Crece el peso del Estado en la renta de las cadenas agrícolas
La rigidez fiscal acrecienta el peso fiscal relativo de los que invierten y trabajan la tierra. El rol de la baja de los precios internacionales y la revaluación del peso.
Sólo 27,2% de los impuestos nacionales al agro son coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales. Foto: Luis Cetraro.
Con menores precios internacionales e impuestos -sobre todo retenciones- sostenidos, en el marco de un peso que se fortalece frente al dólar, no sorprende que el Estado haya incrementado su participación en la renta agrícola, con 97,4% de participación del gobierno nacional, que promete bajar retenciones cuando la recaudación así lo permita.
Según el índice de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), la participación de los tres niveles del Estado en la la renta agrícola fue del 64,3%, un índice que subió 2,8 puntos en octubre respecto del mes anterior.
La medición de diciembre 2024 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola. Gráfico: FADA.
Peor aún, "comparado con diciembre 2023 es 5,4 puntos más alto. Si se desglosa lo que se paga por jurisdicción, 94,7% son impuestos nacionales, 4,7% provinciales y el resto municipales". Esto es indicador de que el "espacio fiscal" de la principal actividad económica de Santa Fe engrosa arcas nacionales sin volver en proporción ni a los inversores privados ni a las arcas santafesinas.
El dato adquiere relevancia por cuanto la actividad agrícola requiere de inversión de los productores en la sostenibilidad del recurso del suelo, mientras que por explotaciones extractivas como las hidrocarburíferas el país paga "regalías" al punto que son 31% de los "recursos propios" de Neuquén, 20% en el caso de Chubut o 18% en Santa Cruz.
El peso nacional
Recuerda Fada que "de los impuestos nacionales, el 67,5% no se coparticipan a las provincias; principalmente son los Derechos de Exportación o DEX.
Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe de FADA, detalló que "a modo de ejercicio, si desaparecieran los DEX la participación del Estado sería del 36%. Un escenario que no sólo sería positivo para el productor sino que permitiría que se generen nuevos puestos de trabajo y mayores inversiones.
La participación
del Estado en soja es del 68,5%, maíz 56,6%, trigo 69,5% y girasol 59,1%. Gráfico: FADA.
"Esto a su vez implicaría un mayor movimiento en diferentes regiones del país y un crecimiento en diversas áreas de la sociedad, sería positivo para todos los argentinos".
Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 64,3%, la participación del Estado en soja es del 68,5%, maíz 56,6%, trigo 69,5% y girasol 59,1%. En el caso de Santa Fe, el peso del Estado en la renta agrícola es del 60,5%.
¿Por qué subió el Índice?
"Los precios comenzaron a caer, principalmente en los primeros meses de 2024, para encontrarse hoy por debajo del promedio de los últimos cinco años", explican desde FADA.
La caída de los precios, aún con mayores niveles de producción tras la recuperación de lo que fue la sequía, hacen reducir el valor bruto de la producción. En este contexto, con precios debilitados, sumado a la pérdida de efecto del dólar exportador, generan una presión mayor en la participación del Estado en la renta agrícola, con un menor valor de la producción.
Frente a septiembre 2024, la principal caída de precios se da en trigo con un 15,6% en su precio disponible en dólares. En soja la caída es del 6,2%, mientras que maíz mejoró un 3,2%. Comparando los últimos 12 meses, (dic 23 – dic 24) los precios de los granos en dólares, muestran una caída del 10% en soja, 4,4% en maíz y 9,3% en trigo.
"Eliminar los DEX significa aprovechar el potencial de las cadenas agroindustriales, con beneficios sobre las economías locales y con el fortalecimiento de la economía nacional", concluye Fada.
El costo de los fletes
El índice Fada analiza -como ejemplo- los costos que entran en juego en una hectárea de maíz. Se consideran los costos de exportación (fobbing), comercialización, transporte, seguros, administración y producción.
En ese análisis resaltan dos puntos: por un lado, el fobbing (el costo de exportación definido como la diferencia entre el valor FOB y el precio FAS de un producto) representa entre el 8% y el 10% de todos los costos involucrados.
"A medida que aumenta la distancia con los puertos, el costo se va elevando" por la incidencia de los fletes. "Es así que vemos que en el caso del maíz, el flete representa el 26% de los costos en Buenos Aires, en Córdoba el 28%, en San Luis el 27%, en La Pampa el 25% y en Entre Ríos el 21%. En Santa Fe, como el grueso de la producción se encuentra relativamente cerca de los puertos, representa el 19%", explica Natalia Ariño, Economista de FADA.
Por otra parte, "una forma de representar el peso de los fletes en el valor bruto de producción de cada provincia es pensarlo en camiones, cuántos camiones de cada 10 que se producen, se van en fletes. En ese caso vemos que en Córdoba, San Luis y La Pampa, 2 de cada 10 camiones de maíz se va en fletes (20%, 19% y 18%% del valor de la producción por hectárea, respectivamente).
"En Buenos Aires y Entre Ríos, 1,5 de cada 10 camiones de maíz se va en concepto de fletes (16% y 15%, respectivamente), mientras que Santa Fe solo 1 de cada 10 camiones corresponde al costo de transporte (11% del valor de producción de maíz)", agrega Pisani Claro".
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