El gobierno de Omar Perotti cumple 1 año sin aumentar las boletas de luz y agua, en una decisión que contrasta con la política de incrementos tarifarios anuales que caracterizó a las administraciones de Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.
Durante su campaña electoral, el actual mandatario había propuesto congelar el precio a los usuarios de los servicios que dependen de la Provincia. En esa línea, y en adhesión a la nueva política en la materia a nivel nacional, se firmó a fines de enero el decreto 69 mediante el cual se concretó la promesa, que incluyó a la EPE, ASSA y a los peajes. Fue inicialmente por 60 días, pero luego se fue prorrogando hasta garantizar la ausencia de modificaciones tarifarias hasta fin de año.
Hay que ir hasta 2007, durante el gobierno de Jorge Obeid, para encontrar un enfoque similar. Desde el cambio de signo político en la Provincia, hubo al menos dos aumentos anuales, salvo la excepción de 2014, año en el cual hubo una iniciativa de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner para canjear congelamiento en las boletas por fondos nacionales para obras, todo ello con el objeto de desacelerar la alta inflación del momento. Santa Fe fue una de las últimas jurisdicciones en firmar el acuerdo.
De esta manera, la factura de la luz tuvo un salto superior al 3.000% durante los 12 años de administraciones socialistas, pese a que el costo de la electricidad mayorista, principal insumo de la EPE, se mantuvo sin modificaciones hasta la llegada de Mauricio Macri a la presidencia. En el caso del agua, la suba quedó arriba del 2.800%. En todo ese período, la inflación medida por Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC) no llegó al 1.900%, es decir, muy por debajo de la variación tarifaria.
En los decretos de Perotti que dispusieron los congelamientos se puede encontrar el argumento para el giro de 180° respecto del pasado reciente: “resulta necesario contribuir a la atención de la situación de vulnerabilidad económica y social de la población y a dar viabilidad a los sectores productivos” y “aliviar el peso de los gastos vinculados a las tarifas de los servidos públicos, en la economía de los hogares santafesinos, y en la estructura de costos de las empresas, industrias y comercios de la provincia”.
Mientras la inflación entre 2008 y 2019, medida por el propio gobierno provincial, fue 1260%, la tarifa eléctrica aumentó 2949%