En una entrevista con la agencia Télam, Carrera subrayó la importancia de usar la deuda externa para potenciar las exportaciones y la inversión en infraestructura, y rescató el trabajo del Gobierno nacional en la negociación con el FMI como último paso para dar un salto en el panorama de crecimiento a futuro.
A continuación, los principales tramos de la entrevista:
-Télam: Entre 2016 y 2019 las empresas argentinas tomaron deuda por 18.000 millones de dólares pero, en 2020, cancelaron casi 6.000 millones. ¿El problema entonces fue el endeudamiento o el desendeudamiento?
-Jorge Carrera: Es muy bueno que las empresas tomen deuda afuera, sobre todo si es para invertir y comprar insumos. Ahora, el problema es el contexto, donde el sector público nacional, el Banco Central y las provincias también se habían endeudado. A eso se sumó la llegada de la pandemia, que forzó al Banco Central a imponer tasas inusualmente bajas para sostener la actividad económica. Eso hizo que, entre marzo y agosto de 2020, las empresas pudieran tomar crédito muy barato en pesos y venir al Banco Central a cambiarlo por dólares para cancelar toda la deuda.
Individualmente está bien que lo hagan, pero en el agregado de la economía nos genera un problema. No hay reservas ni programa con el FMI que sostengan una cancelación de deuda privada tan rápidamente. Por eso el Banco Central tuvo que pedirles que negocien parte de su deuda, que pagaran en efectivo los intereses y hasta el 40 por ciento del capital y el resto lo negociaran a más plazo.
-T: ¿Cómo evalúa el canje de deuda de YPF?
-JC: La reestructuración de YPF fue una solución muy buena para la Argentina. No sólo porque fue una propuesta integral que permitió a YPF renegociar sus vencimientos y tener plata para su plan de inversiones, sino porque fue un gran ejemplo para el mercado. Si la empresa más grande pudo despejar sus pagos quiere decir que el resto también podrá hacerlo, y que tenemos despejados los vencimientos del sector privado en los próximos años. Para nosotros, como Banco Central, es muy bueno porque nos acomoda el flujo de pagos que tenemos de aquí a 2023.
Que no extrañe que, a partir de ahora, empresas que en 2020 cancelaron deuda en dólares vuelvan a emitir obligaciones. Este año vamos a ir viendo casos de empresas que proponen endeudarse por 60 millones y les llueven pedidos por 120 millones. Eso está pasando.
-T: ¿Fue un error del Gobierno anterior haber fomentado el endeudamiento en dólares?
-JC: Para mí fue un error endeudar en dólares al Estado para hacer gastos en pesos en un contexto de tipo de cambio apreciado. La paradoja es que ni siquiera un programa de 57.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el más grande de la historia, pudo evitar la crisis. Los mercados vieron un endeudamiento tan grande, tan veloz y tan mal hecho que no le creyeron y no se estabilizó la economía.
En cambio, la mayoría del sector privado tomó deuda en forma más prolija y con el objetivo de producir más. Es correcto tomar deuda en dólares si lo que se pretende es producir hidrocarburos, soja, autos, Internet o cualquier bien o servicio exportable.
-T: ¿Se puede pensar en financiar en el mercado local lo que hoy se busca en el exterior?
-JC: Creo que por ahora no se puede. El mercado local aún es chico como para querer vivir con lo nuestro financieramente. No tiene sentido cerrarse a pensar que, con lo que hay en el país y el excedente de la balanza comercial, alcanza. Eso nos condenaría a crecer a un ritmo mucho más lento del que podríamos tener cuando es razonable endeudarse en dólares para financiar una represa, un pozo petrolero, un ferrocarril o una planta de exportación. Creo que hay que ir por una vía mixta y ser prudentes con el descalce de monedas.
-T: La meta del Gobierno es pasar en los próximos años de unos 65.000 a 90.000 millones de dólares en exportaciones anuales. ¿Qué se está haciendo el Banco Central para facilitar eso?
-JC: Se han ido haciendo algunas cosas para tratar de dar ciertas garantías al exportador de la cotización del tipo de cambio. Para eso el Banco Central operó en el mercado de futuros, para darle profundidad y que así haya más seguridad en el precio a la hora de importar insumos. También con sectores específicos. Para estimular la venta de granos, el agro puede tener depósitos en pesos que ajustan por el dólar. Con el sector minero se han trabajado estrategias para dar más garantías al exportador de qué hacer con los pesos obtenidos de las exportación. Me parece que están funcionando y que, eventualmente, en el futuro podrán expandirse los sectores alcanzados.
- T: ¿Qué tan importante es llegar a un acuerdo con el FMI?
- JC: Es una negociación que está llevando muy bien el ministro (de Economía) Martín Guzmán y que es muy importante. Al margen de los plazos, creo se va a lograr una buena renegociación y que será una negociación muy dura y muy distinta a la de 2018. Se están haciendo esfuerzos y negociando en una manera inteligente.
Una vez que se resuelva lo del Fondo y el resto de las provincias que quedan por reestructurar, vamos a tener un panorama de endeudamiento más sano y con un perfil de vencimiento razonable y creíble. Vamos a dar un gran salto de calidad en el esquema de crecimiento en la Argentina.
La deuda, como lo vimos con el Gobierno anterior, te hunde o puede ser una palanca. El Gobierno está tratando de que, más que un lastre, sea una palanca. Creo que va a salir bien.