El Banco Central -que no subió las tasas nominal anual del 133%- adjudicó $190.810 millones (unos US$534,3 millones) en Letras de Liquidez (Leliq); vencían $1,82 billones. Ya el martes el BCRA intentó colocar $2,7 billones y solo logró ofertas por el 40%. ¿A dónde irán esos pesos? Se supone que las entidades financieras se quedan en “pases” a un día (las Leliq’s son a 28 días) para evitar sorpresas con lo que haga el futuro ministro de Economía para “desarmar” la bola. Con los pases, las entidades se quedan “a tiro” de retirar el dinero, es decir de tener liquidez, pero sin un destino claro en medio de la incertidumbre.
Si el dinero vuelve a circular, las expectativas inflacionarias y de aumento del dólar vuelven a crecer. Por ahora lo que hacen las entidades es salirse de los “pagarés” que ofrece el BCRA. El martes por la noche -antes de “bajar” a Emilio Ocampo de la futura presidencial del Banco Central- el propio Milei habló a favor de Luis Caputo como un financista con capacidad para “una solución desde los mercados financieros para terminar con el problema de las Leliq’s y el cepo". En redes sociales, el eventual nuevo ministro del BCRA, Demián Reidel, se presenta como “desarmador de cepos”, algo que según el presidente electo sólo sucederá después de desarmar las Leliq’s.