"En tres años a la Argentina le van a sobrar dólares". El economista Salvador Distefano no desconoció que "vamos a tener más tasa de inflación y la tasa de interés va a ser mucho más alta" en el país.
"A tres años vista probablemente Argentina pueda llegar a estar muy bien. El mundo cambió cuando los rusos invadieron Ucrania", señaló Salvador Di Stefano.
"En tres años a la Argentina le van a sobrar dólares". El economista Salvador Distefano no desconoció que "vamos a tener más tasa de inflación y la tasa de interés va a ser mucho más alta" en el país.
Pero advirtió sobre los cambios posibles en el escenario político nacional en un contexto mundial que también "cambió". Eso y los recursos de gas, petróleo, cobre, litio, carne y granos.
Así lo expuso el pasado lunes por la noche en el Museo Histórico del Trigo y del Pan, en la localidad de Matilde. Allí repasó la invasión rusa a Ucrania que sacó a un proveedor de petróleo y gas, en tanto que alteró a otro de granos; la suba del gasto militar en Alemania que alienta inflación en Europa.
Las tensiones entre China y EE.UU. por Taiwán mientras Washington manda a construir submarinos nucleares, se añaden en un escenario en el que los misiles de Corea del Norte pasan sobre Japón, que también sube su gasto militar. La tensión se contagia en Tailandia, Filipinas, Corea. "El sudeste asiático es un polvorín", apuntó Di Stefano.
"Tenemos petróleo, gas, cobre, granos y ganadería" y "cuando vos mirás para adelante, Argentina está en una posición espectacular" en el nuevo escenario internacional.
Di Stefano calculó que si se terminan los dos tramos del gasoductos desde Vaca Muerta hasta San Jerónimo, se termina de conectar la red de exportaciones a Uruguay y Brasil "más allá del abastecimiento a capital federal.
"Si se termina el segundo tramo del gasoducto, vamos a exportar gas por la suma de casi 15.000 millones de dólares en dos años, o sea, aproximadamente de aquí al 2026", dijo.
"En los próximos tres años, lo que vamos a tener es sobrante de dólares, no faltantes de dólares", insistió Di Stefano, pero reconoció la incógnita que representa el "puente" hacia aquella orilla y desde esta realidad.
"Este gobierno no tiene poder político, tiene déficit; no controla la situación". El economista planteó que la posibilidad de cambios estructurales y un acuerdo en el Congreso permitirían sanear escenarios y bajar la inflación no antes de dos años.
"Sergio Masa postergó todos los pagos del 2022 al 2023 y adelantó impuestos e ingresos fiscales (retenciones, Ganancias de empresas) del 2023 al 2022". Pero no pudo avanzar con otros tres recursos: el blanqueo, una ayuda externa y una nueva campaña, porque "no llovió".
"Evidentemente en los meses que siguen vamos a tener más inflación, vamos a tener más devaluación y probablemente tengamos más derecha", ensayó el economista.
Europa y el frío
"El precio del gas va a estar carísimo y vos todavía te encontrás con gente que te dice: me voy de Argentina porque no aguanto más- ¿Y a dónde te vas..? a Europa. Te vas a cagar de frío". Di Stefano señaló que las nuevas generaciones son las que definirán los comicios en el país; ensayó una proyección hacia "la derecha" por el giro de jóvenes que quienes ser "liberales", aunque "no sepan bien" de qué se trata.
Los tres problemas
"La economía argentina sufre tres grandes problemas, el primero lo tuvimos en el año 2002 cuando pusieron retenciones -ahí nos desenchufaron del mundo- y en el 2011 pusieron el cepo cambiario que termina perjudicando a todos los exportadores".
Si Stefano detalló que "el tercer problema es que el gobierno de 2011 hasta acá generó déficit fiscal, o sea gastó más de lo que ingresa y eso genera un proceso de inflación. Esos son los tres grandes problemas que tiene Argentina.
"Cristina de 2011 a 2015 tuvo déficit y la inflación al 25%; después vino Mauricio Macri 2016-2019 y al déficit fiscal lo financió con crédito externo; nos dijo que iban a llover inversiones pero ni garuó; inflación al 50 % anual. Y después viene Fernández y comete el mismo error; nos vamos a la inflación del 100% anual".
"El agricultor rota cada seis meses. Gana más el ganadero, pero rota cada cuatro años". Di Stefano presentó el dilema aparente para éstos últimos en una economía que requiere moverse para no perder ante la inflación. Advirtió que "hay que sacar bien las cuentas" para definir granos y ciclos, según costos y beneficios. Sugirió en ese sentido calcular bien al maíz, a pesar de su mayor costo inicial.
Más allá de su temor por falta de semillas, dijo que "la próxima campaña va a ser buena, y la siguiente mucho mejor. Creo que el próximo gobierno nos va a dar el tipo de cambio", arriesgó, argumentando que la mayor necesidad del país es el ingreso de dólares.
Tras ser presentado por René Mangiaterra -presidente de Molinos Matilde- el economista advirtió que "hay que empezar a pensar que la plata se ganan los mostradores" y sugirió a los ganaderos pensar en la venta de carne de vaca, en un país cuyos consumidores no pueden pagar mejor asado.
Pero también advirtió que el proceso de liquidación de vientres terminaría con las lluvias de agosto-setiembre que repondrían pasturas. "Hoy o tenemos que vender a $400, pero el ternero va a valer una fortuna 4 marzo del año que viene", señaló el economista, para quien el consumo promedio en la Argentina bajará de 52 a 42 kilos per cápita al año.
"Quiere que cerremos el Banco Central. Ahora, dice que representa la ética de la transformación, se pone por encima de todo y que la clase política no sirve. Es un 'héroe' porque logró manejar a los jóvenes, que lo apoyen enfáticamente, que se interesen en la política que se interioricen -que hablen- de Economía, que tengan ideas liberales.
"Ahora -añadió Di Stefano sobre Milei- si efectivamente hoy ganara, sería una tragedia porque no tiene los diputados, no tiene los senadores, los gobernadores, no tendría estructura de nada. Le conviene llegar en el 2027, y ahora ser árbitro" para que el gobierno que viene sea quien pague el costo de estabilizar la economía.