puede frenar”.
Llenas expresó que se encuentran en “contacto” con la Provincia y que se están intentando aplicar paliativos para evitar que estas trabas en los pagos se interpongan en los desarrollos. “Estamos en diálogo y vamos viendo qué podemos hacer en este contexto de una inflación tan alta”.
Finalmente, el titular de la Cámara cerró: “Con relación a los materiales, están llegando, no hay desabastecimiento. Sí, hay retraso, porque los que están en el medio no tienen referencia de precio con lo cual nos encontramos en un escenario con conflicto en cuanto a cuánto cuesta cada material, pero no hay faltante por ahora”.