Otra industria que la peleó duro durante la pandemia, cuando la actividad social, las fiestas, los encuentros entre amigos y el funcionamiento de bares y restaurantes estaba casi prohibido en el país, fue la industria cervecera.
Apenas pasó la pandemia que generó el Covid-19, se reabrieron bares y restaurantes, volvieron las reuniones sociales, y de a poco la industria cervecera recuperó niveles de producción y venta. Lo que viene es un escenario de inversiones y proyectos.
Otra industria que la peleó duro durante la pandemia, cuando la actividad social, las fiestas, los encuentros entre amigos y el funcionamiento de bares y restaurantes estaba casi prohibido en el país, fue la industria cervecera.
Según los datos de la asociación civil Cerveceros Argentinos, el sector emplea a más de 130.000 personas de forma directa e indirecta en el país, "con una gran cadena de valor que entra en juego desde la semilla hasta la producción de la botella".
"Nuestros socios están presentes en 11 provincias a través de 16 cervecerías y malterías, 15 centros de distribución, 250 distribuidores, la siembra de 1,5 millones de hectáreas de cebada y la cosecha de 300 toneladas de lúpulo; gran parte será la materia prima necesaria para la elaboración de la cerveza", se señala en la página web del sector.
Si nos remitimos a lo ocurrido en la pandemia, el renacer del sector hay que buscarlo en el 2021. El año pasado, la producción argentina de cebada fue de 4.900 toneladas. El séptimo complejo agroexportador de la Argentina tuvo un crecimiento del 19% respecto al 2020, mientras que se produjeron 875.000 toneladas de malta, representando un impacto positivo en el país por su importancia en las exportaciones.
Por el trabajo que viene realizando el sector, Argentina logró fortalecer su participación en la cadena de valor regional posicionándose como el principal proveedor de cebada y malta de América del Sur. Una referencia es oportuna para entender lo ocurrido hace un año: en 2021, Argentina alcanzó un total de exportaciones de cebada, malta y cerveza de 938 millones de dólares, lo que genera una gran recuperación respecto del 2020 para sentar las bases y superar los valores de 2019.
Según los informes a los que accedió este diario, "durante 2020 y 2021, los socios de la Cámara de Cerveceros Argentinos, que nuclea a las principales compañías cerveceras y malteras del país, invirtieron más de 17.950 millones de pesos con foco en producción local, creando nuevos empleos de calidad en todas las provincias de la Argentina".
"De esta manera, el sector se consolida como el mayor inversor en la industria de consumo masivo en los últimos dos años, demostrando un compromiso y la apuesta a largo plazo en el país, a pesar de haber sido una de los sectores más afectados por la pandemia y que, además, percibe una fuerte carga tributaria del orden del 52,4% que deriva, en gran parte, de la tasa efectiva de impuestos internos y la alícuota de ingresos brutos que gravan la actividad en distintas regiones del país", concluyó el comunicado de Cerveceros Argentinos.
Por su parte, también durante 2021, el total de exportaciones de cebada, malta y cerveza de las empresas integrantes de la Cámara de Cerveceros Argentinos alcanzó los 938 millones de dólares, según reflejó un informe del sector.
"En los últimos años, Argentina ha logrado fortalecer su participación a nivel regional posicionándose como el principal proveedor de cebada y malta de América del Sur", destacó el informe.
La misma cámara aseguró que durante 2020 y 2021, la inversión realizada en el país por sus socios alcanzó los 17.950 millones de pesos. "Con relación a esto, es el sector de la industria del consumo masivo que más invirtió, creando nuevos puestos de trabajo de calidad en todas las provincias de la Argentina, de forma directa e indirecta", señaló la Cámara de Cerveceros Argentinos.
La producción de cerveza en la Argentina está representada por una cadena de valor que va desde la siembra hasta la producción de las botellas. Se trata de 15 actividades productivas diferentes, que involucran a 16 cervecerías y malterías, 15 centros de distribución y 250 distribuidores. Son más de 5.000 los proveedores que conforman la red de influencia de la producción cervecera, desde la producción de tapas y botellas/latas, al transporte, los servicios industriales, etiquetas, cajones plásticos y logística, entre muchos otros.
Juan Pablo Barrale, gerente de Asuntos Corporativos de CCU Argentina, sostuvo -en diálogo con El Litoral- que "el sector vivió un 2020 muy complicado" porque "como consecuencia de la pandemia se cerraron bares y restaurantes, y tampoco se permitían las reuniones sociales. 2021 fue de recuperación; fue un buen año para el sector", analizó en el comienzo.
Ante una consulta, "Juampi" Barrale adelantó lo que se viene: "CCU está con un proyecto de inversión muy grande, de más de 6 mil millones de pesos en (la planta de) Luján, para ampliar la capacidad productiva y seguir produciendo cervezas líderes nacionales, como Schneider e Imperial, y líderes internacionales como Heineken, Miller, Sol y Warsteiner. También lanzamos nuestros productos, como Amstel Lager y Salta Cautiva (3 variedades). Es un sector que está actualmente con mucha dinámica", referenció.
Según Barrale, "éste es un año de estabilización . El consumo está estabilizado, todos los proyectos de inversión, en Santa Fe, Salta, los centros de distribución como Sauce Viejo, apuntan a seguir acompañando el crecimiento de la industria y dinamizando las góndolas con innovaciones, con nuevos productos, con nuevas variedades. Este año vamos a lanzar nuevos productos, con el propósito de apuntalar ese crecimiento", apuntó.
Sobre las perspectivas que el sector tiene con respecto a la marcha de la economía, y su implicancia en el mercado, Barrale sostuvo: "Hay muchas incógnitas en la macroeconomía sobre lo que puede resultar el 2023, pero los proyectos de largo plazo siguen vigente y avanzando".
Ante una consulta, resaltó: "El proyecto más importante es el que armamos con Aguas Dadone para integrar el segmento de bebidas sin alcohol, como Villavicencio, Villa del Sur, Levité y Ser y Brío, que para CCU es importante y diferenciador".
En el mundo de los negocios se apuntó que la transacción representa el ingreso de CCU a una nueva categoría de bebidas en Argentina en el que también participa su rival Cervecería y Maltería Quilmes.
En 2020 se vendieron más de 1.700 millones de litros de cerveza en supermercados y restaurantes, y el negocio movió unos $ 143.000 millones, según datos de la consultora Euromonitor. "El 2020 fue muy duro para el consumo, que repuntó recién a fin de año", resaltó el informe.