Ivan Werning, un economista argentino que se desempeña como profesor de Economía del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), explicó las razones de la nueva baja de tasas con las que el Banco Central (64,82% efectiva anual, 50% nominal) deja a los plazos fijos en torno al 4,2% promedio mensual. Son cifras por debajo de la inflación (se espera un 9% o algo menos en abril) que desincentivan los depósitos bancarios pero no impactan al dólar gracias al cepo, cuya salida no es inminente.
“Es de manual decir que hay que subir tasas para combatir la inflación, pero la situación no es de manual por 2 razones”, posteó Werning. “La tasa hoy paga a un pasivo enorme del BCRA y del Tesoro”, cuyos efectos serían de relevancia. “La raíz de la inflación es fiscal”, advirtió el especialista en implícita justificación de “la licuadora” que mejora los balances de la autoridad monetaria. “Bajar inflación es difícil sin recesión: ¿subimos la tasa para generar recesión?”, se preguntó el economista con ironía. Para responder de inmediato con literalidad: “ya tenemos mucha recesión, por ajuste fiscal en parte”.