El presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, Alejandro Taborda, admitió que, a diferencia de festejos de años anteriores, el sector está viviendo un momento "muy complejo" consecuencia de una histórica sequía que afectó con mucha fuerza la actividad en la provincia, y de una situación económica y financiera que no permite producir en condiciones de normalidad a las empresas de la región.
"Si tengo que hacer una recapitulación de los últimos años de la actividad industrial, puedo decir que tuvimos hasta el 2011 un crecimiento muy importante, hubo un estancamiento hasta el 2015, una caída estrepitosa del 2016 al 2019 y una recuperación muy importante después de la pandemia, con Santa Fe liderando esta recuperación en todo el país, con sectores que crecían a tres dígitos como los vinculados a lo agroindustrial. Y cuando estábamos en ese proceso de crecimiento, la invasión rusa a Ucrania nos trajo nuevos problemas como el precio de la energía y después una nueva restricción externa que nos tiene muy preocupados", expresó.
- ¿Cuáles fueron para ustedes las causas de esta nueva restricción externa?
- Nosotros creemos que fue una mala administración de las divisas porque tuvimos años muy buenos. Hubo 40.000 millones de dólares de superávit en 2021 y 2022. Nosotros somos defensores de lo que llamamos la administración inteligente del comercio exterior. Hay que hacer lo que hacen todos los países, dejar entrar al país lo que no se produce, como tecnología, y no aquello que se produce aquí o que pueda afectar el trabajo de los argentinos. Bueno, eso no se hizo y llegamos a esta situación. En junio de 2022 empezamos con problemas en el comercio internacional por el déficit que genera la importación de combustibles, aumentó la brecha de los tipos de cambio y empezamos a tener problemas los exportadores. Así todo hasta fines del año 2022 el crecimiento se mantuvo, creció el empleo y la inversión, pero a fin de año nos cae la sequía, que perjudicó especialmente a Santa Fe.
- El primer semestre del 2023 fue un mal semestre, digamos, con caída de la actividad. ¿Qué sectores son los que peor la están pasando?
- El sector agroindustrial y metalmecánico y todas aquellas que están vinculadas a la actividad del campo. De todas maneras, hay otros como el del cuero, textil, alimenticia, repuestos de automotores, que viven como una especie de microclima y se mantiene con números positivos. Pero todo lo que es el sector lácteo, que es muy importante en la región, se fue complicando por la sequía y las perspectivas de la economía.
- ¿Qué segundo semestre esperan?
-Lamentablemente con incrementos importantísimos de costos, con muchas complicaciones también con el comercio exterior, con una caída importante en las ventas y en la actividad. De todas maneras, quiero destacar especialmente que el empresario industrial todavía es optimista aún en este contexto y una muestra clara de eso es que el empleo formal en el sector sigue creciendo, seguimos formando trabajadores para que puedan acomodarse rápidamente a las nuevas situaciones. Hay algunas empresas que están sustituyendo importaciones, que están viendo cómo seguir funcionando. Creemos que el primer trimestre del año próximo también va a ser complicado y recién a mediados de 2024 creemos que la situación va a ir encaminándose.
Mirá tambiénLa Unión Industrial de Santa Fe cumple 100 años entre turbulencias y buenos augurios- ¿Cómo impacta la inflación? Tanto en los costos como en la reposición de los insumos y en el financiamiento.
La inflación es un negocio que impacta directamente en contra de lo productivo y beneficia lo especulativo. En el mejor de los casos, un empresario industrial entre que compra la materia prima, la transforma, la manda a depósito, la vende y la cobra, pasan 180 días. Imaginate en este contexto el lío que se te armó en todo ese tiempo en la cadena de comercialización. Para un distribuidor es más fácil ya que compra, acumula, vende cuando le conviene, repone cuando le conviene el precio. Y ahí es donde está el negocio cuando hay inflación.
- ¿Cómo impacta en el financiamiento?
-Hoy las líneas de financiamiento productivo no existen. Solo subsisten algunas para inversión que tienen subsidios de tasas y que industriales están tomando para ampliación o para comprar alguna que otra maquinaria que puedan conseguir, pero eso también ya es algo en extinción. Y para capital de trabajo no hay nada porque el que cae hoy en el sistema financiero con las tasas que hay tiene que tomar créditos prácticamente impagables.
-Hace tiempo habían hecho un relevamiento con los industriales de la región, el cual resultaba que había mucha gente con el espíritu de invertir, de ampliar la planta, de incorporar gente, de producir otros productos. ¿Ese espíritu existe aún en este contexto?
-Si y lo quiero destacar. Nosotros somos, de alguna manera, la voz de los industriales de la región. Como entidad gremial empresaria tenemos que manifestar todos los problemas que tenemos, la infraestructura que nos falta, el financiamiento inaccesible, los problemas de educación y para capacitar imprescindibles para tener más y mejor empleo, los juicios laborales. Sin embargo, cuando le preguntamos a un industrial si va a invertir nos dice que sí. ¿Va a tomar personal? Sí. ¿Está viendo la posibilidad de comprar más máquinas y expandirse? Sí. Cuando hay alguna posibilidad de comprar algún terreno industrial lo hacen, de hecho a los parques industriales los tenemos sin lugar. No hay más espacio. El Parque Tecnológico Litoral Centro está viendo esta forma novedosa de poner contenedores para incubar más empresas de la región porque ya no tienen lugar. Por lo tanto, ese espíritu está, están las ganas. Hay muchos mercados que se está abriendo y por la restricción a las importaciones no lo podemos atender porque no tenemos la materia prima o todavía nos falta la infraestructura; pero vemos un mercado importantísimo dentro y fuera de Santa Fe; podemos convertirnos en proveedores del sector minero, están muy capacitados en la provincia para eso, tenemos los recursos humanos.
-Digamos que están las condiciones, pero el problema es que hay que salir de la restricción y la inflación.
-Exactamente, estamos en un brete con medidas muy inestables, yo no sé si llamarla medidas, como por ejemplo la última devaluación. Podría haber pensado que todos descontábamos que había algún acuerdo con el FMI, pero cuando se toma alguna medida como esta hay que explicar, decir por cuanto tiempo es, como se va a compensar. Y un plan, hay una necesidad de ver un equipo estable que haga las cosas que tiene que hacer y que hacen todos los países del mundo. No es que estamos inventando la polvora.
- ¿Cuáles son las obras de infraestructura que hoy necesitan con más urgencia?
- Hemos logrado muchas cosas, destacamos todo lo que es la parte de conectividad que está encarando la provincia, el acueducto, el circunvalar ferroviario donde estamos pidiendo que se haga una playa de carga en Santa Fe para poder aprovecharlo mejor, el gasoducto Gran Santa Fe que va a ser tremendamente importante para el desarrollo para la zona. Y hay algunos temas, sobre todo los vinculados a los parques y áreas industriales, que es el de la provisión de energía para Los Polígonos sobre lo que tengo una promesa del gobernador de que la va a sacar antes de que se finalice su mandato, la semaforización de acceso al Parque Industrial de Sauce Viejo, convertir en internacional el Aeropuerto, la puesta en valor del puerto de Santa Fe, donde hoy hay lobbies que han entorpecido el comercio de contenedores, pese a que se ha probado que el puerto con contenedores funciona bien, rápido y es más económico. Y finalmente el mejoramiento de las rutas, como la 11, que viene atrasado, pero también el puente Santa Fe – Santo Tomé y Santa Fe – Paraná, que son mega obras que tenemos que hacer todo el esfuerzo posible para que se hagan en los próximos años porque esta zona está muy atrasada de hace muchísimos años. Vemos transformaciones importantes en otra provincia, como Córdoba, como Mendoza, que a nosotros todavía no nos ha llegado.
Los jóvenes y el valor de la gremial empresaria
"Valoro el trabajo que hace la UISF como gremial empresaria y es por esta razón que las empresas deben considerarla no una carga sino un trabajo que las beneficia porque trabajando en los problemas comunes se solucionan los propios. Eso hay que entenderlo", dice el titular de la Unión Industrial de Santa Fe, quien destacó la ilusión y la esperanza que tienen puesta los dirigentes industrial santafesinos en los jóvenes, con quienes vienen trabajando desde hace mucho tiempo.
"No lo descubrimos ahora como los analistas políticos. Hicimos un congreso en abril sobre inteligencia artificial y para llegar a los jóvenes que piensan de otra manera. Hay que terminar con el 'hay que' y reemplazarlo por el 'voy a'. Los jóvenes en la Unión Industrial de Santa Fe tienen un gran protagonismo, están mezclados en cargos ejecutivos. Por eso estamos convencidos de que tenemos un futuro. Hay mucha sangre joven dispuesta a seguir con el camino industrial".
Taborda insistió una vez más en invitar a las empresas a acompañar la tarea que lleva adelante la UISF como entidad gremial empresaria porque "somos sus mejores interlocutores ante los gobiernos, sea quien sea. Deben entender la importancia del compromiso de que no es sólo hacer funcionar una fábrica. Sabemos los problemas que hay, sabemos que tienen que pagar los sueldos y los impuestos. Pero solos todo es más difícil. Acompañado por gente que sabe, con un buen consejo dado a tiempo, una gestión ante los organismos que corresponden o un camino que te pueda marcar algún otro empresario o la misma institución, podemos hacerle la vida más fácil".
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