El fuerte aumento de los precios de la soja, el maíz y el trigo permitió a la Argentina engrosar las reservas del Banco Central, contar con más divisas en el mercado cambiario y reducir el déficit fiscal, según un estudio conocido hoy.
La recaudación por retenciones se disparó 187% interanual en el primer cuatrimestre del año, y ya representa el 0,8% del Producto Bruto, su nivel más alto desde 2012.
El fuerte aumento de los precios de la soja, el maíz y el trigo permitió a la Argentina engrosar las reservas del Banco Central, contar con más divisas en el mercado cambiario y reducir el déficit fiscal, según un estudio conocido hoy.
La recaudación por retenciones se disparó 187% interanual en el primer cuatrimestre del año, y ya representa el 0,8% del Producto Bruto, su nivel más alto desde 2012, indicó un informe difundido hoy por la red de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
El reporte sostiene que "la suba en los precios agrícolas representa una ayuda inesperada, que mejoró sensiblemente el panorama macroeconómico para el país en 2021".
Destaca que su influencia fue "decisiva en al menos dos frentes: el mercado cambiario y la recaudación fiscal".
Según el estudio, la suba de los precios internacionales de los commodities agrícolas, en especial de la soja, el maíz y el trigo, "abrió una suerte de debate respecto a qué efectos tiene sobre la economía argentina".
Menciona que las cotizaciones de los principales productos agrícolas que exporta la Argentina vienen teniendo fuertes incrementos desde la segunda mitad de 2020, principalmente impulsados por una fuerte demanda china, el achicamiento constante de los stocks (sobre todo norteamericanos) y la elevada emisión monetaria por la pandemia, que volcó a los fondos especulativos de manera masiva a los mercados de commodities".
"Los precios del maíz, la soja y el trigo en Chicago son hoy, pese a la baja de los últimos días, 59%, 62% y 34% mayores, respectivamente, a los valores promedio de 2019. De esta manera, volvieron a ubicarse en valores no vistos desde 2013 o 2014, dependiendo del producto", indicó CREA en su reporte.
A partir de este fenómeno, que fue altamente volátil, las expectativas de ingresos de dólares al país dieron un salto considerable respecto de lo registrado en 2020.
"Las liquidaciones del agro dieron vuelta el mercado cambiario y el Banco Central pasó de vender divisas a comprarlas en montos significativos", señaló.
El análisis marcó que en los primeros cuatro meses del año el sector de cereales y oleaginosas aportó al mercado de manera neta -descontándole los dólares de las importaciones-, unos US$ 6.000 millones más que en el mismo período de 2020, alcanzando el valor "más alto de la serie de ese período".
Así, junto al ingreso neto de dólares de otros sector de la agroindustria, en los primeros cinco meses del año el BCRA lleva adquiridos en el mercado de cambios US$ 5.727 millones, mientras en el mismo período de 2020 había tenido que vender US$ 568 millones.
A su vez, las compras de divisas "mejoraron la situación macroeconómica general al permitir una recomposición de las reservas", indicó.
Destacó que la suba de los precios internacionales "ayudó a que se dé un reacomodamiento y una suerte de orden a las cuentas nacionales, sobre todo por el mayor aporte en concepto de retenciones que realiza el sector granario argentino".
"La mayor recaudación, junto con la disminución de los gastos por la pandemia y la recuperación de ingresos del resto de los impuestos respecto de los niveles deprimidos de 2020, es uno de los factores que explica la reducción del déficit fiscal en los primeros cuatro meses del año", destacó.
El desequilibrio de las cuentas públicas se redujo al 0,7% del Producto en 2021, versus el 2,2% registrado en 2020.
No obstante, la participación en el PBI de las retenciones podría escalar aún más si se dan una serie de previsiones, señaló el informe de CREA.
Consideró que si se mantienen los precios actuales, con una soja en torno a los US$ 570 la tonelada, la harina en US$ 430 y el aceite en US$ 1.500, la exportación del complejo oleaginoso podría saltar en casi US$ 7.400 millones, "lo cual aportaría 0,9% del PIB de recaudación adicional por retenciones".
"Los precios internacionales de los commodities dieron una ayuda inesperada en un 2021 que ofrecía un panorama complejo, en el marco de la sequía que afectó a la producción agropecuaria", sostuvo.
CREA advirtió, no obstante, que una "reversión de la tendencia y una caída significativa en las cotizaciones de los granos es un riesgo no sólo para los productores, sino también para la macroeconomía".
Con información de NA