La "transición energética del transporte" no carga biodiésel
El plan nacional procura para 2030 15 mil colectivos y 150 mil camiones funcionando a gas, además de 15% del total del parque automotor con ese combustible y otro 50% con vehículos eléctricos.
"Hablamos mucho del gas porque es el recurso natural que está más disponible en la Argentina y tiene una cadena de distribución que es la más extendida del país", afirmó el ministro Guerrera.
El ministro de Transporte, Alexis Guerrera, trazó la hoja de ruta del Plan Nacional de Transporte Sostenible de cara a 2030. La transición energética pretende fomentar la utilización de energías más limpias para todos los modos de transporte, tanto de cargas como de pasajeros.
El objetivo inicial explícito es 10 mil unidades nuevas de transporte público y particular con movilidad eléctrica y 90 mil unidades a gas. Se ahorrarían 41 millones de litros de nafta y 96 millones de gasoil.
El plan deja en claro lo que ya había definido Darío Martínez -el ex secretario de Energía de la Nación- cuando impulsó en Diputados, junto a Máximo Kirchner y el santafesino Marcos Cleri, el recorte en el uso de biocombustibles. La producción santafesina y cordobesa tuvo que asistir al país en medio del déficit energético y la falta de gasoil, mediante un DNU que puso entre paréntesis la nueva ley. Sin embargo el proyecto de Transporte vuelve a dejar de lado a la producción industrial del biodiésel.
El plan "permitirá generar ahorros para el país, por la reducción y posterior sustitución de importaciones de energía, fomentar la industria nacional, cuidando la salud de las personas y del planeta", según indicó el Ministerio de Transporte en un comunicado de prensa.
"Es una herramienta para coordinar los esfuerzos y que tiene como ejes la incorporación del gas, pero también con una perspectiva a la electromovilidad, que brinde la optimización de los recursos, y creando nuevas normativas", sostuvo Guerrera.
Objetivos explícitos
La estrategia tiene tres programas principales: renovación y adaptación de flotas hacia el gas natural; la movilidad eléctrica y la incorporación de nuevas tecnologías para abastecer vehículos de carga y pasajeros. Se omite explícitamente al biodiésel.
Los ejes del plan señalan la transición energética para cambiar en forma gradual y segura el sistema de transporte; la eficiencia, para incorporar y fomentar la conciencia del uso inteligente y amigable con el ambiente. También señala la justicia ambiental, para disminuir los perjuicios ambientales.
Además agrega que en materia de género y equidad intergeneracional se promoverá la participación activa en los procesos de consulta, ejecución y toma de decisiones; propone trabajar el pasivo ambiental, ya que se busca disminuir el impacto ambiental de los residuos, desechos y material en desuso u obsoleto del sector transporte.
Una mención
"Se busca abandonar los modos de transporte carbono-intensivos y su reemplazo por otras energías y tecnologías limpias como el hidrógeno, baterías ion-litio y biocombustibles, entre otras tecnologías con el objetivo de propiciar el transporte multimodal sostenible". Sólo esa referencia genérica en el programa "hacia nuevas tecnologías", hay en el parte ministerial.
Los responsables del plan
Además del massista Guerrera, estuvieron presentes en la presentación el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié; el secretario de Industria y Desarrollo Productivo en el Ministerio de Economía, José Ignacio de Mendiguren; la secretaria de Energía, Flavia Royón; el jefe de Gabinete de la Jefatura de Ministros, Martín Yáñez; el secretario de Articulación Interjurisdiccional del Ministerio de Transporte de la Nación, Marcos Farina; y el secretario de Planificación de Transporte, Gastón Jaques.
Del encuentro además participaron: el secretario de Control y Monitoreo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Productivo, Sergio Federovisky; la secretaria de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Cecilia Nicolini; el ministro de la Embajada de Alemania, Peter Neven; el oficial de Asuntos Económicos de la Embajada de Estados Unidos, Tobis Nelson; el oficial de Asuntos Económicos de la embajada de Estados Unidos, Patrick Oneal.
También estuvieron el consejero Económico de la Embajada de Italia, Marco Leone; la líder de la División de Transporte del BID, Julieta Abad; la especialista Senior en Transporte del Banco Mundial, Lijiana Sekerinska; representantes de las empresas Scania; Agrale; Grupo Stellantis; Bridgestone; Buquebus; Sturla; Corven; Mercedes Benz; Michelin; Renault; Volkswagen y Volvo; y autoridades de las Cámaras Empresarias de Transporte.
Los unos y los otros
Solamente para el año que viene se estima un ahorro aproximado de importaciones de gasoil de 200 millones de dólares. Asimismo, para 2030, se apuesta a que haya 15 mil colectivos funcionando a gas, generando un ahorro de 1.800 millones de litros de gasoil; 150 mil camiones a gas, reduciendo 2.600 millones de litros el consumo de diésel; y que el 15% del total del parque automotor sea gas.
Cabe recordar que al reclamar la continuidad del decreto de Alberto Fernández que suspendió efectos de la ley que relega al biodiésel, la Cámara Argentina de Biocombustible recordó que "el uso del biodiesel puro B100 en flotas argentinas de transporte público de pasajeros y de cargas muestran la capacidad técnica del biodiésel para sustituir al gasoil en el transporte, además de su contribución a la mejora de la salud pública y el ambiente"
Más de 1300 colectivos de pasajeros urbanos en ciudades como Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Salta, entre otras ciudades, han funcionado con B100 sin problemas y reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero.
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