La cotización del dólar blue baja $3 y se vende a $369 en el mercado paralelo, con una brecha del 84,8% con el dólar mayorista.
La cotización del dólar blue baja $3 y se vende a $369 en el mercado paralelo, con una brecha del 84,8% con el dólar mayorista.
Así, la divisa informal acumula una caída de $6 en las últimas dos ruedas.
Los dólares financieros, por su parte, operan en suba: el contado con liquidación lo hace a $375,75 y el Bolsa o MEP a $366,58. El dólar minorista se vende a un promedio de $206,54, el ahorro a $340,31 y el turista a $413,78.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció un acuerdo con bancos y compañías de seguro para un canje de deuda en pesos cuya licitación se realizará el lunes próximo.
El jefe del Palacio de Hacienda explicó que se hará una "oferta con dos canastas, que dará la posibilidad de tener un programa de deuda que desactiva la idea de la bomba, que da una curva de vencimientos 2024 y 2025 más ordenada".
La aparición de algunas vidrieras en comercios porteños con los precios de los productos en dólares sorprendió a los consumidores. El fenómeno ya se detectó en barrios como Recoleta, Palermo y Belgrano, y podría generalizarse, advierten desde el sector mercantil.
Los precios de la ropa y de las zapatillas en la Argentina comenzaron a dolarizarse. Se puede ver en negocios ubicados en Recoleta y Belgrano, que ya exhiben los precios en moneda norteamericana. Lo mismo se observa en ofertas por las redes.
Zapatillas a U$300, remeras a US$100 y gorras a US$60. Esos precios, que bien podrían ser los valores que se exhiben en las perchas y estantes de los comercios de los Estados Unidos, también se replican en algunas vidrieras de la ciudad de Buenos Aires.
Es una estrategia que encontraron esos comerciantes para esquivar la inflación y la necesidad de remarcar periódicamente el precio de su mercadería.
En un local que se ubica en las entrañas de una galería, en los límites del barrio de Recoleta, los productos que cotizan en dólares se encuentran detrás de una vitrina.
Son artículos importados, que no se consiguen en la Argentina, ni siquiera en las tiendas oficiales de esas marcas. Los mismos conviven con ropa de fabricación nacional, aunque estos últimos cuelgan de las perchas del comercio.