El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró hoy que la oferta que hizo la Argentina a los tenedores extranjeros de pago de la deuda argentina no se va a modificar, debido a que es “el compromiso que podemos cumplir” y que es “sostenible en el tiempo”.
“Nosotros presentamos la oferta de buena fe, que es el compromiso que podemos cumplir y que constituye sostenibilidad en el tiempo”, dijo.
Agregó que “la deuda era insostenible” y que el Gobierno nacional está haciendo “una reestructuración y un replanteo para que sea posible su cumplimiento” y dejó claro que la “oferta es la que se hizo” y que “de nada sirve hacer una oferta que luego no se pueda cumplir”, dijo el jefe de Gabinete a cinco días del cierre del canje.
De acuerdo a el diario La Nación, los tres principales grupos de bonistas de la Argentina, mediante un comunicado de presna firmado en conjunto, reiteraron su rechazo a la propuesta de reestructuración de la deuda al afirmar que genera “pérdidas desproporcionadas que no son justificadas ni necesarias”. Los acreedores reiteraron de todos modos su voluntad para “discutir constructivamente” un acuerdo.
“Cada uno de los tres grupos de tenedores de bonos y las instituciones que representan, junto con varios otros inversores, desean reiterar y dejar en claro que no pueden respaldar la oferta de intercambio recientemente anunciada por la República, y no entregarán sus bonos en dicha oferta, porque, entre razones, consideran que los términos requieren que los tenedores de bono argentinos sufran pérdidas desproporcionadas que no son justificadas ni necesarias”, indicaron.
Por su parte el ministro de Economía, Martín Guzmán, insistió con que la Argentina está haciendo todo el esfuerzo que puede cumplir en materia de deuda con la oferta que propuso y señaló que el país no le está pidiendo a los acreedores que pierdan dinero sino “que ganen menos”.
Guzmán dijo que incluso antes de la pandemia, el pueblo argentino estaba sufriendo las consecuencias de una economía marcada por la recesión, un elevado desempleo, una inflación fuera de control y dramáticos niveles de pobreza.
Ahora -señaló en una columna de opinión publicada en el diario Financial Times- el Covid-19 ha devastado también a las exportaciones y a los ingresos fiscales.
El funcionario agregó que como en todos lados, el virus ha obligado la implementación de medidas de emergencia orientadas a mantener un mínimo sustento para la población afectada y al mismo tiempo evitar un colapso económico total.
Guzmán ratificó que el gobierno se comprometió a ser honesto tanto con nosotros los argentinos como con los acreedores por lo que los escenarios de pago que se han construido requieren un período de alivio para permitir la recuperación económica y la reconstrucción de las posibilidades de generar ingresos.
“No está claro de qué manera la pandemia afectará las proyecciones económicas a mediano y largo plazo, pero hemos asumido que el crecimiento estará en línea con la trayectoria histórica y hemos utilizado estimaciones realistas del crecimiento de las exportaciones”, dijo.
Y señaló que a pesar de que las cifras aparentan ser modestas, son ambiciosas en el sentido de que suponen una tendencia de mejora económica persistente que permite al sector público mantener superávits primarios y cumplir con las obligaciones de deuda que la propuesta conlleva.
“Nuestra oferta incluye un período de gracia de tres años, una reducción del 5,5% del capital de los bonos y una reducción del 62% de los pagos de intereses. Esto deja a los acreedores con un cupón de bonos promedio de 2,3%, en comparación con su promedio actual de 7%, el cual no es bajo considerando el escenario internacional actual de bajísimas tasas de interés”, precisó.
Y remató: “En resumen, no estamos pidiendo a nuestros acreedores que pierdan, sino que ganen menos”.
Advirtió en ese sentido que forzar una mayor austeridad para pagar más ‘no solo sería desastroso en términos económicos, sino también inaceptable política y moralmente y, en última instancia, insostenible”.
Guzmán dijo que incluso antes de la pandemia, el pueblo argentino estaba sufriendo las consecuencias de una economía marcada por la recesión, un elevado desempleo, una inflación fuera de control y dramáticos niveles de pobreza.
Respaldo de los gobernadores
Todos los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, con excepción del puntano Alberto Rodríguez Saá, firmaron una solicitada publicada hoy en apoyo al gobierno nacional en el proceso de reestructuración de la deuda externa.
En el texto, difundido de cara al vencimiento del plazo para que los bonistas acepten o rechacen la oferta, previsto para el viernes, los mandatarios destacaron la necesidad de “hacer el mayor esfuerzo posible y dar todo el apoyo para que Argentina pueda redefinir sus compromisos de forma sostenible de modo de poder cumplir con sus obligaciones y evitar la cesación de pagos o default”.
En ese sentido, los gobernantes -de distinta extracción política- reafirmaron que “en un contexto mundial adverso y de alta incertidumbre por el impacto del COVID-19, la República Argentina procura ante la comunidad internacional un plan de pagos sustentable y creíble, hecho con seriedad, en base a la capacidad de pagos del país, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo, desterrando cualquier tipo de especulaciones”.
En otro apartado del texto, los mandatarios señalaron su “responsabilidad es construir un gran consenso político, económico y social que nos permita cerrar con los desencuentros del pasado para lograr una Argentina unida en base a las políticas de Estado que perduren para las futuras generaciones”.
El proceso de reestructuración de la deuda sumó en las últimas semana el apoyo de empresarios, académicos, economistas y organismos internacionales, mientras que los principales grupos de acreedores mantienen una posición negativa hasta el momento.