Sábado 3.9.2022
/Última actualización 10:49
Ivana Taborda no le teme a la diversidad. Su profesión de psicología, que ejerce de forma particular, también la aplica a la actividad industrial. Como responsable del área de marketing y relaciones institucionales del Grupo Facorsa SA., trabaja con el objetivo de mejorar la eficiencia de la empresa, el desempeño de los trabajadores y el bienestar de las personas que la componen. Y su dedicación en la gremial empresaria la entiende como una forma de aportar al progreso conjunto de uno de los sectores más importantes de la producción nacional.
A sus 23 años, terminando la facultad, dio el primer paso al mundo industrial. "Entendí que podía aplicar lo que había estudiado a una empresa, en el manejo de los recursos humanos y la satisfacción al cliente, tratando de entender el accionar del otro, formando vínculos con los demás, trabajando en cuestiones que después repercuten en la tarea diaria", expresa. Sin embargo, creció rodeada de industria, por lo que construyó ese vínculo desde temprana edad. "De alguna forma, estuve en esto desde siempre, porque vi chica crecer la empresa de mi familia", dice.
Unos años después, empezaría a incursionar en el trabajo de la gremial a través de la comisión de Jóvenes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina. Aunque reconoce que esa es una herencia exclusiva de su padre, Alejandro Taborda: "Hay muchos que lo ven como un gasto de tiempo, pero él me enseñó que en realidad es una inversión importante, porque si nosotros mismos no luchamos por la industria nacional, no lo va a hacer nadie".
Actualmente, Ivana Taborda es presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Autopartistas de Santa Fe. Y este año, asumió la presidencia de la comisión Joven de la Unión Industrial de Santa Fe. Renovar la percepción social, estrechar vínculos con los jóvenes y profundizar la participación femenina son algunos de los desafíos que señala en la agenda.
-¿Cuáles son los objetivos principales que asume el sector joven de la actividad industrial? ¿Desde qué cuadro parte el trabajo y a dónde apuntarán las tareas?
-Cuando arrancamos nos dimos cuenta que el industrial estaba muy mal visto y que incluso se mezclaban cosas distintas como las pymes con las multinacionales. Pero también nos dimos cuenta que esa percepción tenía que ver con una mala comunicación de nuestra parte, que no generaba llegada con la sociedad. Entonces, el objetivo fundamental comienza por cambiar la imagen, para que la población pueda diferenciar y pueda entender que la industria es un actor social importantísimo.
En la ciudad de Santa Fe, por ejemplo, está muy instalada la concepción de que la mayor parte de la sociedad trabaja para el Estado. Pero esta visión es equivocada, porque tenemos el segundo PBI más grande de la provincia. Entonces, tenemos que dar a conocer estas cuestiones para que el público sepa la importancia que la industria tiene y que es uno de los sectores que más puestos de trabajo genera en la región y en el país.
-¿Cómo está compuesto hoy el sector y qué se necesita para potenciar la industria?
-Casi el 90% de las pymes santafesinas son familiares, y en un gran porcentaje pasa lo mismo a nivel nacional, por lo que el recambio generacional es algo que hace a la vida de las empresas. Pero ahora, también, estamos viendo que también hay un crecimiento de emprendimientos, donde chicos jóvenes son a la vez dueños y trabajadores de su propio negocio. Estamos abiertos a estas cuestiones y nos damos cuenta que es necesario darle espacio a estas nuevas formas de pensar los proyectos. Esto se traduce en cuestiones como los cambios progresivos del trabajo, en darle más lugar a las capacitaciones, a la posibilidad de equivocarse, que es un forma más de aprender, y a incorporar los conocimientos que también transmiten las personas que trabajan hace tiempo en el sector.
Desde el sector joven, nos alineamos a lo que plantea la comisión mayor. Lógicamente, tenemos nuestra forma de pensar, que la expresamos a través de nuestra representación. Pero entendemos que el objetivo, más allá de las diferencias, es uno solo: luchar por la industria nacional. Y ahí radica otra de las falencias que encontramos. El hecho de no tener un mensaje unificado nos hacía perder peso en los reclamos. Por eso, nos planteamos coordinar las demandas, en línea con los objetivos por los cuales trabajamos todos los días, en cuestiones como el financiamiento para mejorar la oferta productiva y la capacitación para tener recursos humanos de calidad.
Ellas, también. Las mujeres pasan al frente en la industria metalúrgica santafesina, un rubro tradicionalmente muy masculinizado. Crédito: Flavio Raina-¿De qué forma se trabaja en la capacitación?
-La capacitación es una de nuestras principales metas. En el Parque Industrial está el Instituto Manuel Belgrano, que pertenece a una red de centros tecnológicos de todo el país de Adimra. A grandes rasgos, lo que hacemos es captar la demanda del asociado para brindar formaciones en esos aspectos. En nuestro caso, nos dedicamos en mayor medida a oficios como soldaduras, electromecánica y mandos medios. En total, llevamos capacitadas a casi tres mil personas, que luego tienen una rápida inserción laboral.
Por otra parte, a través de un trabajo mancomunado con las oficinas de empleo, se otorga un cupo para que personas desempleadas puedan capacitarse y lleguen también a tener herramientas para conseguir trabajo, porque creemos que lo importante es darle una posibilidad a quienes no la tuvieron para que su situación no les impida tener una oportunidad laboral.
También, desde la UISF Joven, comenzamos a acercarnos a escuelas técnicas de la provincia para darles charlas a jóvenes que están en los últimos años. El objetivo de estos encuentros es que nos conozcan, que sepan lo que hacemos en las empresas industriales y que no se queden solamente con la idea de los oficios tradicionales.
Además, como parte de la Responsabilidad Social Empresarial, somos padrinos de los Jardines Municipales, buscando tener presencia en los barrios mediante un trabajo educativo desde las edades tempranas para plantarnos como actores sociales.
-¿Qué encuentran en el trato con los adolescentes? ¿Ellos están preparados para insertarse en el mercado laboral y, a su vez, están dadas las condiciones para recibirlos?
-En términos generales, nos encontramos con cierto desconocimiento de los jóvenes con lo que realmente sucede en el mundo laboral. Estuvimos hace poco en una escuela de la ciudad de Santa Fe para dar una charla sobre Industria 4.0 y Robótica, y estando ahí nos dimos cuenta que las necesidades de los chicos pasan por otro lado, como calefacción o la alimentación en la escuela.
Algo que noto y me preocupa mucho es que muchos jóvenes quieran irse del país con el objetivo de progresar. Es algo que no está bueno, porque se dedica mucho esfuerzo de las familias y de las propias instituciones para que, una vez recibidos, se lleven todos esos conocimientos para aplicarlos en otra parte. Es una masa crítica que se pierde y que podrían aportar a la producción local.
Somos conscientes de que hay cosas que en este momento el país no puede brindar, pero no consideramos que no haya solución. Las demandas ciudadanas son claras y sencillas: seguridad, tranquilidad y estabilidad económica. Si esas tres cosas no están dadas, es donde empieza a generarse este deseo de irse del país para progresar.
Nosotros creemos que la salida tiene que ser por el lado de la educación. Desde Adimra Joven venimos pensando en estos temas. Tenemos un programa que se llama "Fabricas de puertas abiertas", donde lo que hacemos es que los jóvenes conozcan de primera mano cómo son los procesos productivos. También, en Santa Fe, los estudiantes tienen prácticas profesionalizantes que ayuda a que tengan un mejor panorama, pero en otras partes del país este es un déficit muy grande, incluso hay docentes que nunca entraron a una empresa.
-¿Cómo afectó la pandemia en todo esto?
-Muchísimo. La adolescencia fue la más golpeada por todo lo vivido en la pandemia. Desde lo psicológico, noto mucha depresión y muchos trastornos de angustia en los jóvenes. Hay que tener en cuenta que con la suspensión de actividades perdieron lo más importante a su edad que son sus redes sociales cotidianas, sus amigos, sus pares.
Por otra parte, fue una gran oportunidad para ampliar todo lo referido a capacitaciones. Por ejemplo, en las visitas que teníamos pre pandemia solamente venían unos quince estudiantes de alguna escuela de la zona, pero con la virtualidad pasamos las visitas pasaron a ser más grandes, porque se conectaban personas de diferentes partes del país y hasta de distintas edades.
-¿Cuál es el rol de las mujeres en la industria hoy y qué hace falta reforzar?
-Se está trabajando mucho en este aspecto. En la UISF contamos con una comisión de género. En Fisfe y Adimra, también. Y en particular, en Facorsa tenemos gran participación, al punto que el directorio está compuesto en un 75% por mujeres.
Obviamente, queda mucho por hacer. Pero hay grandes avances. Las empresas se están abriendo a contratar más mujeres porque se dan cuenta de las capacidades que tienen las mujeres. También notamos cambios en los ambientes laborales, que siempre fueron más rígidos, y con las incorporaciones femeninas se relaja un poco el clima.
Pero lo que me parece importante destacar es que esto no es una cuestión de mujeres contra varones. Es un trabajo en equipo, complementario, donde las mujeres están demostrando que tienen habilidades distintas a la de los hombres. Por ejemplo, en el sector metalúrgico, notamos que las mujeres son grandes soldadoras, porque tienen mejor psicomotricidad fina. Incluso, el Parque Industrial de Santa Fe fue el primer lugar a nivel nacional donde se dictó una capacitación de soldadura orientada a mujeres. Y hoy vemos esos frutos, ya que muchas forman parte de las empresas, tienen sus propios emprendimientos o prestan servicios en el Parque.