En medio de mayores controles oficiales a las exportaciones de carne, las ventas al exterior continuaron creciendo a buen ritmo, de la mano de la creciente demanda de China.
Mientras las exportaciones de carne vacuna subieron 23,3% interanual en marzo último y alcanzaron un nuevo récord, el consumo interno cayó 9,5%, según datos difundidos por la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes.
En medio de mayores controles oficiales a las exportaciones de carne, las ventas al exterior continuaron creciendo a buen ritmo, de la mano de la creciente demanda de China.
La contracara, es la caída del consumo interno, como consecuencia de la crisis económica del país y los altos precios de la carne, que se encuentra entre los productos de la canasta familiar que más sufrieron la inflación.
En marzo último, la Argentina exportó 52.400 toneladas y fue la primera vez que se superan los 50 mil toneladas en ese período.
La facturación por esas exportaciones alcanzó los 225,2 millones de dólares, un 6,8% por encima del valor generado en marzo de 2020.
En el informe, los especialistas de Ciccra consignaron que otra vez el "mayor volumen exportado compensó la continua disminución del precio promedio que surge de las estadísticas oficiales. El precio promedio se ubicó en 3.066 dólares por toneladas res con hueso, un 7,8% por debajo de doce meses atrás".
De cada 10 kilos exportados por la Argentina, 7,5 se vendieron a China, cuyo mercado una vez más fue determinante para la industria frigorífica local, y explicó la totalidad del crecimiento interanual del volumen exportado.
En total se enviaron a China 39.600 toneladas, lo que representó un 33,5% de aumento en comparación con marzo del año pasado.
Por otro lado, la facturación fue de 132,7 millones de dólares, con casi 14% de aumento interanual.
Según el reporte de la cámara de frigoríficos, "la diferencia en las velocidades de crecimiento del volumen y del valor exportado se explicó por la baja del precio promedio, que fue de 14,7% interanual".
"El precio promedio pagado por los compradores chinos se ubicó en 3.353 dólares por tonelada peso producto en marzo pasado", indicó.
En marzo también hubo exportaciones de carne vacuna a Israel, Chile y Alemania.
La comercialización a Israel fue de 3.652 toneladas, con un 36,3% de incremento anual.
En tanto, a Chile totalizaron 3.073 toneladas, que superó en 12,5% al registrado en marzo de 2020, y los embarques a Alemania ascendieron a 2.084 toneladas, con un aumento del 9,2% anual.
El consumo interno bajó y fue la contracara del aumento que registraron las exportaciones.
Para Ciccra, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna por habitante habría quedado en 48,2 kilos por año.
Con relación a un año atrás, la disminución habría sido de 5,2% y si se lo comparara con el pico alcanzado en abril de 2009, cuando llegó a 69,3 kilos por habitante por año, la merma fue de 30,4%.
En los primeros cuatro meses del año la producción de carne vacuna habría ascendido a 951.700 toneladas y registraría una caída del 3,9% interanual.
Del total producido, el mercado interno habría absorbido un total de 674.200 toneladas y la exportación unas 277.600.
"Esto implicaría que el consumo interno habría caído 9,5% en la comparación interanual, donde 54,1% de la contracción vendría explicada por el menor nivel de actividad de la industria y sólo 45,9% habría sido explicada por el aumento de las exportaciones", indicó el reporte.
Los autores señalaron que "la continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación observados en los últimos tres años, contribuyeron también a explicar la disminución de la demanda interna de carne vacuna y de carnes alternativas", como el pollo.
Añadieron que "la realidad agropecuaria llevó a los productores a hacer uso de las recrías a campo en los últimos meses, las cuales demandan más tiempo para lograr el aumento del peso del animal y, en consecuencia, provocan una caída de la oferta de animales de consumo en el corto plazo".
"Todo esto, además, enmarcado en un proceso general de reversión gradual del ciclo ganadero, que entre fines de 2018 y mediados de 2019 había ingresado en una fase clara de liquidación de existencias, que a partir de 2020 se reflejó en la menor disponibilidad de terneros", precisaron.